Barcelona derriba nuevas murallas

Cuando se analice la historia de la Barcelona de este principio de siglo XXI con la suficiente perspectiva, que s¨®lo el tiempo puede ofrecer, es muy posible que la reconversi¨®n del Poblenou como Distrito @ y la celebraci¨®n del F¨°rum Universal de les Cultures se conviertan en dos piezas esenciales del nuevo salto cualitativo que la ciudad habr¨¢ dado en esta ¨¦poca. Sin embargo, otras operaciones urban¨ªsticas y sociales ligadas a las anteriores es probable que adquieran toda su relevante dimensi¨®n, que en el presente quiz¨¢ no alcanzamos a valorar adecuadamente. Nos estamos refiriendo a la trascendental decisi¨®n de crear un nuevo campus universitario en el levante de la ciudad, all¨ª donde empieza la Diagonal, uno de los ejes vertebradores de la ciudad.

Es trascendental crear un nuevo campus universitario donde empieza la Diagonal

Desde el primer momento se configur¨® la idea de aprovechar el gran acontecimiento que Barcelona ofrecer¨¢ al mundo en 2004 para seguir construyendo ciudad. Todos hemos podido ver que los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 sirvieron, entre otras cosas, para resolver la apertura y fusi¨®n de la ciudad con el mar. Ahora, el 2004 nos ha de permitir solucionar otro gran problema heredado: la integraci¨®n de los r¨ªos que hasta ahora han sido frontera en la trama de la ciudad real metropolitana. El Llobregat, a poniente, se convertir¨¢ en la gran ¨¢rea log¨ªstica de la metr¨®poli (aeropuerto, puerto, ZAL,...) y el Bes¨°s, a levante, permitir¨¢ configurar esa nueva centralidad urbana (a la que hay que a?adir la estaci¨®n de la Sagrera) que permitir¨¢ ordenar y fusionar territorialmente Barcelona con Sant Adri¨¤ y Santa Coloma, dejando de ser el Bes¨°s una barrera. Y una pieza esencial de toda esta operaci¨®n para acabar Barcelona -?bien entendido que la ciudad no se acaba nunca!- ser¨¢ el llamado Campus de Llevant.

Podemos imaginar f¨¢cilmente lo que supondr¨¢ para esa ¨¢rea la actividad de profesores, estudiantes y personal de administraci¨®n y servicios. Basta hacer un r¨¢pido paralelismo y juzgar lo que en los ¨²ltimos a?os ha representado para el centro de Barcelona la implantaci¨®n de las universidades Pompeu Fabra y Ramon Llull. Ahora, cuando ya tenemos la perspectiva que dan los m¨¢s de diez a?os transcurridos desde la creaci¨®n de la UPF, podemos valorar en toda su relevancia el hecho de que el entonces responsable de Universidades, Josep Laporte, insistiera tenazmente ante el president de la Generalitat para que la nueva universidad p¨²blica catalana que se estaba gestando fuera urbana, y que el proyecto contara con la decisiva complicidad del alcalde Pasqual Maragall.

Hay m¨¢s ejemplos. Uno de los m¨¢s importantes es el proyecto de Portal del Coneixement, en el ¨¢rea de poniente de la Diagonal. Con ¨¦l no s¨®lo se materializar¨¢n y estrechar¨¢n las relaciones entre la Universidad de Barcelona y la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, sino que adem¨¢s ha de facilitar a¨²n m¨¢s la integraci¨®n de la universidad en el tejido urbano, pues lo que en un d¨ªa fue la periferia de la ciudad hoy es, gracias sobre todo al impulso que ha representado la universidad, aut¨¦ntica urbe, con sus restaurantes, comercios, hoteles, residencias de estudiantes, instalaciones deportivas y hasta un gran centro de convenciones. A¨²n podr¨ªamos citar otras iniciativas en curso, como el impulso que ha de representar el Parc de Recerca Biom¨¨dica para el ¨¢rea del hospital del Mar.

