Fox a Castro: 'No me compliques el viernes'

El presidente de Cuba, Fidel Castro, ha revelado, en una conferencia de prensa con los corresponsales extranjeros acreditados en La Habana, una conversaci¨®n telef¨®nica privada, mantenida con el presidente de M¨¦xico, Vicente Fox, el pasado 19 de marzo. En ella, los presidentes negociaron las condiciones de la participaci¨®n de Castro en la cumbre de Monterrey. Sigue la transcripci¨®n literal de algunos p¨¢rrafos de dicha conversaci¨®n, realizada a instancia del presidente mexicano Fox, que pidi¨® al presidente cubano Castro discreci¨®n sobre su contenido.

Fox. ?Qu¨¦ gusto! Oye, Fidel, pues llam¨¢ndote por esta sorpresa que me llev¨¦ hace apenas un par de horas, cuando me entero de tu pretendida visita ac¨¢ a M¨¦xico. Primero, antes que nada, quisiera decirte que esta conversaci¨®n sea privada, entre t¨² y yo. ?Est¨¢s de acuerdo?

Castro. S¨ª, de acuerdo. (...)

F. Pero, mira, Fidel, yo te hablo primero como amigo.

C. S¨ª, me habla primero como amigo. Espero que no me diga que no vaya.

F. Bueno, vamos a ver, d¨¦jame platicarte. A ver t¨² qu¨¦ opinas.

C. Yo lo escucho, pero se lo advierto de antemano. Muy bien.

F. Pero no es muy de amigos avisar a ¨²ltima hora que te apareces aqu¨ª.

C. S¨ª, pero tambi¨¦n yo corro muchos riesgos, que nadie corre. Usted lo sabe perfectamente bien.

F. Bueno, pero t¨² puedes confiar en un amigo y me pod¨ªas haber hecho saber un poco antes que pretend¨ªas venir. Eso yo creo que hubiera resultado mucho mejor para ambos. (...).

C. Pero usted comprender¨¢ que esto dar¨ªa lugar a un esc¨¢ndalo mundial, si realmente ahora me dicen a m¨ª que no vaya.

F. ?Pero qu¨¦ necesidad tienes de armar esc¨¢ndalo mundial, si te estoy hablando como amigo?

C. ?igame, es que usted es el presidente del pa¨ªs, y si usted es el anfitri¨®n y me lo proh¨ªbe, no me quedar¨ªa m¨¢s remedio hasta que publicar el discurso ma?ana.

F. As¨ª es, as¨ª es. No, t¨² tienes todo el derecho. A ver, d¨¦jame hacerte una propuesta. Que puedas venir el jueves y que participes en la sesi¨®n y hagas tu presentaci¨®n, como est¨¢ reservado el espacio para Cuba a la una. Despu¨¦s tenemos un almuerzo, un almuerzo que ofrece el gobernador del Estado a los jefes de Estado. Inclusive te ofrezco y te invito a que estuvieras en ese almuerzo, inclusive que te sientes a mi lado, y que, terminado el evento y la participaci¨®n, digamos, ya te regresaras, y as¨ª. (...) Y que me dejaras libre -y es la petici¨®n que te hago- el viernes para que no me compliques el viernes.

C. Usted no quiere que yo le complique el viernes. Muy bien, es que usted parece que no ley¨® una l¨ªnea en que digo que voy con esp¨ªritu constructivo, a cooperar en el ¨¦xito de la conferencia.

F. S¨ª, s¨ª le¨ª esas l¨ªneas.

C. Si mi palabra no le dio el efecto... Yo comprendo las dem¨¢s cosas, de las cuales no vamos a hablar, y lo que puede pasar. Casi adivin¨¦ que usted me iba a llamar para decirme algo parecido a eso. Pero, muy bien. Yo, con toda franqueza, se lo digo: estoy dispuesto a cooperar con usted. Estoy dispuesto a cooperar con usted y a hacer lo que usted est¨¢ solicitando. (...)

F. Fidel, ?te puedo pedir otro favor?

C. D¨ªgame.

F. Que, estando en casa, a m¨ª me servir¨ªa much¨ªsimo que no hubiera declaraciones sobre el tema de la embajada o de las relaciones M¨¦xico-Cuba, o de ese evento que vivimos en estos d¨ªas.

C. No tengo ninguna necesidad de hacer declaraciones all¨ª.

F. ?Qu¨¦ bueno!

C. D¨ªgame, ?en qu¨¦ m¨¢s puedo servirlo?

F. Pues, b¨¢sicamente, no agredir a Estados Unidos o al presidente Bush, sino circunscribirnos...

C. ?igame, se?or presidente, yo soy un individuo que llevo como 43 a?os en pol¨ªtica y s¨¦ las cosas que hago y las que debo hacer. No le quepa la menor duda de eso, que yo s¨¦ decir la verdad con decencia y con la elegancia necesaria. No albergue el menor temor, que no voy a soltar ninguna bomba all¨ª. Aunque la verdad es que estoy en desacuerdo con el consenso ese que han propuesto ah¨ª. No. Yo me voy a limitar a exponer mis ideas b¨¢sicas y fundamentales, y lo har¨¦ con todo el respeto del mundo. Yo no voy a tomar aquello como una tribuna para agitar, ni mucho menos. Voy a decir mi verdad. Y puedo no ir, y la digo desde aqu¨ª, la digo ma?ana por la ma?ana, as¨ª que para m¨ª no es... (...) Debe saberlo. Y no lo hago -ausentarme de ah¨ª- porque sentir¨ªa verg¨¹enza, cuando he tomado la decisi¨®n de ir. Y a muchos lugares no he ido. No fui a la cumbre all¨¢ en Per¨², pero yo tengo un concepto mucho m¨¢s elevado de la importancia de esta conferencia y un concepto mucho m¨¢s elevado de M¨¦xico. Me parec¨ªa, incluso, que lo estar¨ªa lastimando, en realidad, a usted o a los mexicanos. Yo no voy all¨ª ni a agitar ni a organizar manifestaciones, nada. Tengo en cuenta que usted es el presidente de ese pa¨ªs y que un deseo suyo, por muchos que sean los derechos, debo tomarlo en cuenta. Y me alegro que usted haya pensado en una f¨®rmula decorosa, en que yo est¨¦ all¨ª a la hora y escuche al secretario general de las Naciones Unidas.