'Franco opt¨® por la revancha'
La guerra civil se prolong¨® durante a?os de sufrimiento e ignominia para miles de presos pol¨ªticos. Los vencedores aplastaron con su maza vengativa a los vencidos. Franco utiliz¨® a decenas de miles de presos como mano de obra barata para construir pantanos, l¨ªneas f¨¦rreas y canales de riego. El monumento que simboliz¨® la victoria de los sublevados -el Valle de los Ca¨ªdos- fue erigido por estos trabajadores forzados. Muchas empresas se aprovecharon de esta situaci¨®n para reclutar a obreros cualificados sin derechos y con sueldos mis¨¦rrimos. Isa¨ªas Lafuente se ha adentrado en este siniestro episodio hist¨®rico, que se prolong¨® hasta los a?os sesenta. El resultado de su investigaci¨®n es Esclavos por la patria, que ha publicado Ediciones Temas de Hoy y que present¨® ayer en la Feria del Libro de Sevilla. Nacido en Palencia hace 38 a?os, Lafuente es redactor jefe de la Cadena SER y subdirector del programa Hoy por Hoy.
Pregunta. ?Qui¨¦nes fueron los esclavos por la patria?
Respuesta. Fueron los presos generados por la guerra civil y por la legislaci¨®n posterior. En vez de optar por el perd¨®n y sacarlos a la calle, Franco los dej¨® en la c¨¢rcel y los utiliz¨® directamente -para el trabajo de diputaciones, ayuntamientos...- o subarrend¨¢ndolos a empresas. Los presos pol¨ªticos trabajaron para grandes constructoras, como Dragados o Ban¨²s; empresas mineras, como Duro Felguera; cementeras, como Portland-Iberia...
P. ?Cu¨¢ntos presos pol¨ªticos llegaron a trabajar en estas condiciones?
R. Franco hizo el Fichero Fisiot¨¦cnico. Lo podr¨ªamos tambi¨¦n llamar el Inem rojo de Franco. En 1940 hab¨ªa m¨¢s de 100.000 presos en este fichero. Por lo tanto, al menos 100.000 presos pol¨ªticos fueron utilizados como trabajadores forzados. El preso republicano no era un delincuente; era un trabajador cualificado. Los delincuentes comunes ten¨ªan menos cualificaci¨®n profesional y eran m¨¢s conflictivos. En los a?os cuarenta un trabajador forzado cobraba en mano 50 c¨¦ntimos diarios. Si ten¨ªa esposa cobraba 2,5 pesetas diarias y una peseta por cada hijo. El jornal de un obrero era de 14 pesetas. El Estado se quedaba, as¨ª, con un 75% del sueldo del preso pol¨ªtico. Adem¨¢s, se le descontaba del salario el uniforme. Y se le cobraba 1,25 pesetas por cada una de las comunicaciones semanales con sus familiares. Los presos realizaban entre 10 y 12 horas diarias de trabajo. El r¨¦gimen franquista les lleg¨® a descontar el 25% de lo que ganaban con las horas extraordinarias. Con estos datos es dif¨ªcil no llamar esclavos a estos presos pol¨ªticos.
P. La construcci¨®n del Canal del Bajo Guadalquivir entre 1940 y 1962 es un ejemplo claro de esta utilizaci¨®n de presos pol¨ªticos como trabajadores forzados.
R. Fueron empleados en torno a 15.000 presos. La obra del Canal del Bajo Guadalquivir s¨®lo es comparable en importancia al Valle de los Ca¨ªdos y a la l¨ªnea f¨¦rrea Madrid-Burgos.
P. ?Qu¨¦ beneficio aport¨® a Espa?a el trabajo de estos presos?
R. Construyeron los embalses m¨¢s grandes y los canales m¨¢s importantes de aquel momento. Las empresas se beneficiaron de una mano de obra muy cualificada, superbarata y disponible las 24 horas del d¨ªa. Los presos pol¨ªticos fueron fundamentales en el caso de grandes obras, como pantanos y canales de riego, donde se requiere el desplazamiento de miles de trabajadores a lugares que est¨¢n en medio de la nada. Estas grandes obras hubieran sido imposibles sin ellos.
P. Al utilizar a los presos pol¨ªticos como trabajadores forzados Franco enviaba una advertencia a la gente.
R. Era un mensaje claro a los ciudadanos: 'Cuidado, porque esto les pasa a los rojos'. Y a los vencedores se les dec¨ªa: 'Mira lo que hacemos a los rojos'. Se trataba de aplastar al vencido. Franco pod¨ªa haber optado por el perd¨®n; pero opt¨® por la revancha.
P. ?Qu¨¦ actitud tienen hoy en d¨ªa los presos pol¨ªticos supervivientes?
R. Por un lado, hay una ausencia de rencor. Por otro, una cierta decepci¨®n de que nadie les haya pedido perd¨®n y les haya reconocido su trabajo. Y, sobre todo, lamentan que la memoria siga enterrada. Hay un juicio civil pendiente sobre lo que pas¨®. Hay que restablecer el honor de estas personas. Hay que recuperar esa memoria.
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