El f¨²tbol vuelve a dar miedo
La proliferaci¨®n de actos violentos siembra el temor de los aficionados y obliga a las autoridades a tomar cartas
Europa confirm¨® sus sospechas. La semifinal entre el Madrid y el Bar?a reflej¨® el recrudecimiento de las acciones violentas de los grupos radicales con las agresiones de los ultrasur antes del partido y el lanzamiento de dos bengalas por parte de los boixos nois desde la ¨²ltima grada del Bernab¨¦u, que cayeron en un sector de la tribuna. Los incidentes se saldaron con cinco detenidos. Pero lo ocurrido en el Bernab¨¦u y sus inmediaciones no fue algo aislado. Se han repetido en los ¨²ltimos meses, desde Par¨ªs (en el Par¨ªs-Sain Germain-Olimpique de Marsella) a Sevilla (lanzamiento de bengalas en el estadio del Betis) pasando por Roma (graves incidentes tras el Roma-Galatsaray con agresiones entre jugadores, t¨¦cnicos y polic¨ªas). La mancha se ha extendido y la Comisi¨®n Europea ha encargado a un grupo de expertos que elaboren un programa -se denominar¨¢ Eurofan- para atajar la violencia en el f¨²tbol. La FIFA obligar¨¢ en 2003 a todos los estadios a que extremen la seguridad y a las federaciones que esmeren el control.
'Fue muy grave lo que pas¨® tanto fuera como dentro del Bernab¨¦u', afirm¨® una fuente policial que confes¨® el temor a que cualquier d¨ªa se tengan que lamentar v¨ªctimas. La UEFA consider¨® a principio de a?o que los estadios espa?oles superaban a la media europea en cuanto a seguridad. Quiz¨¢ su opini¨®n sea ahora distinta, porque la FIFA ha observado que no siempre esas normas se ejecutan. El caso m¨¢s grave es muy reciente: el pasado 23 de marzo, un hincha entr¨® en el campo del Betis con un artilugio con el que lanz¨® 13 cohetes que cayeron sobre la afici¨®n rival, la del Sevilla. Sin ir m¨¢s lejos, la UEFA ya apercibi¨® de cierre al Camp Nou (hubo lanzamiento de bengalas y una de ellas alcanz¨® al portero del Panathinaikos). Y hace tres meses, unos boixos tomaron al asalto el antepalco del Camp Nou, donde golpearon a un c¨¢mara.
'Los estadios espa?oles se ajustan a la normativa, pero no siempre la cumplen y a veces hay riesgo para la seguridad de las personas', dijo ayer Eladio Jare?o, portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno en Barcelona que particip¨® en el Congreso sobre los hooligans celebrado en marzo en Bruselas. Mandos policiales, la FIFA, cargos municipales y de clubes constataron que la violencia en el f¨²tbol es un fen¨®meno global. S¨®lo China, Jap¨®n y Corea, sedes estos dos ¨²ltimos pa¨ªses del Mundial, est¨¢n libres de la plaga. Los estadios de Oriente Pr¨®ximo y ?frica carecen de la seguridad m¨ªnima, en Suram¨¦rica los radicales son pasto de la desestabilizaci¨®n social, con especial menci¨®n a Argentina, donde no hay jornada que est¨¦ libre de graves incidentes, y en Europa el problema es s¨®lo la punta del iceberg por la pujanza de la ultraderecha. El programa Eurofan intentar¨¢ combinar la funci¨®n policial con la preevenci¨®n social y el compromiso de los clubes.
El mimetismo est¨¢ en marcha: tras los incidentes de Sevilla se produjo una encendida invasi¨®n del campo del Oviedo y el presidente del Villarreal, Fernando Roig, hizo algo inaudito: baj¨® al c¨¦sped para insultar a un juez de l¨ªnea tras la expulsi¨®n de un jugador. La ¨²ltima jornada se cerr¨® con un doble aviso: Lussenhoff, argentino del Tenerife, intent¨® atropellar a un seguidor, que le replic¨® lanzando un adoqu¨ªn contra el cristal de su coche, tras la derrota ante el Valladolid (1-5). Y varios jugadores del Zaragoza tuvieron que refugiarse tres horas en el vestuario para no ser linchados por sus propios aficionados. El colof¨®n se produjo en el Bernab¨¦u, tanto dentro como fuera del estadio, en un partido vigilado por m¨¢s de 700 polic¨ªas.
Los graves incidentes se saldaron con cinco detenidos: tres ultra sur, uno por los sucesos anteriores al partido y los otros dos por apedrear un autocar de hinchas del Bar?a, y dos boixos nois, por el lanzamiento de bengalas. La peor parte se la llev¨® Antonio Jim¨¦nez, fot¨®grafo de El Peri¨®dico de Catalunya, que fue hospitalizado tras ser pateado por varios ultras (nadie les detuvo), lo que le provoc¨® una fractura en el codo y una luxaci¨®n en el hombro. Los ultras incluso intimidaron haciendo fotos a los periodistas que entraban en el estadio. La Asociaci¨®n Nacional de Informadores Gr¨¢ficos emprender¨¢ acciones legales contra ellos.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuategui, defendi¨®, sin embargo, la actuaci¨®n policial: 'Un grupo de aficionados volc¨® dos coches y se meti¨® con un periodista. La polic¨ªa actu¨® adecuadamente. Los agentes no pueden ser los primeros en cargar. Hay que aguantar y guardar el equilibrio. Si no, dir¨ªan que fuimos nosotros quienes provocamos los sucesos'.
El presidente del Real Madrid, Florentino P¨¦rez, lament¨® los altercados, pero exculp¨® a su club al alegar que los incidentes ocurrieron fuera del estadio y que la responsabilidad recae en la polic¨ªa. Pero, am¨¦n de que en el fondo sur volvieron a ondear banderas preconstitucionales, la bengala que vol¨® en el Bernab¨¦u fue introducida en el estadio pese a que todos los hinchas del Bar?a fueron cacheados en los accesos. A¨²n es m¨¢s: uno de ellos esgrimi¨® una navaja abierta cuando intentaba ser reducido por la polic¨ªa.
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