?Pleno empleo o renta b¨¢sica?

La nueva reforma laboral se fundamenta te¨®ricamente en el argumento que ha planteado el presidente del Gobierno espa?ol: hay en las oficinas del Inem 36.000 ofertas de empleo sin cubrir, a pesar del paro existente.

Se propone eliminar las ayudas a los parados, si por tercera vez rechazan una oferta laboral. Se alude a la insolidaridad de los desempleados y a razonamientos pseudo¨¦ticos, que son eufemismo de lo que no es otra cosa que un chantaje a los desempleados.

En una sociedad de libre mercado, tal como reconoce la Constituci¨®n Espa?ola, la relaci¨®n entre oferta y demanda de empleo se regula mediante el salario. Lo que habr¨¢ que hacer es incrementar la oferta salarial de dichos empleos hasta que sean aceptados. Tal es la regulaci¨®n l¨®gica del empleo. Por el contrario, el intervencionismo desde el Estado impone condiciones que desequilibran la oferta y demanda laboral. Es como si un producto no se vendiera y el Gobierno decidiera expropiar una parte del salario de los trabajadores que no lo adquiriesen, con la 'raz¨®n ¨¦tica' de mantener los puestos de trabajo. Lo que habr¨¢ que hacer es, dentro del libre mercado, abaratar el producto, hasta que al comprador le interese adquirirlo.

Por otra parte, el desarrollo tecnol¨®gico hace que cada vez se produzca m¨¢s riqueza necesitando menos mano de obra. El pleno empleo s¨®lo es posible en sociedades totalitarias. Tal fue el reclamo econ¨®mico durante la sociedad industrial de los modelos fascistas y comunistas. El apoyo a Le Pen en Francia y otros similares en diversos pa¨ªses europeos deber¨ªa hacernos pensar que hay que buscar medidas, como anta?o se recurri¨® al keynesianismo en sociedades democr¨¢ticas, para solucionar paradojas econ¨®micas que requieren definir una nueva realidad. Para desarrollar la democracia y el libre mercado es necesaria la renta b¨¢sica, es decir, un salario m¨ªnimo a toda persona de manera incondicional. Hay riqueza suficiente para poderlo aplicar.