La fuerza del documental irrumpe en M¨¢laga

El rigor ha vuelto a imponerse a los grandes nombres y los repartos millonarios. Una notable indagaci¨®n sociosentimental, La novia de L¨¢zaro, cuarto filme de Fernando Merinero, demostr¨® ayer en M¨¢laga la viabilidad de un producto hecho con extremo cuidado, gran inspiraci¨®n y voluntaria confusi¨®n entre ficci¨®n y realidad, a partir de un presupuesto ¨ªnfimo. El t¨ªtulo m¨¢s esperado fue en cambio decepcionante: Nowhere, deb¨² del escritor Luis Sep¨²lveda, que se estrena la pr¨®xima semana, resulta insalvable a pesar de un reparto en el que actores como Harvey Keitel, Leonardo Sbaraglia, Jorge Perugorr¨ªa o ?ngela Molina poco pueden hacer con personajes metidos en situaciones incre¨ªbles.

En La novia de L¨¢zaro, filme que cuenta, con ejemplar desgarro, las dificultades de adaptaci¨®n de una inmigrante cubana (Claudia Rojas, la protagonista de La vida es silbar, espl¨¦ndida) a la vida madrile?a, explora Fernando Merinero una v¨ªa de improvisaci¨®n y rodaje a tumba abierta del que se beneficia, y no poco, la credibilidad y la palpitante vida que por ¨¦l transita. Prisionera de una relaci¨®n con el L¨¢zaro del t¨ªtulo, drogadicto y alocado, la chica ir¨¢ intentando buscar su camino en un medio hostil, para el que su sensibilidad y su predisposici¨®n mental no la ayudan.

'Experimentos'

'Mi pel¨ªcula no parte de un gui¨®n cerrado, sino de un argumento que se fue construyendo durante los cuatro meses de rodaje. Eso nos ha dado un gui¨®n y una pel¨ªcula viva. Indudablemente es imperfecta, pero es que la vida tambi¨¦n lo es', reconoci¨® ayer el director. Merinero admiti¨® las comparaciones con la multipremiada En construcci¨®n, de Jos¨¦ Luis Guer¨ªn, en la medida de que ambos filmes parten de una situaci¨®n abierta que se urde mientras se rueda y se ultima en el montaje. 'En ese sentido el filme est¨¢ cercano al documental; pero creo que muchas veces la industria y el poder no aceptan estos 'experimentos' porque la vida en libertad muchas veces les resulta sospechosa. Pero yo deseo llegar al mayor n¨²mero de p¨²blico y que despierte y que sepa que el cine no puede convertirse s¨®lo en una sucursal de televisi¨®n', a?adi¨®.

En la atractiva secci¨®n dedicada al documental espa?ol y latinoamericano la amplitud tem¨¢tica y la experimentaci¨®n formal han venido de dos propuestas afortunadas: la argentina Bonanza de Ulises Rossell, indagaci¨®n, rodada durante cuatro a?os, de la vida de una familia del extrarradio bonaerense que vive de vender p¨¢jaros, chatarra y culebras, y cuya existencia da pie a una chocante puesta en cuesti¨®n de la noci¨®n misma de libertad individual, y Estadio Nacional, de la chilena Carmen Luz Parot, que urga en la memoria de antiguos prisioneros de aquel tristemente conocido campo de f¨²tbol.