La ruta de un naturista

Seis miradores desde los que divisar las aguas verdosas del embalse del Tranco, 20 kil¨®metros de recorrido junto al agua y una de las sierras de mayor altura del parque natural de Cazorla, Segura y las Villas, son algunas de las posibilidades que ofrece una nueva ruta tur¨ªstica inaugurada esta semana en memoria del naturalista F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente. Situada a 40 kil¨®metros de la localidad de Cazorla, la ruta se sit¨²a en el coraz¨®n del parque, junto a infraestructuras tur¨ªsticas que crecen en una de las zonas m¨¢s visitadas del mayor espacio natural protegido de Espa?a.

Un camino que surge desde el mirador que lleva el nombre de Rodr¨ªguez de la Fuente permite comenzar la ruta observando uno de los aspectos m¨¢s curiosos del pantano, el castillo de Bujaraiza, que emerge desde una isla situada en el centro del Tranco. Se trata del punto en el que se ve la mayor extensi¨®n de agua, ya que es el lugar en el que el embalse tiene una mayor anchura. La ruta bordea la cola del pantano, lo que supone que al final se puede ver enfrente el camino desde su inicio, y nuevamente aparece el castillo, aunque desde su parte posterior, mucho menos vistosa.

En apenas kil¨®metro y medio se abren tres miradores para animar a seguir un recorrido que se puede realizar en todoterreno, en bicicleta o a pie. El camino ofrece la posibilidad de practicar deportes como la pesca o alquilar caballos para cabalgar durante el recorrido. La fauna silvestre de este espacio natural es otra de las posibilidades de visita que encontrar¨¢n los que inicien la ruta.

Seg¨²n se va avanzando en el camino, el pantano se va estrechando por la cola para dejar la vista de un peque?o r¨ªo Guadalquivir que acaba de nacer. Es el paisaje que se divisa en las inmediaciones del c¨¢mping Llanos de Arance, frente al que se ha instalado un ¨¢rea recreativa, Las Golondrinas, que permite descansar despu¨¦s de un ba?o en las aguas de un r¨ªo que todav¨ªa baja tranquilo y con poca profundidad. Superado el c¨¢mping resalta una grandiosa llanura verde en la que pastan con tranquilidad vacas y toros.

Ser¨¢ necesario seguir varios kil¨®metros m¨¢s para llegar al mirador de Mirabueno. Situando la mirada hacia delante se divisa el ¨¢rea de reserva de Bujaraiga, montes repletos de vegetaci¨®n en los que los matices de verdes esperan ser descubiertos. Los pinos salgare?os, los quejigos, encinas y agracejos observan desde la altura las aguas infantiles del Guadalquivir.

A los pies del mirador el r¨ªo ense?a un peque?o trozo de tierra que se ha metido a modo de isla conectada con la ribera, invitando y llamando a un ba?o que despeje el calor de los d¨ªas de sol que ya se avecinan. En cualquier punto del camino que recorre el final del pantano y el inicio del Guadalquivir se puede realizar un alto para ver la naturaleza desplegada en torno a las aguas.

Unos tres kil¨®metros separan este lugar del final de la ruta, pero todav¨ªa quedan por delante dos miradores y un cortijo de inquietante nombre, el de las Animas. El observatorio de Cabeza de la Vi?a sit¨²a al visitante frente al inicio del camino, 20 kil¨®metros m¨¢s all¨¢. Es el punto en el que vuelve a observar la vista de la mayor inmensidad del embalse.

Entre las curiosidades de la ruta destaca que en la parte final se grab¨® una imagen televisiva que ha quedado prendada en la retina de millones de espa?oles, la del ¨¢guila real capturando un chivo y sobrevolando los montes de Cazorla.

Ante ese paisaje es f¨¢cil evocar la imagen de unas alas imponentes, unas u?as poderosas y un asustado chivo que morir¨ªa antes de terminar su vuelo por el cielo. Tambi¨¦n se hicieron famosas las im¨¢genes de Rodr¨ªguez de la Fuente capturadas en el espacio natural con los gritos y las peleas de los ciervos comunes en ¨¦poca de celo.

El embalse del Tranco, situado en la sierra de Las Villas, permite hacer pirag¨¹ismo con alguna de las empresas especializadas que ya han surgido en torno a la zona tur¨ªstica del parque. Otra de las alternativas en toda Las Villas es la pr¨¢ctica de la espeleolog¨ªa. No obstante, el deporte m¨¢s habitual es el del senderismo y el monta?ismo. La elevada presencia en esta zona del parque de paredes verticales de gran altura invita a los m¨¢s decididos a practicar la escalada y la presencia del Guadalquivir permite el descenso en canoas, el rafting o el hidrospeed.