Contin¨²a el maleficio

El pasado jueves, en un art¨ªculo de opini¨®n en este peri¨®dico, comentaba, a prop¨®sito de la cancelaci¨®n de todos los cantantes que este a?o iban a intervenir en el ciclo de conciertos l¨ªricos, que el Teatro Real deb¨ªa de tener una especie de maleficio. Pues bien, el maleficio se volvi¨® a poner de manifiesto ayer en la premi¨¨re de Madama Butterfly. Es verdaderamente una desgracia que en una ¨®pera tan de personaje protagonista como es ¨¦sta se caiga la soprano que encarna el papel principal, y m¨¢s a¨²n si esa soprano es Daniela Dessi, seguramente la cantante que en la actualidad desarrolla el personaje de Cio-Cio-San con un estilo m¨¢s pr¨®ximo a la tradici¨®n de las grandes divas.

Tambi¨¦n se puso de manifiesto el nuevo estilo del teatro pues, en esta ocasi¨®n, estaba claramente anunciada la cancelaci¨®n antes de cruzar la puerta de entrada al teatro, con todo tipo de explicaciones y certificados m¨¦dicos ('una hemorragia en la cara superior de la cuerda vocal derecha de 6 por 2 mil¨ªmetros, con desplazamiento del epitelio de la cuerda vocal que impide la normal vibraci¨®n'), e incluso los periodistas recibimos horas antes una llamada telef¨®nica del gabinete de prensa inform¨¢ndonos de la situaci¨®n. Al menos no se repiten las escenas del homenaje a Alfredo Kraus, o de otras suspensiones que eran conocidas por todo el mundo mientras el teatro guardaba un silencio sepulcral.

La fuerza del destino posibilit¨® que Maria Pia Ionata, que estaba prevista para el segundo reparto, pasase a ocupar la plaza de Dessi. No lo hizo mal, ni mucho menos, pero su actuaci¨®n no pas¨® de una decorosa correcci¨®n. Estuvo voluntariosa, segura, pero su concentraci¨®n en la resoluci¨®n de las abundantes dificultades vocales de Butterfly hizo que t¨¦cnicamente estuviese impecable y, sin embargo, art¨ªsticamente no acab¨® de conseguir ese estremecimiento, esa emoci¨®n, que su personaje lleva consigo. Su trabajo fue, en cualquier caso, generosamente reconocido por el p¨²blico.

La nueva producci¨®n del Teatro Real, dirigida por Mario Gas, contaba con el apoyo de Ezio Frigerio en la escenograf¨ªa y Franca Squarciapino en el vestuario, toda una garant¨ªa de solidez est¨¦tica. La propuesta de Gas permite varios niveles de narraci¨®n. Parte de que se est¨¢ rodando una pel¨ªcula sobre Madama Butterfly, con toda la parafernalia de c¨¢maras, ayudantes, t¨¦cnicos, etc¨¦tera. La pel¨ªcula se proyecta por encima del escenario y de la zona de subtitulaci¨®n, enfatizando sobre todo los primeros planos. El ritual de la tragedia de Butterfly se ve as¨ª desdoblado en dos soportes ling¨¹¨ªsticos complementarios, subordin¨¢ndose la identificaci¨®n emocional directa de un planteamiento realista o colorista o ex¨®tico, por un distanciamiento intelectual. La idea es ingeniosa y es una l¨¢stima que no se desarrollen con mayor amplitud sus posibilidades, especialmente las cinematogr¨¢ficas, pero tambi¨¦n las espec¨ªficamente teatrales. De todas maneras, es una forma de contar que no perjudica a la historia, aunque s¨ª incide en una determinada manera emocional de percibirla. El vestuario es bello, la escenograf¨ªa tiene ese sentido geom¨¦trico y racional que caracteriza la organizaci¨®n espacial de Frigerio.

Sustituciones aparte, el nivel musical de la noche dej¨® bastante que desear. Jos¨¦ Collado estuvo m¨¢s pendiente de forzar los contrastes o de acentuar los golpes de efecto, que de conseguir una atm¨®sfera sutil y po¨¦tica desde el sonido. Fue la suya una lectura de trazo m¨¢s bien grueso y la orquesta se manifest¨® en consonancia. Del reparto vocal -Butterfly aparte- lo m¨¢s destacable fue la l¨ªnea elegante de Enrique Baquerizo en la mayor parte de las escenas. El resto fue bastante deslucido. Si Daniela Dessi se recupera, seguramente dar¨¢ otro aire a las representaciones. Ojal¨¢ sea as¨ª. Lo escuchado ayer no pasa de un aprobadillo raspado.