'Me voy: las cosas son as¨ª'

Jes¨²s Gil formaliz¨® ayer su dimisi¨®n como alcalde y concejal del Ayuntamiento de Marbella en una multitudinaria rueda de prensa que se celebr¨® en un sal¨®n de plenos repleto de seguidores. Su renuncia, que pone fin a 11 a?os de mandato ininterrumpido, no ser¨¢ oficial sin embargo hasta el s¨¢bado, cuando se dar¨¢ cuenta al pleno municipal de su decisi¨®n, que adopta por 'motivos personales y pol¨ªticos', seg¨²n asegur¨®, pese a que el Tribunal Supremo le ha condenado a 28 a?os de inhabilitaci¨®n por prevaricaci¨®n y falsedad. 'Puedo estar un mes [m¨¢s] por ley, pero no me interesa que se utilice el nombre de Marbella', dijo en referencia a que la sentencia a¨²n no se ha ejecutada.

'Me tengo que ir oficialmente porque las cosas son as¨ª', dijo el todav¨ªa regidor, que acus¨® a pol¨ªticos, jueces y periodistas de abanderar una campa?a en su contra, al tiempo que advirti¨® de que se 'dejar¨¢ la piel' en las pr¨®ximas elecciones municipales. Hoy se volver¨¢ a sentar en el banquillo, en la Audiencia Nacional, para ser juzgado por el presunto fraude en la conversi¨®n del Atl¨¦tico de Madrid en sociedad an¨®nima deportiva.

Gil logr¨® ayer un peque?o ba?o de multitudes a su llegada al Ayuntamiento marbell¨ª, donde recibi¨® besos, abrazos y provoc¨® alguna que otra l¨¢grima entre sus simpatizantes. Los 300 vecinos que aguardaban al regidor, algunos de ellos con rosas blancas, no quedaron decepcionados. Al igual que hizo cuando lleg¨® a la alcald¨ªa en junio de 1991, Jes¨²s Gil se dirigi¨® primero a sus partidarios desde el balc¨®n de la casa consistorial en su tono populista habitual, aunque en esta ocasi¨®n, para despedirse.

Su discurso, lleno de descalificaciones hacia jueces, fiscales y oposici¨®n, estuvo jalonado de aplausos y gritos de ¨¢nimo. Hubo frases para todo: 'No te vayas, nosotros s¨ª que estamos agradecidos', 'Gil campe¨®n te queremos mont¨®n'o 'Gil amigo, el pueblo est¨¢ contigo'. Entre tanto barullo, se pod¨ªa ver una peque?a pancarta solitaria que dec¨ªa: 'El mejor alcalde que ha habido. Toda Marbella est¨¢ contigo. Gil te queremos'.

Gil continu¨® su arenga despu¨¦s en el sal¨®n de plenos. Hubo de todo. Desde insultos a los informadores y forcejeos para conseguir un sill¨®n, a una se?ora que no par¨® de llorar durante la m¨¢s de una hora que dur¨® el discurso de Gil, u otra que consigui¨® abrirse paso para que Gil diese un beso a su beb¨¦ de poco m¨¢s de dos semanas, que estuvo a pique de caer al suelo y ser aplastado. Incluso en un momento en el que Gil asegur¨® que 'creer en Dios ayuda'' otra mujer le respondi¨®: 'T¨² eres el hijo de Dios'.

A las 13.20 horas, Gil estampaba por fin su firma en el escrito de renuncia. El alcalde marbell¨ª, que reconoci¨® que en los ¨²ltimos 11 a?os tan s¨®lo ha ido 30 veces al Ayuntamiento, repiti¨® su manido argumento de que es objeto de una persecuci¨®n 'pol¨ªtico-medi¨¢tica': 'Todo es falso. Conmigo no van a poder. Vamos a ir a muerte', se?al¨®. Pero sobre todo, asegur¨® que su dimisi¨®n no supondr¨¢ un cambio en la pol¨ªtica del municipio.

'El equipo de Gobierno vamos todos a una, y el futuro alcalde, mi mano derecha, Juli¨¢n Mu?oz, sabe lo que tenemos que hacer, y estamos todos de acuerdo. La idea es clara y nosotros vamos a seguir igual', dijo Gil, que trat¨® de disipar los rumores surgidos en los ¨²ltimos d¨ªas sobre una ruptura en sus filas. Adem¨¢s por si quedaban a¨²n dudas sobre su influencia en el futuro Gobierno municipal, anunci¨® que tanto ¨¦l como el futuro alcalde se reunir¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas con los propietarios de los terrenos previstos para la construcci¨®n de 3.000 viviendas sociales. 'Con dos cojones que las vamos a hacer', sentenci¨®.

Tambi¨¦n Juli¨¢n Mu?oz insisti¨® en que el proyecto que llevar¨¢ a efecto 'es el del Grupo Independiente Liberal'. Mu?oz, que ser¨¢ elegido como nuevo alcalde en un pleno municipal para el que a¨²n no se ha fijado fecha, descart¨® fisuras, y prometi¨® 'fidelidad' a su jefe. 'Soy y ser¨¦ un hombre de Gil. Nuestro agradecimiento por los buenos tiempos que hemos pasado juntos y por los malos tiempos que hemos pasado juntos, porque hemos tenido dos cojones para superarlos'.