Sanidad autoriza un ensayo con '¨¦xtasis' para terapias de violadas

El ¨¦xtasis podr¨ªa tener aplicaciones insospechadas y positivas en psicoterapia: un ensayo cl¨ªnico, aprobado por el Ministerio de Sanidad y financiado desde EE UU, estudia sus efectos en la superaci¨®n de los traumas causados por una violaci¨®n. La v¨ªctima, tratada con ¨¦xtasis, se desinhibe y pierde miedo para verbalizar la terrible experiencia que altera profundamente la conducta con ansiedad, trastornos sexuales, pesadillas o p¨¦rdida de autoestima. Hay en proyecto otro experimento similar en EE UU para enfermos terminales.

Revivir una violaci¨®n es complicado para muchas de las v¨ªctimas. Es ah¨ª donde Jos¨¦ Carlos Bouso, psic¨®logo de 32 a?os y doctorando por la Universidad Aut¨®noma de Madrid, pens¨® que se podr¨ªa mejorar el tratamiento actual, y recurri¨® a la metiloendioximetanfetamina (MDMA), el derivado de la anfetamina conocido popularmente como ¨¦xtasis. 'La MDMA, sin que haya p¨¦rdida de lucidez ni de actividad cerebral, reduce el miedo, permite aumentar la sinceridad y acceder sin sufrimiento a una experiencia dolorosa, siempre que se utilice bajo supervisi¨®n psicol¨®gica', explica Bouso. El ¨¦xtasis es un empat¨®geno: aumenta la empat¨ªa (la relaci¨®n con los dem¨¢s) y el contacto con el interior. Bouso dirige desde hace un a?o un ensayo cl¨ªnico, aprobado por el Ministerio de Sanidad, para demostrar la efectividad del ¨¦xtasis en el estr¨¦s postraum¨¢tico. 'No es que la MDMA tenga actividad terap¨¦utica en s¨ª, sino que pensamos que puede facilitar la psicoterapia', afirma Bouso.

En el ensayo, Bouso y su equipo tratan a 29 mujeres violadas que han fracasado en alg¨²n tratamiento y que tienen cronificado el desorden. 'Han de haber pasado m¨¢s de seis meses desde la agresi¨®n', afirma Bouso. Un grupo de v¨ªctimas recibe una dosis de ¨¦xtasis en cantidades que van desde los 50 hasta los 150 miligramos; el otro grupo, un simple placebo. Bouso asegura que estas dosis 'est¨¢n muy lejos de producir efectos t¨®xicos, que suelen aparecer a partir de 250 miligramos'. Tambi¨¦n reciben psicoterapia.

Es uno de los dos ensayos cl¨ªnicos con ¨¦xtasis como agente terap¨¦utico que hay en el mundo. El otro lo realiza la Universidad de Carolina del Sur (EE UU), tambi¨¦n para tratar estr¨¦s postraum¨¢tico. Ambos los financia la Asociaci¨®n Multidisciplinar para el Estudio de los Psicod¨¦licos (MAPS). Bouso recibi¨® de esta asociaci¨®n estadounidense 57.000 euros. Otro estudio espera su aprobaci¨®n en EE UU con MDMA para enfermos terminales.

Bouso, interesado en estudiar la utilidad psicol¨®gica de las drogas psicoactivas, afirma: 'A¨²n no tenemos datos definitivos del estudio, que terminar¨¢ dentro de un a?o, pero los resultados hasta el momento, aunque sin significaci¨®n estad¨ªstica, son positivos'. Quiere recuperar la investigaci¨®n con ¨¦xtasis, interrumpida cuando la FDA lo prohibi¨® en 1985.

La reacci¨®n de las v¨ªctimas tras una violaci¨®n es, para el catedr¨¢tico de Terapia de Conducta de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Enrique Echebur¨²a, 'una respuesta normal a una situaci¨®n anormal'. Echebur¨²a conoce el ensayo de Bouso y cree que podr¨ªa abrir una v¨ªa si se demuestra eficaz en mujeres que han fracasado en otro tratamiento. Sin embargo, duda de que se necesite alguna droga para ayudar: 'Un 80% de las mujeres responde a un tratamiento de dos meses. Habr¨¢ que valorar qu¨¦ aporta realmente'.

No s¨®lo las mujeres que han sido violadas sufren este s¨ªndrome. Tambi¨¦n los combatientes y quienes han sufrido un accidente de coche, una cat¨¢strofe natural, terrorismo o torturas. 'Sufre m¨¢s una persona que ha sido torturada que quien ha perdido un hijo en un accidente de coche, porque tendemos a desarrollar mecanismos de defensa que achacan esa muerte al azar, al fatalismo, pero no podemos hacer lo mismo si nos han violado o torturado. Entonces la ira y la frustraci¨®n son mayores', afirma Echebur¨²a.

Dif¨ªcil recuperaci¨®n

Seg¨²n datos actuales, un 50% de las v¨ªctimas de violaci¨®n, transcurrido un mes, no se ha recuperado, 'aunque hay muchas variables, como el estado emotivo, la edad, la violencia de la agresi¨®n', explica Elena de Mariana, una de las dos psic¨®logas de la Asociaci¨®n de Asistencia a Mujeres Violadas, agrupaci¨®n madrile?a que atiende a unas 500 mujeres al a?o. Las v¨ªctimas que no se recuperan sufren estr¨¦s y embotamiento afectivo. 'No pueden reflejar sus emociones, quieren llorar pero no pueden', afirma Echebur¨²a.

Hay tres s¨ªntomas clave. Uno es la reexperimentaci¨®n: la mujer revive el suceso de forma incontrolada. Si la ha violado un hombre con barba, la v¨ªctima sufre taquicardias, sudores y p¨¢nico al ver un hombre con barba. Otro es la evitaci¨®n: la v¨ªctima evita las situaciones que concurrieron cuando fue agredida. 'Limita su calidad de vida: no sale sola a la calle o no quiere conocer a ning¨²n chico', explica Echebur¨²a. El tercero es la hiperexcitaci¨®n: la mujer vive en alerta permanente, aunque antes no fuera asustadiza.

'Una de las t¨¦cnicas m¨¢s usadas es convencerla de que cuente el suceso con todo lujo de detalles, y si quiere llorar, gritar o insultar, que lo haga. Eso lo grabamos en cinta. Ella tiene que o¨ªrla varias veces al d¨ªa', explica Echebur¨²a. 'Les intentamos convencer de que no van a poder olvidar la agresi¨®n, pero tampoco su primera comuni¨®n. Hay que asumirlo, mandarlo al archivo de la memoria, no actuar como si no se recordara'.