80 toxic¨®manos autores de robos y hurtos pactan con sus v¨ªctimas c¨®mo resarcirles
El programa, iniciado por una ONG en 1999, pretende ofrecer una alternativa a la c¨¢rcel
Ochenta toxic¨®manos autores de robos y hurtos han pactado con sus v¨ªctimas c¨®mo resarcirles del da?o causado a trav¨¦s de un programa de mediaci¨®n creado en 1999. La iniciativa, emprendida por la asociaci¨®n Apoyo de Moratalaz y subvencionada por el Ayuntamiento de Madrid, se basa en las posibilidades del C¨®digo Penal, que permite rebajar la condena por un delito si el autor compensa el perjuicio causado. La mayor¨ªa de las reparaciones consisten en pedir perd¨®n y devolver parte del dinero sustra¨ªdo. El objetivo del programa es ofrecer alternativas a la c¨¢rcel.
Una vez alcanzado el acuerdo entre v¨ªctima e infractor, ¨¦ste se presenta ante el juez, que es quien decide si rebaja la condena. 'Lo habitual es que los jueces tomen en cuenta el acuerdo, bien de entrada o despu¨¦s de que apelemos', explica Pilar S¨¢nchez, crimin¨®loga encargada de estas mediaciones. Pero tambi¨¦n hay magistrados reticentes: 'Dicen que coaccionamos a las v¨ªctimas, algo falso, porque ellas s¨®lo acceden a la mediaci¨®n si quieren, nunca les animamos', matiza esta letrada que lleva el programa con otros dos crimin¨®logos, una soci¨®loga y el equipo de psic¨®logos de Apoyo, entidad que trabaja desde 1981 con j¨®venes marginados.
Los casos, todos por delitos contra la propiedad (robos y hurtos), llegan a Apoyo a trav¨¦s de los centros de atenci¨®n a toxic¨®manos de la regi¨®n. S¨®lo alrededor de la mitad acaba en pacto. En 2001 llegaron 119 casos y fueron 41 los que finalizaron en un acuerdo entre v¨ªctima e infractor; y en 2000 hubo 53 casos, de los que se concluyeron 26. 'A veces la mediaci¨®n no prospera porque la v¨ªctima reh¨²sa participar o porque una de las partes abandona. Tambi¨¦n puede ocurrir que alguno fallezca o que el infractor est¨¦ preso', apostilla S¨¢nchez. Se excluyen de esta iniciativa los delitos contra la libertad sexual y los malos tratos. Tampoco se han tratatado hasta ahora casos de homicidios.
El primer paso tiene que darlo el infractor, acerc¨¢ndose a la asociaci¨®n. Debe mostrarse dispuesto a pedir perd¨®n y a reparar el da?o causado. Tambi¨¦n debe comprometerse a tratar su adicci¨®n, desintoxic¨¢ndose o en un programa de metadona.
'La mayor¨ªa de los infractores vienen a la mediaci¨®n porque ven su caso perdido y esperan poder eludir as¨ª la c¨¢rcel. Pero luego, al hablar con la v¨ªctima, acaban poni¨¦ndose en su lugar. A menudo lo m¨¢s complicado es convencer a sus abogados defensores porque los letrados tenemos una formaci¨®n m¨¢s proclive a demostrar ante todo la inocencia de nuestro cliente antes que a reconocer el da?o', admite la coordinadora del programa.
El siguiente paso es contactar con la v¨ªctima, primero por carta y despu¨¦s por tel¨¦fono. 'De entrada, la iniciativa les suena muy rara; pero, como el proyecto est¨¢ subvencionado por el Ayuntamiento de Madrid, al menos tienen la garant¨ªa de que es algo oficial', subraya S¨¢nchez. El Consistorio aporta 27.045 euros para este programa.
Pedir perd¨®n
?Y qu¨¦ saca la v¨ªctima de pactar con su agresor? 'Sobre todo consigue que le escuchen, que le den una explicaci¨®n y que le pidan perd¨®n. En un juicio sin mediaci¨®n eso nunca sucede. y la v¨ªctima se siente a menudo doblemente agredida porque ha sufrido un da?o y porque en la sala tiene que revivirlo y escuchar al infractor negarlo todo. Adem¨¢s, con la mediaci¨®n puede lograr que se le repare el da?o causado', matiza. 'Otra de las ventajas de este sistema es que son los propios afectados quienes llegan a un acuerdo, lo que supone devolver a la sociedad la posibilidad de resolver conflictos', puntualiza la responsable de la iniciativa.
El proceso de mediaci¨®n consta de unas tres o cuatro reuniones de las dos partes con la mediadora. En los primeros encuentros suele haber tensi¨®n, pero si los ¨¢nimos se caldean en exceso la sesi¨®n se suspende hasta otro d¨ªa. Todo se recoge por escrito y se garantiza la confidencialidad.
El tipo de reparaci¨®n m¨¢s habitual es la simb¨®lica, que consiste en pedir perd¨®n y reponer parte del dinero sustra¨ªdo. Otras veces se devuelve todo el importe del robo. 'Suelen ser peque?as sumas que el infractor paga a plazos', explica la mediadora. La mayor cantidad devuelta por un infractor ha sido de 4.657 euros por haber cometido una estafa.
El acuerdo alcanzado se presenta al juez con el objetivo de que aplique una atenuante muy cualificada, que reduce sustancialmente la pena y puede evitar el ingreso en prisi¨®n. Una de las novedades de este a?o es que al programa han llegado casos de toxic¨®manos ya condenados a c¨¢rcel, que con la reparaci¨®n han logrado el indulto.
Esta iniciativa no es un invento aislado. El propio Consejo de Europa invit¨® hace un a?o a sus Estados miembros a impulsar la mediaci¨®n en determinadas causas penales.
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