Falta civismo

En Sevilla, el 14 de abril pasado, a las 17.20 horas y en la calle Eduardo Dato esquina a Santo Domingo, donde est¨¢ el Hotel Hesperia, est¨¢bamos mi mujer, su hermano y su mujer, una ni?a de ¨¦stos enferma y el que suscribe. Camin¨¢bamos en la misma direcci¨®n que mucha gente que se dirig¨ªa al campo de f¨²tbol S¨¢nchez Pizju¨¢n cuando un hombre se abalanz¨® sobre mi mujer, agarr¨¢ndole el bolso y blandiendo una navaja la tir¨® al suelo, arrastr¨¢ndola unos metros. Mi cu?ado y yo intervenimos y en el forcejeo ambos ca¨ªmos al suelo. Resultado: ambulancia, ingreso en Traumatolog¨ªa, mi mujer con fractura de costillas y mi cu?ado con disfunci¨®n en un hombro. Y el bolso en poder del agresor, que se fue andando (nada de corriendo) por la calle Santo Domingo.

Lleg¨® un polic¨ªa nacional que tom¨® nota de lo sucedido; un se?or, al que desde aqu¨ª doy las gracias, llam¨® a una ambulancia, pero ?qu¨¦ pas¨® con la cantidad de gente, hombres en su mayor¨ªa, j¨®venes, que presenciaron el atraco que pudo terminar en mayor desgracia para unos ciudadanos de 60, 70 y 76 a?os?

Pues nada, que presenciaron la canallada que se estaba cometiendo, miraron y siguieron hacia el campo de f¨²tbol. Nadie intervino, excepto el se?or que llam¨® a la ambulancia. Incre¨ªble que a nadie se le ocurriese salir en defensa nuestra ante tama?a agresi¨®n. Una falta total de civismo, como si esto no fuese con todos los ciudadanos honrados. S¨®lo deseo que a ninguno de los que presenci¨® el hecho le suceda algo parecido, y menos cuando tenga setenta y tantos a?os.