El primer tomo de las obras completas de Clar¨ªn descubre al periodista comprometido y rebelde

La editorial Nobel tiene ya en las librer¨ªas el primer tomo de los 12 que van a formar (tras los pasados intentos frustrados de Ayalga, Aguilar y Alfaguara) las largamente esperadas obras completas de Lepoldo Alas, Clar¨ªn (Zamora, 1852-Oviedo, 1901). La edici¨®n arranca por el volumen V, que sale antes que los dem¨¢s por dar un car¨¢cter de novedad -agrupa los olvidados y jugosos escritos period¨ªsticos publicados por el joven y rebelde Clar¨ªn entre 1875 y 1878- a lo que es de por s¨ª un acontecimiento literario.

La edici¨®n corre a cargo de los entregados clarinistas franceses Jean-Fran?ois Botrel e Yvan Lissorgues, y re¨²ne cr¨®nicas parlamentarias, literarias y teatrales, textos sat¨ªricos, anticlericales y republicanos, descarnados cuadros de costumbres, invectivas contra C¨¢novas y otros pol¨ªticos y caciques de la Restauraci¨®n, versos, cuentos y romances. Seg¨²n afirman los dos especialistas, que presentaron ayer el libro en Madrid, estos primeros 500 art¨ªculos (1.200 p¨¢ginas) ense?an los a?os de aprendizaje del autor de La Regenta, la g¨¦nesis de un periodista que escribe 'a contracorriente' y la mirada siempre cr¨ªtica de 'un krausista comprometido con la democracia, la cultura y la modernidad'.

Con su pluma afilada, su humor penetrante y su exagerado gusto por las paradojas, Clar¨ªn apenas salva en sus principios furibundos de periodista militante a los maestros de escuela ('tan flacos como gordos los curas'). Y aunque defiende a Gald¨®s, Valera, Giner de los R¨ªos, Echegaray o Men¨¦ndez Pelayo, casi siempre que escribe (sobre todo lo hizo en La Uni¨®n y El Solfeo, donde estren¨® el 11 de abril de 1875 su c¨¦lebre alias) lo hace para atacar: escribe contra el mal gusto y la mediocridad, contra la miseria de la ciencia y la decadencia del teatro, contra los neocat¨®licos y los borb¨®nicos, contra los libros de los poetastros canijos que no saben gram¨¢tica ('menos poetas y m¨¢s industriales'), contra la Academia rancia y politizada que tampoco sabe de gram¨¢tica y contra la censura rampante.

Redactor

Son los tiempos en que Clar¨ªn trabaja (y mucho) como periodista de amplio espectro, el periodo previo a su dedicaci¨®n a la cr¨ªtica literaria, de la que fue un maestro: redacta noticias de pol¨ªtica, notas de varios, la revista de prensa, editoriales, cr¨®nicas del Ateneo, sueltos an¨®nimos, art¨ªculos costumbristas como los de la serie Azotacalles de Madrid, cartas al director, columnas pol¨ªticas... 'Y lo hace en verso o en prosa, en serio o en broma', dicen Botrel y Lissorgues, que aseguran que ya ah¨ª asoman temas y f¨®rmulas que despu¨¦s utilizar¨¢ en La Regenta.

Poco a poco, el joven catedr¨¢tico de Econom¨ªa Pol¨ªtica (Zaragoza) y Derecho Romano (Oviedo) se ir¨ªa especializando. Botrel: 'Su compromiso b¨¢sico fue elevar el nivel cultural de la naci¨®n, ser el mediador entre la cultura europea y la espa?ola. Fue un humanista dotado de muy estrictos principios ¨¦ticos: un intransigente de la democracia, el progreso y la honradez intelectual. Pero tambi¨¦n un altruista que se dio a los dem¨¢s, a cambio, eso s¨ª, de algunas pesetas, porque sab¨ªa, como Zola, que la profesionalizaci¨®n era la condici¨®n indispensable de la independencia intelectual'. Lissorgues: 'Asombra su entusiasmo, su curiosidad, el mont¨®n de ideas y pensamiento que pasa por sus art¨ªculos. Conoci¨®, por ejemplo, la literatura japonesa y la sabidur¨ªa hind¨², por no hablar de las novedades francesas, inglesas, alemanas, portuguesas o italianas, de las que daba cuenta con una prodigiosa capacidad de asimilaci¨®n, llegando siempre al alma de las cosas'.

Quiz¨¢ por eso, siempre fue muy cr¨ªtico con la prensa. 'Sab¨ªa que a la gente no le gusta pensar, que prefer¨ªa el noticierismo y el sensacionalismo incipiente, y que los medios de comunicaci¨®n, para ser rentables, se iban a convertir en empresas mercantilistas'.

Los restantes 11 tomos ir¨¢n apareciendo, desde ahora, a un ritmo de uno cada mes o mes y medio. El tomo I es La Regenta (edici¨®n de Mart¨ªnez Cachero). El II, Su ¨²nico hijo (Joan Oleza). El III, la narrativa breve (Carolyn Richmond). El IV, la cr¨ªtica literaria (Laureano Bonet). El resto de art¨ªculos de prensa ocupan los tomos del V al X. El XI ser¨¢ obra varia (Leonardo Romero). Y el XII, los ¨ªndices de todo lo anterior.