Los ultras y la impunidad
La violencia de los ultras-sur el mi¨¦rcoles, contra polic¨ªas y periodistas, y la de los boixos nois tirando bengalas contra el p¨²blico del partido Madrid-Bar?a no es s¨®lo impresentable sino incomprensible. Incomprensible por la actitud indolente y c¨®mplice por omisi¨®n de las autoridades pol¨ªticas y deportivas ante este fen¨®meno
de fascismo moderno.
Ahora que Le Pen asusta a Europa, sus cachorros en Espa?a campan por sus respetos, y lo mismo golpean a fot¨®grafos, que apalean a gente que tiene un color de piel diferente, o amenazan y aterrorizan a ancianos y ni?os en sus conocidas juergas despu¨¦s de los partidos.
No me cabe en la cabeza que el Ministerio del Interior no se tome tan en serio esta especie de kale borroka madrile?a como la del Pa¨ªs Vasco. Ni por qu¨¦ los clubes consienten, y hasta miman, a estos chicos terriblemente peligrosos con la excusa o coartada de que son, en el fondo, '¨²tiles' para animar al equipo, que es lo ¨²nico que de verdad parece interesar a los directivos.
El Real Madrid est¨¢ dirigido por gente de trayectoria inequ¨ªvocamente democr¨¢tica. Es muy dif¨ªcil entender su pasividad para con la peor lacra de ese deporte popular y emocionante que es el f¨²tbol. ?Para cu¨¢ndo medidas que acaben con la impune violencia ultra?
Diego L¨®pez Garrido es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y miembro de la Ejecutiva del PSOE.
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