Una bofetada al futuro

El descenso deportivo de la UD Las Palmas se ha precipitado en el ¨²ltimo mes de competici¨®n. El institucional viene pidiendo paso desde hace dos a?os. A la crisis econ¨®mica que sufre el club, con 60 millones de euros de deuda declarada por el actual consejo de administraci¨®n que preside Luis Sicilia, se une el descr¨¦dito social de los rectores de la entidad ganado a pulso. Los tres procesos judiciales perdidos por despidos improcedentes de futbolistas viven su ¨²ltimo cap¨ªtulo con Robert Jarni, hoy en el Panathinaikos, que reclama 1,2 millones y declara sentirse enga?ado por la entidad. A su vez, el club afirma sentirse defraudado por sus servicios deportivos.

Los casos de pasaportes falsos surgidos la temporada pasada con los brasile?os ?lvaro y Baiano viven su continuidad desde hace dos meses con el portero argentino Nacho Gonz¨¢lez, hoy en su pa¨ªs para solucionar este problema.

Los impagos han mermado la paciencia de la plantilla hasta el punto de que ayer no viaj¨® con el equipo el central Ol¨ªas, quien ha acusado a Fernando V¨¢zquez de dispensar un trato de favor a ?lvaro, que volvi¨® hace cuatro meses de Brasil, una vez cumplida su sanci¨®n, para propiciar un traspaso que saneara las arcas.

Ayer desvel¨® el peri¨®dico La Provincia que diez d¨ªas antes del partido contra el Tenerife los dos consejeros m¨¢s influyentes del club en estos momentos, despu¨¦s de un goteo de dimisiones o batallas perdidas que redujeron el consejo a la mitad en dos a?os, propusieron al Cabildo grancanario un pelotazo inmobiliario como salida a la crisis.

En el aspecto puramente deportivo, la primera vuelta fue ejemplar, emulando la del a?o pasado. Pero el equipo sufri¨® una ca¨ªda lenta, aunque con repechos optimistas, en la segunda manga. El Tenerife ejerci¨® de amable verdugo y en la hemeroteca quedar¨¢n registradas para la historia las declaraciones del presidente del equipo amarillo, Luis Sicilia, un mes antes del derbi: 'Mi opini¨®n personal, y creo que la del consejo, es que colaboremos y que gane el derbi el que m¨¢s necesite los puntos'.

No sospechaba Sicilia por aquel entonces que el destino esperaba agazapado para mostrar su paradoja m¨¢s cruel. El Tenerife ser¨¢ para la historia el ¨²ltimo rival en Primera en el Estadio Insular, cuyo cierre est¨¢ previsto en marzo del pr¨®ximo a?o despu¨¦s de que se inaugure el nuevo Estadio Gran Canaria.

La situaci¨®n de precariedad econ¨®mica ha influido en la parcela deportiva. Fernando V¨¢zquez lleg¨® a Gran Canaria consciente del enjambre de problemas de su nuevo destino. Se anunci¨® en principio que llegar¨ªa solo, y que Juan Antonio Quintana, primer entrenador del Universidad, ser¨ªa su segundo. Al poco aterriz¨® con ¨¦l Gabriel Leis, su hombre de confianza desde hace a?os, y se?al¨® que esperaba a un preparador f¨ªsico en cuanto resolviera unos problemas familiares. Nunca lleg¨®. V¨¢zquez asumi¨® tambi¨¦n la parcela f¨ªsica.

En pretemporada reclam¨® un hombre por banda izquierda, un centrocampista y un delantero, pero a?adi¨® que estar¨ªa plenamente satisfecho del potencial de la plantilla si se quedaba Guayre, hoy en el Villarreal por seis millones de euros. D¨ªas despu¨¦s resalt¨® que no permitir¨ªa la llegada de ning¨²n refuerzo hasta que no se atendieran los atrasos en la n¨®mina de los jugadores, pero lleg¨® Jayo.

Todas las dudas se disiparon en la primera jornada. El 0-3 al Mallorca de Kraus, con goles de Pablo Lago, y los grancanarios Jorge y, sobre todo, Carmelo, debutante en Primera con 18 a?os, desat¨® la euforia en la Isla. Ya no hab¨ªa duda: la cantera canaria se consolidaba un a?o despu¨¦s de la aparici¨®n de Jorge, ?ngel y Guayre en el panorama nacional y segu¨ªa dando frutos.

Los resultados satisfactorios en casa, espectaculares a veces (4-2 a Madrid y Celta), maquillaban la escasez de puntos fuera. La UD s¨®lo gan¨® a domicilio en el primer desplazamiento y el ¨²ltimo de la primera vuelta, precisamente frente al Tenerife. Pero en la segunda vuelta el equipo s¨®lo logr¨® tres victorias fuera y dentro, y un sinf¨ªn de enfrentamientos contra rivales directos tirados por la borda.