?Vamos a torear!
Andaba Escribano intentando llevar a su primero al caballo. Se ech¨® el capote sobre el hombro izquierdo y, cuando arranc¨® el novillo, interpret¨® una suerte de invenci¨®n propia consistente en una especie de serpentina, hilvanada con una chicuelina invertida y culminada con un molinete; m¨¢s o menos, enti¨¦ndase. La gente, expectante y fr¨ªa. Para rematar, una voz que sale del tendido: ?Vamos a torear! Vaya gracia.La verdad es que Escribano recibi¨® al novillo de rodillas en el tercio con dos largas cambiadas, dos afaroladas y unas ver¨®nicas aceleradas. Cuando tom¨® la muleta no hab¨ªa empezado a torear en serio. Se entiende, pues, la frasecita del aficionado. Pero no aprendi¨® la lecci¨®n y tore¨® poco. El novillo era soso y de corta embestida, y el chaval se mostr¨® inc¨®modo, y nervioso. Lo intent¨® con nuevos ¨¢nimos en el sexto y tampoco le sali¨®. Mejor¨® en las ver¨®nicas de recibo, pero toda su labor fue anodina, sin cogerle al aire a otro soso oponente.
Gonz¨¢lez / Marcos, Jim¨¦nez, Escribano
Novillos de Manuel Gonz¨¢lez S¨¢nchez Dalp, -tres rechazados en el recocimiento-, desiguales, mansos, blandos y nobles. Leandro Marcos: estocada (ovaci¨®n); pinchazo, media baja y atravesada (vuelta). C¨¦sar Jim¨¦nez: estocada ca¨ªda (ovaci¨®n); estocada ca¨ªda (oreja). Manuel Escribano: pinchazo y descabello (palmas); estocada muy baja (palmas). Plaza de la Real Maestranza. 5 de mayo. Novillada de abono. Casi tres cuartos de entrada.
Tampoco torearon mucho sus compa?eros. Jim¨¦nez est¨¢ muy pendiente de su figura y se adorna m¨¢s que torea. Recibi¨® a su primero en el centro del anillo y lo tore¨® por chicuelinas con escaso ¨¢ngel. Muleta en mano, lo cit¨® de rodillas y se lo pas¨® por redondos largos y templados. Pero se puso de pie y aquello ya no era lo mismo. En el quinto recibi¨® un topetazo al citar por estatuarios y consigui¨® algunos muletazos largos y adornos varios. La oreja fue de poco peso. Marcos est¨¢ toreado, conoce la t¨¦cnica, tiene un aire agitanado, gusto y buen corte. Pero se expresa en dosis tan peque?as que todo queda en una muestra sin confirmaci¨®n. Consigui¨® alg¨²n derechazo estimable en su primero y se estir¨® algo m¨¢s en el otro, sin rematar ninguna faena.
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