'Xe que bo, el Val¨¨ncia campi¨®!'
Decenas de miles de aficionados celebran la Liga en Mestalla y el Ayuntamiento - La alegr¨ªa se desborda en la ciudad, que vivi¨® con gran intensidad el decisivo partido
M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, el valencianismo grit¨® al un¨ªsono el c¨¢ntico m¨¢s esperado por la hinchada: '?campeones, campeones!'. La alegr¨ªa por el t¨ªtulo de Liga conquistado por el Valencia Club de F¨²tbol tras su victoria en M¨¢laga (0-2), se desbord¨® por toda la ciudad, y especialmente en los alrededores de Mestalla y la Plaza del Ayuntamiento. Tras dos finales de la Liga de Campeones perdidas consecutivamente, miles de aficionados celebraron al grito de 'Xe que bo, el Val¨¨ncia campi¨®!' hasta altas horas de la noche un t¨ªtulo que el club no ganaba desde 1971.
El calendario del valencianismo enlaz¨® ayer con una inmensa explosi¨®n de alegr¨ªa dos fechas que forman ya parte de su historia. 18 de abril de 1971 y 5 de mayo de 2002. O sea, las dos ¨²ltimas veces que el Valencia ha conquistado la Liga. Todo ese tiempo ha esperado la hinchada de Mestalla para cantar el alir¨®n. 31 a?os y 17 d¨ªas, o lo que es lo mismo, 11.340 d¨ªas despu¨¦s, la ciudad celebr¨® anoche por todo lo alto el campeonato liguero tras la victoria en M¨¢laga (0-2). Los alrededores de Mestalla y la Plaza del Ayuntamiento fueron el coraz¨®n de una incre¨ªble riada de gente que acud¨ªa ataviada con bufandas y banderas, y que dio rienda suelta a su alegr¨ªa durante toda la noche.
Valencia vivi¨® el encuentro con verdadera pasi¨®n. El latido de la ciudad se aceleraba conforme pasaban los minutos y el club se acercaba a la gloria. En los alrededores de Mestalla, unos 5.000 seguidores inundaron la avenida de Suecia alrededor de peque?os aparatos de televisi¨®n. Gente sobre el monumento a la afici¨®n, sobre andamios, vallas, gr¨²as y contenedores de basura y vidrio, peleaban por una posici¨®n de privilegio de cara a la pantalla. Incluso alguno trep¨® por un ¨¢rbol cercano o hizo malabarismos encaramado a un sem¨¢foro para presenciar el encuentro. Las alturas eran los lugares m¨¢s perseguidos. Otros, en cambio, se agolpaban sentados en las aceras, ante los bares.
La mayor¨ªa no vio el encuentro, lo sinti¨®, lo palp¨® en la el¨¦ctrica atm¨®sfera que rodeaba al estadio. La hinchada se estremeci¨® con los tantos del Valencia, seguidos del olor a p¨®lvora por la traca lanzada y de m¨²ltiples c¨¢nticos, desde el tradicional '?campeones, campeones!' hasta el recuerdo al gran rival: '?Madridista el que no bote!'. Aprovechando el descanso del partido, la euforia dio paso al vandalismo. Varios aficionados rompieron el candado de una de las puertas de Mestalla y unos 200 seguidores accedieron al estadio. Las fuerzas de seguridad acabaron por expulsar del reciento a los hinchas.
Y eso que la ciudad despert¨® tranquila, precavida, como conteniendo el aliento y la respiraci¨®n. Pesaban todav¨ªa en la memoria colectiva las dos finales de la Liga de Campeones perdidas de manera consecutiva. La frustraci¨®n de aquellas dos noches europeas desemboc¨® ayer en la algarab¨ªa tras el partido. Tras el encuentro, el cl¨ªmax, la locura, se desataron en la ciudad y en otros municipios de la Comunidad Valenciana. Era la primera Liga en color. En la Plaza del Ayuntamiento, decenas de miles de aficionados, muchos de los cuales no hab¨ªan nacido cuando el club gan¨® su ¨²ltima Liga en 1971, celebraron el campeonato. 'Xe que bo, xe que bo', fue uno de los gritos de exultante alegr¨ªa que se escucharon. Al balc¨®n del Consistorio acudieron concejales de todos los partidos, acompa?ados de familiares. El gent¨ªo esperaba que alguien se dirigiera a ellos desde el balc¨®n, pero la alcaldesa se retrasaba. Uno de los concejales del PP coment¨®: 'Aqu¨ª cada uno sabe el puesto que tiene'. 'Por encima de los colores de cada equipo, hoy es un d¨ªa de fiesta para toda la Comunidad', dijo el presidente Zaplana desde Vila-real.
El p¨²blico encontr¨® en la m¨²sica a toda paleta una forma de distraerse. Sonaban a toda potencia las populares letras de Mescalina mi amor o Ritmo de la noche... La gente botaba y bailaba, se estrujaba y se besaba. De repente, el enjambre de personas, que ocupaba toda la plaza como si se tratara de una masclet¨¤, se abr¨ªa en una l¨ªnea recta, justo el espacio necesario para hacer estallar las ristras de tracas.
S¨®no el We are the champions y el gent¨ªo empez¨® a mecerse esgrimiendo sus bufandas del Valencia. El himno del Amunt Val¨¨ncia volvi¨® a romper en mil saltos los movimientos acompasados de la canci¨®n de los ganadores. Al final, la alcaldesa apareci¨® y vino a decir que el Valencia es un sentimiento.
La celebraci¨®n por el t¨ªtulo continuar¨¢ hoy con los actos oficiales. La plantilla, que llega al aeropuerto de Manises a las 13.05, ser¨¢ recibida en la Bas¨ªlica a las 14.30 y en la Generalitat, donde comer¨¢, a las 15.00. Tras los discursos, a las 16.30, el equipo acudir¨¢ a las 19.00 al Ayuntamiento y cerrar¨¢ su paseo triunfal en Mestalla.
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