Rugova culpa a Milosevic ante el Tribunal de La Haya de la destrucci¨®n de Kosovo

Fiel a su imagen de acad¨¦mico algo despistado, pero alerta a la hora de defender sus convicciones, Ibrahim Rugova, presidente de Kosovo, acus¨® ayer al ex presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic de haber planeado la destrucci¨®n de la provincia serbia por medio de la guerra. Convocado como testigo de la fiscal¨ªa ante el Tribunal Internacional Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY), el pol¨ªtico alban¨¦s asegur¨® tambi¨¦n que sus pol¨¦micas entrevistas con el acusado, durante las guerras de los Balcanes, le fueron impuestas para desacreditarle.

Con su caracter¨ªstico pa?uelo de seda anudado al cuello y un jersey rojo debajo de un traje negro, Rugova ley¨® sereno por la ma?ana su testimonio. No mir¨® a Milosevic, quien prefiri¨® observar el techo y bostezar cuando Rugova asegur¨® que la ruina de Kosovo se fragu¨® despojando primero a la poblaci¨®n albanesa de sus derechos. 'En 1993, unos 150.000 ciudadanos perdieron su empleo por culpa de su etnia. Luego le lleg¨® el turno a los medios de comunicaci¨®n en alban¨¦s. La radio y la televisi¨®n fueron cerradas, y los periodistas, echados a la calle', dijo.

En uno de los momentos m¨¢s esperados de su declaraci¨®n, Rugova asegur¨® que le impusieron con amenazas sus tres pol¨¦micos encuentros con Milosevic en 1999: 'No quer¨ªa ir y me dijeron que me atuviera a las consecuencias si desairaba al l¨ªder serbio'. Las visitas fueron filmadas por la televisi¨®n, y una de ellas, la efectuada el 1 de abril de ese a?o tras los primeros bombardeos de la OTAN, fue muy criticada en Pristina, la capital de la provincia aut¨®noma. 'Hubo un comunicado conjunto. Lo rechac¨¦, pero no tuve m¨¢s remedio que emitirlo', afirm¨® Rugova.

Al d¨ªa siguiente de su ¨²ltima cita, el 4 de mayo, Milosevic le autoriz¨® a viajar a Italia con su familia. Rugova no ocult¨® haber temido por su seguridad y la de los suyos, pero no por ello se convirti¨® en colaboracionista de los serbios. Esta teor¨ªa est¨¢ alimentada por Milosevic, que asegura haberle salvado la vida al apartarlo de los extremistas albaneses.

Pacifista convencido y apodado el 'Gandhi de los Balcanes', el partido que fund¨® en 1989, la Liga Democr¨¢tica de Kosovo (LDK), acab¨® siendo tildada de demasiado blanda por los independentistas del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK). Cuando el ELK pas¨® a la acci¨®n en 1998, despu¨¦s de que los acuerdos de Dayton de 1995 dejaran sin resolver el conflicto de Kosovo, Milosevic aprovech¨® para lanzar su ofensiva. En La Haya, Milosevic sostiene siempre que luch¨® contra el terrorismo. Testigos de la acusaci¨®n que han declarado desde febrero afirman que la expulsi¨®n de 800.000 albaneses, entre 1998 y 1999, se debi¨® a la persecuci¨®n indiscriminada y la limpieza ¨¦tnica.

Durante el careo, Milosevic aprovech¨® para preguntarle a Rugova si consideraba a la guerrilla albanesa una organizaci¨®n terrorista. 'Eso es pura propaganda. Se revolvieron contra la represi¨®n para recuperar las libertades de nuestro pueblo', le contest¨® Rugova. Con las gafas en la mano y agitando sus notas, Milosevic insisti¨®. No le parec¨ªa a su oponente que hab¨ªa sido un t¨ªtere en manos de las potencias occidentales. 'La comunidad internacional sali¨® en nuestra defensa y de los derechos humanos. Estaban en contra de las masacres perpetradas por Belgrado y por usted', le contest¨® Rugova, que s¨®lo le mir¨® en una ocasi¨®n. Fue para a?adir que Kosovo 'es de los kosovares y Belgrado tiene que dejarlos en paz de una vez'.