Adi¨®s a un fot¨®grafo

Recientemente escrib¨ªa sobre los grandes fot¨®grafos que nos van dejando. Ahora acaba de marcharse Miguel ?ngel Gonz¨¢lez (Bilbao, 1958-2002). Un compa?ero me dio la noticia de su muerte entre sollozos. No pod¨ªa contener la congoja. Achacaba su fallecimiento a problemas en la espalda, que durante largos a?os tuvo que acarrear el peso de c¨¢maras, objetivos e incluso el aparatoso transmisor de fotos. Sus palabras embarulladas terminaban de manera entrecortada elogiando su bondad. Y en este caso todo es merecido.

Todav¨ªa recuerdo cuando le conoc¨ª. La sonrisa no se borraba de sus labios. Su cara de ni?o bueno estaba en armon¨ªa con sus palabras amables y prudentes. No buscaba protagonismo especial. Se conformaba con hacer sus fotos en condiciones y que llegasen a su debido tiempo al peri¨®dico. No obstante, detr¨¢s de esta rutina aparec¨ªan destellos gr¨¢ficos inolvidables. Jos¨¦ Ram¨®n Orio, hijo de Claudio, uno de los pioneros del fotoperiodismo en Vizcaya, primero en El Noticiero Bilba¨ªno y luego en El Correo Espa?ol- El Pueblo Vasco, ense?¨® el oficio a Miguel ?ngel. En 1973, con tan s¨®lo 14 a?os, todav¨ªa con pantal¨®n corto, se incorpor¨® a la redacci¨®n de El Correo; de entrada como t¨¦cnico de laboratorio y m¨¢s tarde como fot¨®grafo. Poco tard¨® el alumno en ponerse a la altura de sus maestros y estar listo para recibir la avalancha de noticias gr¨¢ficas que iba a traer la transici¨®n democr¨¢tica a partir de 1976.

Las fotograf¨ªas de este reportero se repart¨ªan por todas las p¨¢ginas del peri¨®dico. Fue enviado especial a la Vuelta Ciclista a Espa?a cuando las figuras relevantes del momento eran Eddy Mercks y Bernard Hinault. De ellos supo plasmar momentos inolvidables de esforzados pedaleos con gran acierto pl¨¢stico. Hasta su ¨²ltimo suspiro, otra de sus constantes de trabajo fue el Athletic. De d¨ªa o de noche, con agua o con sol, fuera o en casa, sus c¨¢maras siguieron al equipo de f¨²tbol en las derrotas y tambi¨¦n en las alegr¨ªas de inolvidables victorias de Liga en que la gabarra pase¨® a los jugadores por la R¨ªa.

Las hemerotecas dan buena cuenta de las fotograf¨ªas de este reportero, pero pueden tambi¨¦n encontrarse en otros documentos. Uno de ellos es el cat¨¢logo de una exposici¨®n realizada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1981. Con el t¨ªtulo Cinco a?os de prensa gr¨¢fica. Pa¨ªs Vasco 1975-1980, se recopilan una serie de fotograf¨ªas de la compleja realidad que atraves¨® Euskadi aquel quinquenio. En palabras de Rom¨¢n Gubern, autor del pr¨®logo, un mosaico de esta naturaleza 'es espejo y memoria colectiva, es cr¨®nica hist¨®rica y dep¨®sito de ritos sociales. Es para la mirada, en definitiva, veh¨ªculo de conocimiento cr¨ªtico de la realidad'. Desde estos criterios, las fotograf¨ªas de nuestro reportero convierten en actores singulares a un futbolista, a un boxeador o a un conductor de motos, pero tambi¨¦n a una masa de j¨®venes que hacen de la fiesta un rito entremezclado por carteles de car¨¢cter pol¨ªtico o reivindicativo que decoran el escenario de una sokamuturra durante la Aste Nagusia bilba¨ªna de 1978

Otra ocasi¨®n notable en que fotograf¨ªas de Miguel ?ngel colgaron de las paredes del Museo de Bilbao fue en la celebraci¨®n del cincuenta aniversario (1987) del bombardeo de Gernika. La comisi¨®n organizadora incluy¨® dentro de los actos conmemorativos una muestra fotogr¨¢fica de los diez ¨²ltimos a?os vistos por los fot¨®grafos de prensa local: Fotograf¨ªas de una d¨¦cada. Euskadi 1977-1987. Cada cual aport¨® lo que a su buen entender ten¨ªa valores est¨¦ticos, adem¨¢s de informativos, en algunos casos, im¨¢genes que los peri¨®dicos no publicaron en su momento por falta de espacio u otras razones. El resultado fue un puzzle variopinto, una paleta plural donde cada autor descubr¨ªa sus propios recuerdos del periodo contemplado. Fotos de violencia, manifestaciones, entierros, inundaciones, fiestas o bogadores exhaustos. Miguel ?ngel puso la de un levantador sosteniendo sobre sus hombros la piedra esf¨¦rica. Met¨¢fora del universo y de sus esfuerzos profesionales.