?Qu¨¦ demonios le pasa a Figo?

El que se suba a un tranv¨ªa en Lisboa para ir del Chiado a la Alfama se encontrar¨¢ unas diez veces con el primer plano de Luis Figo. '?Ven al Mundial', dice, sonriente en la barra de un bar, en una foto publicitaria de la Coca Cola estampada por doquier en el mobiliario urbano. La petrolera Galp y la marca de ropa deportiva Nike tambi¨¦n redoblan la explotaci¨®n de su imagen ante la cita de Corea y Jap¨®n, prevista para fines de junio. En Madrid, la realidad del mejor jugador del mundo, seg¨²n la FIFA, es amarga.

Pitado por su p¨²blico en el Bernab¨¦u, criticado y humillado ante la imposibilidad de irse de sus marcadores cada vez que recibe el bal¨®n, Figo vive un calvario silencioso. Ante el Bar?a se hizo evidente que algo extra?o le pasa. Vagamente, dijo tras el partido que su tobillo le molestaba. Lo que no confes¨® es que vive empe?ando desde hace d¨ªas en forzar una recuperaci¨®n que se le pone cuesta arriba. Que la lesi¨®n que sufri¨® en el tobillo derecho, tras una entrada de Silva, contra el Oporto, fue m¨¢s grave de lo que parec¨ªa. Que aquella noche de febrero, sus ligamentos se le rompieron y todav¨ªa no cicatrizan. En suma, que apenas tiene fuerza en el tobillo para jugar al f¨²tbol. Puede correr pero no puede meter los centros que sol¨ªa -puro juego de tobillo-, ni puede irse de sus rivales con unas m¨ªnimas garant¨ªas de desbordarlos. Intenta recuperarse, pero, con dos partidos por semana le falta tiempo para lograrlo.

El jefe de los servicios m¨¦dicos del Madrid, Alfonso del Corral, explica que ante el esguince de tobillo de Figo existen dos opciones terap¨¦uticas: el tratamiento 'funcional ortop¨¦dico' y 'el m¨¢s definitivo, el quir¨²rgico'. En una hipot¨¦tica operaci¨®n, Del Corral habr¨ªa 'reconstruido el sistema c¨¢psulo-ligamentoso del tobillo'. En este caso la recuperaci¨®n habr¨ªa tomado meses, y el jugador se habr¨ªa perdido el Mundial y el ¨²ltimo tramo de la Liga. As¨ª que Del Corral opt¨® por lo segundo.

Ahora, el m¨¦dico aprecia 'una buena rehabilitaci¨®n, con un resultado satisfactorio'. Y puntualiza: 'Pero el ligamento todav¨ªa no ha cicatrizado, y si adem¨¢s le dan golpes... Porque hay d¨ªas y d¨ªas. Hay d¨ªas excelentes en que Figo hace muy buenos partidos, como la vuelta contra el Bayern, y otros d¨ªas que tiene molestias'.

'Apostamos por el tratamiento funcional pero la medicina no es una ciencia exacta', prosigue Del Corral. 'Nunca se pueden prever con toda seguridad las consecuencias de un tratamiento. Yo no creo que Figo necesite cirug¨ªa. Espero seguir recuper¨¢ndole, y que pueda seguir entren¨¢ndose y jugando partidos hasta llegar al Mundial. El problema es que el descanso es la clave en el tratamiento ortop¨¦dico y Figo no ha dispuesto del tiempo suficiente'.

Para acentuar la paradoja Figo quiso jugar la final de la Copa y agrav¨® su lesi¨®n cuando s¨®lo llevaba diez d¨ªas de recuperaci¨®n.

La capacidad de maniobra de Figo es limitada porque lo atan intereses contrapuestos. Necesita curarse pero, sobre todo, necesita ir al Mundial para satisfacer plenamente los contratos que ¨¦l y el Madrid firmaron con Nike, Coca Cola y Galp -le pagan unos diez millones de euros, a ¨¦l y al club-. De otro lado, la selecci¨®n de Portugal le considera una pieza fundamental, y en el Madrid del Centenario, por su condici¨®n de jugador bandera del proyecto de Florentino P¨¦rez, su papel es notorio.

Desde la grada, el juego de Figo parece inconsistente. Contra el Bar?a se desfond¨® a correr. Pero perdi¨® todos los balones divididos, no dio pases medidos, prefiri¨® descargar a buscar el uno contra uno, y cuando le toc¨® centrar, sus balones volaron bajo. En el vestuario, quienes conviven con ¨¦l, como Del Corral, se sorprenden por su resistencia al dolor.