El consuelo y la desolaci¨®n
La muerte es una habitaci¨®n vac¨ªa y Joana, terrible y descarnado, es un libro de amor. Y ya dec¨ªa Nietzsche que lo que se hace por amor est¨¢ m¨¢s all¨¢ del bien y del mal. M¨¢s all¨¢ tambi¨¦n de los juicios, en el lugar sagrado que es todo dolor. En el pr¨®logo a su Poes¨ªa amorosa completa (Hiperi¨®n/Proa, 2001) escrib¨ªa Joan Margarit: 'La caracter¨ªstica m¨¢s relevante de los poemas de amor es el hecho de que nunca son tristes. Incluso cuando lo que se muestra o se adivina en el poema es desolado o pat¨¦tico (...) es un sentimiento tan ligado a la vida que va siempre m¨¢s all¨¢ de cualquier historia alrededor'. Salt¨¢ndose la preceptiva distancia entre los hechos y la escritura, Margarit ha transfigurado en emoci¨®n pura la enfermedad terminal de su hija Joana, afectada desde su nacimiento por el doloroso s¨ªndrome de Rubinstein-Taybe y protagonista de varios de los poemas m¨¢s estremecedores de su obra anterior.
JOANA
Joan Margarit Hiperi¨®n. Madrid, 2002 118 p¨¢ginas. 8 euros
Tras una introducci¨®n del poeta y una oraci¨®n de Pere Rovira memorables, Margarit desgrana un zarpazo que va 'del 10 de octubre del 2000 al 1 de septiembre del 2001', como dice la rotunda anotaci¨®n final: el miedo a dejar a la hija sola un d¨ªa que se transforma en desamparo propio, la resignaci¨®n ante lo inevitable, el recuerdo de una ¨ªntima lejan¨ªa ('nunca sabr¨¦ qu¨¦ sabes t¨² de m¨ª, / ni en qu¨¦ verdad hemos estado juntos'), los primeros d¨ªas despu¨¦s de la muerte ('y de pronto la casa es demasiado grande')... La muerte, lo sabemos, no es lo terrible, lo terrible es que la vida sigue. Por eso el Funeral Blues de Auden ped¨ªa que se detuvieran los relojes.
Descarnado, ya lo dijimos, directo, narrativo y meditativo, elegiaco, Margarit no maquilla la crueldad de las cosas: 'As¨ª fuiste encerr¨¢ndote, a lo largo de ocho meses, / en el capullo de la oscuridad, / y ahora, horrorizada por la luz, / surge aleteando la furiosa, / p¨¢lida mariposa de la muerte'. Tampoco la crueldad del tiempo y la costumbre: 'Con la frente apoyada en el cristal / pido perd¨®n a mis dos hijas muertas / porque ya casi nunca pienso en ellas'.
Tal vez lo mejor que pueda decirse de un libro es que es necesario. M¨¢s ac¨¢ de la vida y m¨¢s all¨¢ de la literatura, ¨¦ste lo es. Pocas veces unos versos tan desconsoladores habr¨¢n producido tanta sensaci¨®n de consuelo.
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