La sensaci¨®n se llama Baraja
El centrocampista volvi¨® de una lesi¨®n cuando el Valencia era octavo y lo ha llevado arriba
'El buz¨®n de voz de este n¨²mero est¨¢ lleno. Por favor, int¨¦ntelo m¨¢s tarde'. El tel¨¦fono m¨®vil de Rub¨¦n Baraja, de 26 a?os, no daba ayer m¨¢s de s¨ª, saturado de llamadas de felicitaci¨®n al futbolista del momento.
Bueno, en realidad hay dos centrocampistas que causan sensaci¨®n en Europa. De uno ya habl¨® el s¨¢bado Paco Flores, el t¨¦cnico del Espanyol, tras perder en Mestalla (2-1): 'Baraja es uno de los jugadores m¨¢s en forma de Europa'. El otro es el motor del Leverkusen, Michael Ballack, de 25 a?os, semifinalista de la Liga de Campeones, quien, por cierto, guarda ciertas similitudes con el medio centro espa?ol: la poderosa personalidad en el campo, el buen manejo del bal¨®n con ambas piernas, el excelente remate de cabeza y la notable capacidad ante el gol. Un total de 15 tantos lleva el alem¨¢n en la Bundesliga. El vallisoletano, aun siendo el m¨¢ximo goleador del Valencia, no llega a tanto: seis en el torneo espa?ol. Pero, claro, es que tiene mucho m¨¢s m¨¦rito, puesto que tan s¨®lo ha disputado 15 partidos debido a las lesiones.
Baraja ha resultado milagroso para el Valencia esta temporada. Cuando regres¨® despu¨¦s de superar una misteriosa lesi¨®n de rodilla que le amarg¨® durante cinco meses, el equipo estaba hundido: el octavo en la clasificaci¨®n y sin haber ganado en los ¨²ltimos cinco partidos. Bien es cierto que ese d¨ªa, el 15 de diciembre, ante el Espanyol, en Montju?c, Baraja s¨®lo disput¨® los ¨²ltimos 15 minutos. Pero es que, a partir de su anhelado retorno, el cuadro de Rafael Ben¨ªtez no par¨® de escalar hasta donde se encuentra hoy: a tres puntos de conquistar la Liga. Ben¨ªtez ten¨ªa, pues, sus motivos cuando se excusaba en la ausencia del vallisoletano para explicar la mala marcha de su equipo.
Claro que la explosi¨®n de Baraja ha venido acompa?ada de la de su compa?ero en la creaci¨®n, Aimar, con quien ha establecido un idilio. 'Es que Pablo nos ha dado un extra de calidad que el resto del grupo no ten¨ªamos', explica, con modestia, Baraja. Lo cierto es que, con Aimar por delante y Albelda por detr¨¢s -quien le libera de ciertas tareas defensivas-, Baraja ha hallado, en el espinazo del Valencia, el h¨¢bitat perfecto para desarrollar su potencial. Hay que contar tambi¨¦n con la frescura f¨ªsica a la que ha llegado a este final de la Liga: el curso pasado disput¨® m¨¢s de 60 partidos.
La dimensi¨®n de Baraja la advirtieron ya en el Atl¨¦tico de Madrid, sobre todo el que fue su t¨¦cnico en el filial, Carlos Aguiar -actualmente, preparador del Legan¨¦s-, que le permiti¨® recuperar el ritmo perdido a base de partidos despu¨¦s de una terrible lesi¨®n de rodilla por la que estuvo siete meses sin jugar. Aguiar fue el primer entrenador que, realmente, se dio cuenta de lo que ten¨ªa entre manos.
Antes, sin embargo, ni Vicente Cantatore ni Sergio Kresic vislumbraron sus virtudes en el Valladolid, en el que debut¨®, con 18 a?os, a las ¨®rdenes de Felipe Mesones. Del Valladolid se iba a ir cedido, con 20, al Almer¨ªa, pero apareci¨® Garc¨ªa Quil¨®n, su representante, y lo meti¨®, casi de matute, en el filial del Atl¨¦tico. Una vez en el Calder¨®n, Arrigo Sacchi lo subi¨® a rega?adientes al primer equipo y, al a?o siguiente, Claudio Ranieri tir¨® de ¨¦l y recomend¨® su fichaje a su ex equipo, el Valencia.
El club de Mestalla acababa de perder a Farin¨®s, que se march¨® al Inter, y quer¨ªa un centrocampista de peso. Dud¨® entre Baraja y Makelele, pero el secretario t¨¦cnico, Javier Subirats, prefiri¨® al primero. Entre otras razones, porque era m¨¢s barato: 12,02 millones de euros.
El m¨¢s caro de la historia
Aun as¨ª, fue el fichaje m¨¢s caro hasta entonces de la historia del Valencia. Una barbaridad, pensaron algunos, por un jugador desconocido fuera del Manzanares. Una ganga, cree ahora el club de Mestalla. De hecho, el Inter que entrena H¨¦ctor C¨²per, que lo conoce muy bien, ha mostrado inter¨¦s en contratarlo.
El propio Baraja fich¨® por el Valencia contra la opini¨®n de sus padres, un empleado de una firma de autom¨®viles y un ama de casa, que prefer¨ªan tenerlo en Madrid, a escasas dos horas de su casa de Valladolid. Pero el chico quiso asumir el reto. En Mestalla conoci¨® a un campe¨®n del mundo, el franc¨¦s Deschamps, que le explic¨® c¨®mo, en una final de la Copa de Europa, uno puede llegar a no sentirse las piernas. Lo pudo comprobar personalmente en Mil¨¢n, el pasado 23 de mayo, cuando perdi¨® la final ante el Bayern de M¨²nich. 'No la podr¨¦ olvidar nunca', dijo Baraja, que ya hab¨ªa perdido dos Copas del Rey con el Atl¨¦tico y que sabe que la gloria est¨¢ separada del infierno, en el f¨²tbol, por escasos cent¨ªmetros. Los que le separan ahora, en plena madurez, de su primer gran t¨ªtulo, la primera Liga del Valencia despu¨¦s de 31 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.