El Pen Club concede el Premio Nabokov a Mario Vargas Llosa
El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, que pasa unos d¨ªas en Madrid, recibi¨® la noticia del galard¨®n cuando se lo llam¨® para conocer sus impresiones. '?Puede leerme el cable?', pregunt¨®. Y se le ley¨® la noticia, que recog¨ªa la agencia Efe, y que contaba que el prestigioso Centro Pen le acababa de conceder el Premio Nabokov 2002, que se otorga cada dos a?os a un escritor vivo que escriba o haya sido traducido al ingl¨¦s, y que haya destacado por la variedad de g¨¦neros y su originalidad. El premio, que es el m¨¢s importante que concede este centro, tiene una dotaci¨®n econ¨®mica de 20.000 d¨®lares (unos 22.700 euros).
Mario Vargas Llosa no ocult¨® su satisfacci¨®n por la cuant¨ªa del premio, que le llov¨ªa del cielo sin que hubiera o¨ªdo sino lejanos murmullos. 'Me halaga particularmente por tratarse de un premio que lleva el nombre de Nabokov, un escritor al que admiro profundamente', dijo. 'Es posible que el ¨¦xito de Lolita haya ocultado su inmensa obra literaria, una de las m¨¢s personales del siglo XX. Sus tramas alambicadas, la complejidad de su mirada sobre la condici¨®n humana, su barroquismo, todo ello hace de ¨¦l un escritor inmenso e inclasificable. Quiz¨¢, en nuestra lengua, su originalidad pueda ser equiparable a la de Borges'.
Una historia de lucha
El Pen Club -cuyo nombre procede del t¨¦rmino ingl¨¦s pluma y cuyas tres letras corresponden a las may¨²sculas de poetas, ensayistas y novelistas- apareci¨® poco despu¨¦s de la I Guerra Mundial, en 1921. Ya hab¨ªa triunfado la revoluci¨®n sovi¨¦tica y se anunciaba el fascismo y, por tanto, los escritores empezaban a padecer presiones f¨ªsicas y morales. Desde el primer momento, el Pen Club se volc¨® en la lucha por la libertad de expresi¨®n y contra todo mecanismo de censura. Lo hac¨ªa, adem¨¢s, en un momento en que el sistema parlamentario era cuestionado por su debilidad ante el ascenso de los sistemas totalitarios. Lo han presidido, entre otros, Jules Romains, Maeterlinck, Arthur Miller y Heinrich B?ll. El propio Vargas Llosa, durante tres a?os en la d¨¦cada de los setenta, estuvo al frente del centro, que goza actualmente en Espa?a de delegaciones muy activas en Galicia y Catalu?a. El Pen fue prohibido en la URSS y en los pa¨ªses comunistas, en la Alemania nazi, en la Italia fascista y en la Espa?a de Franco.
As¨ª que el galard¨®n de 2002 que otorga el Pen premia la obra de un autor que no ha rehuido, y que sigue reclamando, la presencia de los intelectuales en la vida p¨²blica. En cualquier caso, se trata de un premio literario, y Vargas Llosa insiste en su admiraci¨®n por Nabokov. Habla de P¨¢lido fuego ('una trama escrita a partir de comentarios a pie de p¨¢gina') y de la excelente traducci¨®n que hizo Aurora Bern¨¢rdez. Y luego decide volver al trabajo, a la escritura de su nueva novela, que la llamada hab¨ªa interrumpido. Reconoce, eso s¨ª, que lo har¨¢ con 'mucho m¨¢s entusiasmo'.
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