El asedio ha servido como propaganda de la causa palestina
Las tropas israel¨ªes hab¨ªan respetado en el pasado el casco antiguo de la ciudad de Bel¨¦n
El asedio a la bas¨ªlica de la Natividad ha durado 39 d¨ªas. Las im¨¢genes de la iglesia donde la tradici¨®n popular asegura que naci¨® Jes¨²s, rodeada por el Ej¨¦rcito israel¨ª mientras en su interior permanec¨ªan cerca de 200 palestinos y 40 religiosos, han dado la vuelta al mundo y se han convertido en la mejor propaganda de la causa palestina, casi tanto como las fotograf¨ªas de Mohamed Durra muriendo en los brazos de su padre, mientras era tiroteado por las fuerzas de Israel en un cruce de Gaza.
'Me refugi¨¦ en la bas¨ªlica de la Natividad, tratando de protegerme de un tiroteo cruzado entre los soldados israel¨ªes y los milicianos palestinos', asegura Marc Innaro, 41 a?os, corresponsal en Jerusal¨¦n de la cadena de televisi¨®n italiana RAI, convertido el mediod¨ªa del 2 de abril en la primera persona en buscar asilo en la iglesia de Bel¨¦n.
Eran las 11 de la ma?ana y, junto con Innaro, entraron en el templo dos fot¨®grafos m¨¢s de la prensa italiana, y dos t¨¦cnicos de la televisi¨®n. Horas antes, en medio de un tiroteo, hab¨ªan tratado de regresar a Jerusal¨¦n y abandonar Bel¨¦n, pero las tropas israel¨ªes y un cierto sentimiento de p¨¢nico les oblig¨® a dirigirse al centro de la ciudad, tratando de buscar refugio en la plaza del Pesebre, una zona de nadie, pero los disparos les persiguieron incluso en la plaza.
'Todas las tiendas estaban cerradas. No hab¨ªa ning¨²n lugar para protegernos . Llegamos hasta la plaza del Pesebre. El Ej¨¦rcito israel¨ª a¨²n no hab¨ªa llegado. Dejamos el coche a unos 100 metros de la entrada de la bas¨ªlica. Abrimos la puerta del veh¨ªculo y corrimos los 100 metros m¨¢s rapidos de nuestras vidas', explica el periodista italiano.
Tres horas m¨¢s tarde, mientras el Ej¨¦rcito israel¨ª continuaba su ofensiva hacia el centro de Bel¨¦n, lleg¨® hasta las puertas de la bas¨ªlica un segundo grupo, mucho m¨¢s numeroso, compuesto por unas 140 personas. Algunos llevaban armas, pero en su mayor¨ªa eran clientes y comerciantes del mercado, que trataban de protegerse del avance de las tropas. Otro grupo, menos numeroso, busco asilo en un convento cercano, el de las Hermanas de Santa Br¨ªgida, situado a unos 400 metros, pero las paredes del templo no parec¨ªan dar confianza a los refugiados que al final abandonaron el recinto.
La bas¨ªlica de la Natividad de Bel¨¦n continu¨® recibiendo durante todo el d¨ªa y toda la noche grupos de palestinos aterrorizados por la batalla y los enfrentamientos del exterior. Desde el interior los primeros milicianos y ciudadanos con sus tel¨¦fonos m¨®viles invitaban a otros amigos y compa?eros a acudir al templo, al que consideraban un lugar seguro. Todos ten¨ªan muy presente las otras tres ofensivas israel¨ªes que Bel¨¦n hab¨ªa sufrido durante esta Intifada en las que invariablemente las tropas se hab¨ªan detenido siempre en el casco antiguo de la ciudad sin llegar a pisar la plaza del Pesebre, ni siquiera las calles cercanas.
Para todos, incluidos los militantes de las Brigadas de Al Aqsa, los de las milicias de Ezzedine Al Kassam, de Ham¨¢s, para los Tanzim o simplemente para la polic¨ªa de turismo palestina que tiene su cuartel en medio de la plaza, la zona del Pesebre era segura, una tierra de nadie, una franja de asilo, que permit¨ªa a las milicias utilizarla como zona de concentraci¨®n.
'El tres de abril, cuando todo el mundo estaba dentro empez¨® el asedio. No creo que en aquellos primeros momentos nadie pensar¨¢ en utilizar la bas¨ªlica como bandera de la Intifada palestina. Todo fue demasiado r¨¢pido. Demasiado improvisado. Despu¨¦s quiz¨¢s fue otra cosa', acaba relatando el periodista de la RAI. Ellos, los periodistas italianos, abandonaron el asedio tres d¨ªas mas tarde, despu¨¦s de una largas negociaciones entre Israel, el Vaticano e Italia. Tres coches del consulado los devolviron a Jerusal¨¦n. Dentro, el asedio no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar.
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