En el caso del Campus de Llevant, su componente de dinamizaci¨®n social y cultural afectar¨¢ muy directamente tambi¨¦n a Sant Adri¨¤, Santa Coloma, Badalona... No hay duda, adem¨¢s, de que en torno al campus surgir¨¢n

nuevas iniciativas -algunas ya se est¨¢n gestando-, porque la Universidad act¨²a siempre como catalizadora del desarrollo territorial y econ¨®mico. Sobre todo si corresponde a nuestro modelo mediterr¨¢neo de mezcla en el tejido urbano y en la diversidad de actividades productivas, que en este caso se acrecentar¨¢n y se alimentar¨¢n sin¨¦rgicamente con el 22@, el centro de convenciones y el sector de la estaci¨®n del AVE en la Sagrera, y que convertir¨¢n sin duda a toda esta zona en una de las de mayor crecimiento econ¨®mico, social y cultural del ¨¢rea metropolitana, incluso creemos no exagerar si afirmamos que de toda Catalu?a.

No deja de ser hist¨®ricamente significativo -y establece un cierto paralelismo con la situaci¨®n actual- el hecho de que el primer edificio que se construy¨® cuando, a finales del siglo XIX, Barcelona derrib¨® sus murallas bajo el impulso de la revoluci¨®n industrial -que tambi¨¦n dio vida y expansi¨®n a Poblenou- fue precisamente el que preside la plaza de la Universitat, de Elies Rogent. Este hito de nuestro legado constituye todo un s¨ªmbolo de que la ciudad, cuando decidi¨® romper el cors¨¦ f¨ªsico heredado, apost¨® con singular fortaleza por la educaci¨®n, el fomento del esp¨ªritu cr¨ªtico, el discurso del rigor... en suma, por el impulso del saber. Hoy la ciudad, protagonista de la nueva revoluci¨®n que experimenta el mundo, apuesta de nuevo por la Universidad y por el conocimiento. Y hoy, como en el pasado, Barcelona sabe que no s¨®lo debe derribar sus murallas y barreras f¨ªsicas, sino cualquier limitaci¨®n a su capacidad de expansi¨®n creativa para poder seguir siendo -como la bautiz¨® Neewsweek el pasado 30 de abril- 'the city of beauty and brains', literalmente la ciudad de la belleza y los cerebros. O dicho en otras palabras, de la calidad de vida y del talento.

nuevas iniciativas -algunas ya se est¨¢n gestando-, porque la Universidad act¨²a siempre como catalizadora del desarrollo territorial y econ¨®mico. Sobre todo si corresponde a nuestro modelo mediterr¨¢neo de mezcla en el tejido urbano y en la diversidad de actividades productivas, que en este caso se acrecentar¨¢n y se alimentar¨¢n sin¨¦rgicamente con el 22@, el centro de convenciones y el sector de la estaci¨®n del AVE en la Sagrera, y que convertir¨¢n sin duda a toda esta zona en una de las de mayor crecimiento econ¨®mico, social y cultural del ¨¢rea metropolitana, incluso creemos no exagerar si afirmamos que de toda Catalu?a.

No deja de ser hist¨®ricamente significativo -y establece un cierto paralelismo con la situaci¨®n actual- el hecho de que el primer edificio que se construy¨® cuando, a finales del siglo XIX, Barcelona derrib¨® sus murallas bajo el impulso de la revoluci¨®n industrial -que tambi¨¦n dio vida y expansi¨®n a Poblenou- fue precisamente el que preside la plaza de la Universitat, de Elies Rogent. Este hito de nuestro legado constituye todo un s¨ªmbolo de que la ciudad, cuando decidi¨® romper el cors¨¦ f¨ªsico heredado, apost¨® con singular fortaleza por la educaci¨®n, el fomento del esp¨ªritu cr¨ªtico, el discurso del rigor... en suma, por el impulso del saber. Hoy la ciudad, protagonista de la nueva revoluci¨®n que experimenta el mundo, apuesta de nuevo por la Universidad y por el conocimiento. Y hoy, como en el pasado, Barcelona sabe que no s¨®lo debe derribar sus murallas y barreras f¨ªsicas, sino cualquier limitaci¨®n a su capacidad de expansi¨®n creativa para poder seguir siendo -como la bautiz¨® Neewsweek el pasado 30 de abril- 'the city of beauty and brains', literalmente la ciudad de la belleza y los cerebros. O dicho en otras palabras, de la calidad de vida y del talento.

Vladimir de Semir es concejal de Ciudad del Conocimiento de Barcelona.