Que investiguen otros

Los datos de la ejecuci¨®n presupuestaria de 2001 de los programas de apoyo a la investigaci¨®n cient¨ªfica que configuraban el Plan Nacional de I+D son preocupantes. Tan s¨®lo se ha gastado un 30% de lo presupuestado, cerca de 300 millones de euros, perdi¨¦ndose el otro 70% para el fomento de la investigaci¨®n. Y no es que no existan proyectos o grupos en los que invertir ese dinero; lo que ocurre es que las demoras en la tramitaci¨®n de proyectos y en el libramiento de los fondos concedidos a los investigadores se han ido acumulando y han hecho imposible cumplir los plazos previstos.

Las consecuencias de estos incumplimientos son graves, porque la investigaci¨®n de calidad tiene siempre un referente internacional y lo que no se haga a tiempo es seguro que lo har¨¢n otros. Muchas universidades y organismos de investigaci¨®n est¨¢n intentando paliar el problema adelantando una parte de los fondos aprobados, pero este mecanismo tiene l¨ªmites muy estrechos y s¨®lo puede actuar transitoriamente. Hay que temer que los gastos comprometidos y no satisfechos el a?o pasado, recuperados por Hacienda, habr¨¢n de afrontarse con el presupuesto del a?o que viene, disminuyendo as¨ª el margen de maniobra y las posibilidades de financiaci¨®n de nuevos proyectos.

No es s¨®lo, entonces, que el esfuerzo presupuestario que se hace en nuestro pa¨ªs en investigaci¨®n y desarrollo se sit¨²e en menos de la mitad de la media europea, y que esta falta de iniciativa en un campo estrat¨¦gico comprometa gravemente nuestro futuro, sino que, adem¨¢s, la ineficacia en la gesti¨®n de esos recursos escasos los reduce todav¨ªa m¨¢s en la pr¨¢ctica. La creaci¨®n del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa fue bien acogida por los cient¨ªficos y suscit¨® esperanzas de mejor coordinaci¨®n, m¨¢s agilidad y un mayor apoyo a su labor. La realidad ha defraudado esas esperanzas. El ministerio no ha sido capaz de generar en el Gobierno una voluntad real de incrementar el esfuerzo en I+D de forma perceptible y sostenida, hasta el punto de encontrarnos donde est¨¢bamos hace una d¨¦cada, es decir, estancados.

El problema es serio y la ministra Birul¨¦s deber¨ªa proporcionar una explicaci¨®n cre¨ªble de sus causas y de las medidas adoptadas para resolverlo. Los investigadores y cuantos creen que la investigaci¨®n es una asignatura pendiente en nuestro progreso lo agradecer¨¢n.