'Andaluc¨ªa tiene un problema de cultura popular, de 'lolaflorismo'
Francisco M¨¢rquez Villanueva (Sevilla, 1931) se ha convertido en la Universidad de Harvard en uno de los hispanistas m¨¢s reconocidos. Autor de medio centenar de libros, ha participado en Alcal¨¢ la Real (Ja¨¦n) en un congreso sobre el Arcipreste de Hita.
El profesor M¨¢rquez Villanueva vive desde 1959 en Estados Unidos.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se exili¨®?
'Las autonom¨ªas, e incluso el federalismo, son las formas naturales de agrupaci¨®n pol¨ªtica y de administraci¨®n'
Respuesta. Fue por razones pol¨ªticas e ideol¨®gicas. No era ninguna persecuci¨®n individual ni que yo fuera un proscrito, pero s¨ª una situaci¨®n que para m¨ª se lleg¨® a hacer insostenible dentro de la Universidad de Sevilla y, en general, del ambiente de la ciudad. Se me hicieron sugerencias, de una manera sutil y a veces no tan sutil, de que lo mejor era que me quitara de enmedio. Y no era tanto por una cuesti¨®n de rebeld¨ªa, pero s¨ª que procuraba tanto en mi investigaci¨®n como en mi docencia que hubiera un poco de renovaci¨®n y, desde luego, no comulgaba con las directrices oficiales de la ¨¦poca.
P. ?Se considera disc¨ªpulo de Am¨¦rico Castro?
R. S¨ª. Uno de mis pecados en Sevilla es que yo intent¨¦ introducir las ideas y el nuevo panorama que se estaba creando por Am¨¦rico Castro y por el franc¨¦s Marcel Batallon, este ¨²ltimo, quiz¨¢, el hispanista m¨¢s importante del siglo XX. Y eso no se me perdon¨®, era algo atrevid¨ªsimo. En realidad, lo que hicieron esos dos grandes nombres fue sustituir y poner fuera de actualidad a Men¨¦ndez Pelayo, y tambi¨¦n renovarlo, porque Men¨¦ndez Pelayo hace su obra en el siglo XIX en el periodo de la Restauraci¨®n, que despu¨¦s de la guerra civil hab¨ªa quedado completamente atrasado y superado por los acontecimientos. De las obras de Am¨¦rico Castro, y tambi¨¦n de las de Batallon, ven¨ªan muy pocos ejemplares, no se pod¨ªan anunciar ni poner en los escaparates y cada ejemplar ven¨ªa con una ficha que se ten¨ªa que pasar a la polic¨ªa. As¨ª se viv¨ªa en aquella ¨¦poca. Hab¨ªa una polic¨ªa acad¨¦mica e intelectual. No es que no hubiera investigaci¨®n, pero estaba todo muy coartado, en la interpretaci¨®n de los datos y en el concepto general de tipo hist¨®rico cultural. Hab¨ªa una pol¨ªtica oficial, una ortodoxia completamente r¨ªgida y policial.
P. ?Con la democracia en Espa?a, se plante¨® volver?
R. Bueno, yo estaba all¨ª muy c¨®modamente instalado, en una posici¨®n profesional que no era para abandonarla as¨ª por las buenas. Pero tambi¨¦n tengo que decir, y no es ning¨²n secreto, que yo no he recibido jam¨¢s ninguna invitaci¨®n ni he tenido ninguna perspectiva realista de volver a Espa?a. A los dos primeros presidentes auton¨®micos les escrib¨ª una carta poni¨¦ndome a su disposici¨®n, pero tampoco recib¨ª respuesta.
P. ?Y le hubiera gustado?
R. En principio s¨ª, pero claro, bajo unas condiciones viables, no venir aqu¨ª a correr una aventura. La posibilidad de unas oposiciones era un sistema en el cual nunca he cre¨ªdo. Y lo digo desde la experiencia de haber visto a gente preparada que ha sido rechazada y a otra que ha entrado sin ning¨²n m¨¦rito. Eso me hizo perder totalmente la fe en el sistema.
P. ?C¨®mo ha visto la evoluci¨®n de Andaluc¨ªa?
R. He visto una gran mejora y creo que el sistema auton¨®mico, sin llegar a funcionar perfectamente, s¨ª que va encajando. Es un sistema totalmente justificado por la diversidad de Espa?a en todos los aspectos. Por eso era absurdo un sistema de unificaci¨®n total como el que pretendieron introducir los liberales en el siglo XIX. Las autonom¨ªas, e incluso el federalismo, son las formas naturales de agrupaci¨®n pol¨ªtica y de administraci¨®n en Espa?a. En definitiva, Andaluc¨ªa con la autonom¨ªa creo que ha dado un gran paso hacia delante. Por ejemplo, en la Universidad lo que tenemos hoy es un cuento de hadas con relaci¨®n a la situaci¨®n tan deprimida que hab¨ªa en mi ¨¦poca.
P. ?Alg¨²n lunar?
R. S¨ª. Creo que se mantienen una serie de vicios inveterados que no han sido erradicados. Hay todav¨ªa cosas muy insatisfactorias. Veo un problema en Andaluc¨ªa de cultura popular. Tenemos una cultura tradicional popular y un legado cultural muy rico, con grandes virtudes y un sentido creador en cuanto a formas de vida, arte, m¨²sica, tradiciones folcl¨®ricas. Pero hay otro nivel cultural que ser¨ªa el prepararse para un mundo moderno, y ah¨ª es donde veo graves dificultades. Hay una popularizaci¨®n negativa, una populacher¨ªa, provincianismo, cultura de topicazos, un popularismo vulgar, en definitiva, lo que yo llamo el lolaflorismo, y eso me preocupa fuertemente.
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