Canad¨¢ pide negociar un tratado de extradici¨®n con la UE

Canad¨¢ quiere ser puente entre la Uni¨®n Europea y Am¨¦rica. En un claro esfuerzo por definir a su pa¨ªs en la escena internacional, donde la proximidad de Estados Unidos le resta personalidad propia, el primer ministro canadiense, Jean Chr¨¦tien, afirm¨® ayer en Toledo que Canad¨¢ se siente 'm¨¢s europea que el resto de Am¨¦rica'. Chr¨¦tien pidi¨® luego a la UE un acuerdo de extradici¨®n como el que los Quince negocian con Washington.

La cumbre entre la UE y Canad¨¢, presidida por el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y por Chr¨¦tien, junto a los que participaron el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, el Alto Representante para la PESC, Javier Solana, y el comisario de Relaciones Exteriores, Chris Patten, tom¨® nota de la petici¨®n del canadiense y se comprometi¨® a 'estudiar en su momento la posibilidad de celebrar acuerdos de cooperaci¨®n mutua en el ¨¢mbito de la asistencia judicial y de la extradici¨®n'. Fuentes europeas indicaron que la Uni¨®n no tiene intenci¨®n de iniciar esa negociaci¨®n hasta que est¨¦ ultimado el acuerdo de Estados Unidos, con todos los problemas derivados de la vigencia de la pena de muerte y de los tribunales que plantea. 'Abrir dos negociaciones en paralelo y las consiguientes competitividades ser¨ªa una locura', a?adieron las fuentes citadas.

Pero el desarrollo de la cumbre fue mucho m¨¢s lejos en la persecuci¨®n del objetivo que el primer ministro canadiense enunci¨® con la frase 'queremos estar mucho m¨¢s cerca de Europa'.

La declaraci¨®n conjunta publicada al final del encuentro incluye la oferta canadiense de participar en las operaciones europeas de gesti¨®n de crisis y la invitaci¨®n de la UE para que Canad¨¢ contribuya con tropas a la primera misi¨®n comunitaria de polic¨ªa internacional, que se desarrollar¨¢ en Bosnia-Herzegovina. Chr¨¦tien prometi¨® estudiarla.

El comunicado, que seg¨²n Aznar refleja 'unas relaciones cordiales, profundas, fuertes y estrechas en las que no se plantea ning¨²n problema de fondo', tiene la misma estructura que el firmado la semana pasada por la UE con EE UU, desarrollada en cuatro apartados: terrorismo, pol¨ªtica exterior de seguridad y defensa, cuestiones econ¨®micas y desarrollo sostenible y medio ambiente.

El documento recoge, sin embargo, algunos elementos de consenso que no pudieron ser alcanzados en Washington. Por ejemplo, la cr¨ªtica a la decisi¨®n de Israel de no recibir a la comisi¨®n investigadora de los sucesos de Yen¨ªn nombrada por la ONU o la bienvenida a la entrada en vigor, el pr¨®ximo mes de julio, del Estatuto del Tribunal Penal Internacional. Pero el clima de entendimiento no lleg¨® al punto de apoyar la ratificaci¨®n del Protocolo de Kyoto para la defensa del medio ambiente, ya que en este tema la oposici¨®n de Canad¨¢, gran exportador de gas y productor de energ¨ªa nuclear, es tan virulenta como la de su hermano mayor del sur.

En materia de terrorismo, adem¨¢s de las perspectivas de acuerdo de cooperaci¨®n judicial, las dos partes acordaron intensificar la cooperaci¨®n entre servicios de informaci¨®n y seguridad y coordinarse para bloquear la financiaci¨®n de las organizaciones terroristas.

Otros acuerdos en el campo policial se refieren al estrechamiento de relaciones entre los servicios de inmigraci¨®n respectivos, especialmente para intercambiar informaci¨®n que permita desarticular los tr¨¢ficos de seres humanos.

En el terreno econ¨®mico, las dos partes se comprometieron a trabajar conjuntamente para que se apliquen los planes acordados por la OMC en Doha. Canad¨¢ reconsiderar¨¢ el conflicto sobre algunas denominaciones de origen europeas, que perjudica las exportaciones de ciertos vinos espa?oles.