Un jarabe de 500 a?os
La primera c¨¦dula real en defensa de los vinos malague?os cumple cinco siglos
Cuentan que durante la dominaci¨®n ¨¢rabe, los andalus¨ªes cultivaban vi?as para obtener pasas. Pero parte de la uva se usaba para elaborar el xarab al malaqu¨ª (jarabe malague?o), que no era otra cosa que vino dulce. Entonces los caldos eran considerados medicina, lo que permit¨ªa saltarse la prohibici¨®n cor¨¢nica de beber sin faltar a Al¨¢.
Tras la reconquista de M¨¢laga en 1487, los Reyes Cat¨®licos procedieron al reparto de casas, vi?as y huertas. Las vides se multiplicaron. Los vi?eros pidieron entonces la protecci¨®n de sus caldos frente a otros llegados de fuera. Fue as¨ª como el 12 de enero de 1502, Isabel y Fernando dictaron la primera c¨¦dula real 'acerca del vedamiento y del meter del vino para la ciudad de M¨¢laga', germen del gremio de vi?eros constituido en 1610 y antecedente del consejo regulador.
Aquella medida obligaba a comercializar los caldos locales bajo multa de 600 a 1.800 maraved¨ªes e incluso de destierro. La c¨¦dula real lo dejaba claro: 'No se pueda vender vino por menudo en taberna ny en otra parte alguna, salvo aquel que los vesinos et moradores tovieren de su cosecha'. El documento justificaba la protecci¨®n en que los montes no serv¨ªan para cultivar trigo -'para pan no son'-, de modo que el vino ayudaba a 'salir de necesidad' a sus moradores.
Quinientos a?os despu¨¦s, la c¨¦dula es excusa para un a?o de actos culturales y sociales -conferencias, exposiciones, edici¨®n de matasellos y concursos fotogr¨¢ficos- con los que el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen M¨¢laga y Sierras de M¨¢laga pretende impulsar los caldos de la provincia.
Su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez, record¨® que 'el vino es lo ¨²nico que queda de la M¨¢laga industrial del siglo XIX'. Despu¨¦s, parafraseando el lema del quinto centenario, acot¨®: 'Llevamos 500 a?os haciendo del vino arte y tenemos la responsabilidad de seguir trabajando para que mejore y se engrandezca'.
Los datos reflejan que no van por mal camino. En la actualidad hay 16 bodegas, siete m¨¢s que hace un a?o. Hay otros ocho proyectos en marcha. Los caldos malague?os se agrupan bajo dos denominaciones de origen: M¨¢laga -la m¨¢s antigua de Espa?a, creada en 1933 y que agrupa a los vinos dulces y secos- y Sierras de M¨¢laga, nacida en 2001 para amparar los nuevos blancos, rosados y tintos con los que las bodegas pretenden competir en 'cuatro o cinco a?os' con las grandes regiones vin¨ªcolas espa?olas.
Los vinos malague?os mueven 30 millones de euros al a?o. En 2001 la producci¨®n alcanz¨® los 2,7 millones de litros, de los cuales el 40% se destin¨® a la exportaci¨®n, sobre todo a Francia y Alemania. En el mercado nacional, el consumo se concentra en Andaluc¨ªa. En la actualidad hay unas 6.000 hect¨¢reas de vid, de las cuales el 20% se destina a vino y el resto a pasas. La superficie se antoja escasa comparada con las 100.000 hect¨¢reas que hab¨ªa a finales del siglo XIX, antes de que la plaga de filoxera diezmara las explotaciones.
Aquello queda ya lejos. Desde 1995, la Junta se empe?a en promocionar, diversificar y potenciar los caldos malague?os. La experimentaci¨®n con nuevas variedades de uva trata de paliar el estancamiento de la demanda para los vinos tradicionales generosos y licorosos. Pero el Consejo Regulador no ha querido, en medio de tanta renovaci¨®n, dejar de presumir de 500 a?os de historia de un vino que en tiempos se consideraba bueno hasta para los abstemios.
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