?ngeles en Kabul
Uno. En la sala Young Vic (Londres) se acaba de presentar Homebody/Kabul, de Tony Kushner, su nueva gran obra (tres actos, alrededor de cuatro horas) desde Angels in America. La gran noticia, sin embargo, es que podremos ver esa misma producci¨®n, del 3 al 6 de julio, en el nuevo Lliure, dentro del festival Grec de Barcelona. Homebody/Kabul lleg¨® al Off Broadway el pasado diciembre, en el New York Theatre Workshop, la peque?a sala del East Village donde se estren¨® Rent. El director del montaje es Declan Donnellan, que dio a conocer a Kushner en Europa con Angels y que ha 'refundado' su compa?¨ªa, Cheek By Jowl, para la ocasi¨®n. Homebody/Kabul es puro Kushner: desmesurada, a ratos logorreica, pero plet¨®rica de vida, de ideas y de fuerza. El texto, que recuerda una novela de Graham Greene reescrita por Don DeLillo, es un viaje sin mapas al coraz¨®n de un universo ca¨®tico y enloquecido.
El pasado diciembre, con el fuego de las Torres Gemelas todav¨ªa humeante, Homebody/Kabul fue recibida en Nueva York con reacciones extremas: para unos era la obra de la d¨¦cada; para otros, como The Wall Street Journal, 'peligrosa propaganda talib¨¢n'. Lo m¨¢s singular del asunto es que Kushner, que tard¨® cuatro a?os en escribirla, le puso punto final poco antes del 11 de septiembre. Ha molestado, y de qu¨¦ manera, que Kushner metiera el dedo en la llaga, presentando a unos talibanes auspiciados, como un monstruo de laboratorio, por el Gobierno de Clinton, y ha sorprendido la frase, escalofriantemente premonitoria, que el personaje de Mahala, la conmovedora pastun loca de dolor y furia, les lanza a los ingleses protagonistas: 'Si quieren tanto a los talibanes, ll¨¦venselos a Am¨¦rica. Aunque no se preocupen: ya est¨¢n llegando a Nueva York'. Homebody/Kabul se sit¨²a en 1998, poco despu¨¦s de los primeros bombardeos sobre Afganist¨¢n, aunque comienza en Londres, con un delirante (y fascinante) mon¨®logo de una hora, que Kushner escribi¨® para la actriz Kika Markham. Una mesa, una silla, y una dama inglesa de clase alta (cardigan, collar de perlas), la 'Hogare?a' del t¨ªtulo, casi una reencarnaci¨®n de la Mrs. Moore de Pasaje a la India: la genuina brit¨¢nica apasionada por El Viaje, con may¨²sculas. Esta mujer, dopada con antidepresivos, casada con un hombre aburrido y madre de una hija a la que no entiende, sue?a con Afganist¨¢n. Nos lee p¨¢ginas de una antigua gu¨ªa sobre la milenaria ciudad de Kabul, el originario Jard¨ªn del Ed¨¦n; rastrea palabras arcanas, en busca de un sentido oculto y perdido; nos narra, entre mil reflexiones sobre el mundo y la historia, su aventura pasional, real o imaginada, con un sombrerero musulm¨¢n que vive en Londres y al que le faltan tres dedos: es Alicia mesmerizada por el Sombrerero Loco, que le abrir¨¢ las puertas de un ensue?o fatal a los sones de Sinatra, cantando It's Nice To Go Trav'ling.
Dos. Tras ese deslumbrante y alucinado primer acto, saltamos a una mugrienta habitaci¨®n de hotel, en Kabul. La Dama Viajera ha desaparecido, y el marido y la hija buscan el paradero de sus restos: Priscilla, la hija, 20 a?os y un intento de suicidio a los 18, odia a su padre, Milton, 40 a?os, un ingl¨¦s r¨ªgido, experto en comunicaciones e incapaz de entender nada. Las pistas son escasas: de la Dama s¨®lo quedan unos auriculares, tres sombreros y la gu¨ªa de viajes, el libro m¨¢gico. ?Ha sido descuartizada por j¨®venes fan¨¢ticos, porque caminaba sin burka escuchando a Sinatra, la 'm¨²sica imp¨ªa' o se ha fugado con un m¨¦dico nativo y se ha convertido al islamismo? Nunca volveremos a verla, ni llegaremos a conocer la verdad, oculta bajo sucesivas capas de informaciones contradictorias. Mientras Milton se pierde en un progresivo letargo de alcohol, opio y hero¨ªna, el personaje m¨¢s greeniano de la funci¨®n, Priscilla, llena de furia y obligada a camuflarse bajo una burka, comienza su in¨²til indagaci¨®n, guiada por Khwaja, un poeta tajik, que escribe en esperanto porque es un lenguaje 'sin historia y, por tanto, sin opresi¨®n'. Y conocer¨¢ a Mahala, una pastun enloquecida, la repudiada esposa del m¨¦dico, bibliotecaria en un pa¨ªs sin bibliotecas, que ha olvidado su propio idioma. Homebody/Kabul es, esencialmente, una obra sobre el caos de nuestro tiempo, pero tambi¨¦n una meditaci¨®n amarga y sard¨®nica en torno al lenguaje como c¨®digo cifrado y arma de ocultaci¨®n y desentendimiento.
Hasta aqu¨ª, este breve resumen, esta primera aproximaci¨®n al vasto y complejo universo retratado por Kushner en Homebody/Kabul. Para saber m¨¢s, o al menos intentarlo, les emplazo a la pr¨®xima cita, el 3 de julio, en el nuevo Lliure, en el Grec. Pasen la informaci¨®n.
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