Lecciones de un torero
Espartaco habl¨® sobre su vida y la lidia a los alumnos de la Escuela de Ingenieros de Bilbao
El diestro Espartaco se enfrent¨® la tarde del pasado martes al toro de su propia vida en un peculiar coso, la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Invitado por la fundaci¨®n de esta facultad de la UPV, Juan Antonio Ruiz particip¨® en el programa de charlas Hitzetan, que quiere difundir entre los futuros ingenieros las experiencias de personas 'cuyos logros constituyen un ejemplo a seguir para todos'. Espartaco ha sido el tercer invitado (a raz¨®n de uno por a?o) del programa Hitzetan, en el que participaron en 2000 y 2001, respectivamente, el seleccionador espa?ol de f¨²tbol, Jos¨¦ Antonio Camacho, y el atleta Mart¨ªn Fiz.
Un centenar de personas, entre alumnos, profesores de la escuela y aficionados a los toros, acudieron al Aula Magna del centro universitario a escuchar a Espartaco. Muy nervioso, seg¨²n ¨¦l mismo confes¨® , el diestro desgran¨® en apenas un cuarto de hora su biograf¨ªa para someterse despu¨¦s durante 75 minutos a las preguntas del p¨²blico.
C¨®mo se vence el miedo, qu¨¦ cornada le ha dolido m¨¢s o qu¨¦ se siente al entrar a matar al toro fueron algunas de las cuestiones que contest¨® el matador sevillano, hoy reconvertido en ganadero.
Espartaco cont¨® que empez¨® a entrenarse con un capote a los 11 a?os. 'De peque?o decid¨ª que quer¨ªa ser torero, pero de una forma especial, porque yo era muy medroso y todo me daba miedo. Yo me hice torero para tener ¨¦xito y poder cumplir el sue?o que mi padre no hab¨ªa conseguido', dijo Ruiz, un matador precoz que tom¨® la alternativa a los 16 a?os, de la mano de El Cordob¨¦s y que se retir¨® el a?o pasado.
La primera vez que sali¨® a hombros por la Puerta del Pr¨ªncipe de La Maestranza fue 'una de las experiencias m¨¢s bonitas' de su vida, dijo Espartaco, quien, tras haber sido el n¨²mero uno del escalaf¨®n taurino durante siete a?os, lo ¨²nico que siente es haber perdido su infancia y juventud.
Ni siquiera se arrepiente de haber jugado el partido ben¨¦fico de f¨²tbol en que se lesion¨® la rodilla, lo que le apart¨® de las cosos durante cuatro a?os.
Sorprendentemente, no anima a nadie a ponerse delante de un toro e incluso entiende las quejas de las asociaciones antitaurinas. 'Los respeto; en las plazas hay momentos crueles', respondi¨® cuando le preguntaron sobre los detractores de las corridas. Un 'no' rotundo recibi¨® la pregunta de si animar¨ªa a los j¨®venes a torear antes que a estudiar. 'Yo les animar¨ªa a que siguieran estudiando. Si yo hubiera tenido la oportunidad de ir a la universidad, lo hubiera hecho', recalc¨®.
Respecto a las dificultades de su propia carrera, cont¨® que ha tenido muchos rivales, el m¨¢s duro de ellos V¨ªctor Mendes, quien estuvo un a?o compitiendo con ¨¦l por el primer puesto. 'Le pegaban una cornada y al d¨ªa siguiente toreaba con los puntos para conseguir ser el n¨²mero uno', cont¨® Espartaco, que no ha olvidado el miedo que ha sentido muchas veces. 'Me despierto todav¨ªa sobresaltado sintiendo el dolor de las cornadas', asegur¨® el diestro de Espartinas.
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