Incubando empresas

Tradicionalmente, Espa?a no se ha caracterizado por ser un pa¨ªs emprendedor y el grado de penetraci¨®n en las empresas de tecnolog¨ªa de la comunicaci¨®n la sit¨²a a la zaga entre las europeas, seg¨²n recientes estudios. Sin embargo las previsiones son positivas para Joe Boeddeker, director del programa de creaci¨®n de empresas de la Nasa en Sillycon Valley (San Francisco): 'Espa?a es el hermano peque?o de EE UU y estimo que en tres a?os podr¨ªa alcanzarnos, porque evoluciona muy r¨¢pidamente'.

El alto enviado norteamericano, de 62 a?os, que ha sido invitado por la Universidad Polit¨¦cnica a Valencia con motivo del d¨¦cimo aniversario del programa Ideas (una iniciativa de la universidad para fomentar la creaci¨®n de empresas), sostuvo: 'Somos mucho m¨¢s parecidos que diferentes. A la hora de solventar problemas adoptamos las mismas soluciones y percibo que el tejido empresarial y universitario est¨¢n muy interesados en captar nuestras experiencias'. En un marcado tono conciliador, recalc¨®: 'No vengo a aleccionar, sino todo lo contrario. Soy afortunado porque me llevo m¨¢s conocimientos, que dejado consejos, y lo supe desde el momento en que baj¨¦ del avi¨®n'.

Boeddeker precisa que EE UU posee de una m¨¢s s¨®lida cultura empresarial. De hecho, concret¨® que la palabra 'emprendedor' se empez¨® a utilizar en su pa¨ªs hace 25 a?os y ensalz¨® la tecnolog¨ªa como instrumento intermediario y acelerador para el resto de pa¨ªses: 'Eso no quiere decir que Espa?a tenga que esperar tantos a?os. Ahora la clave de la econom¨ªa global es compartir, como en el f¨²tbol. No valen las individualidades. Desde el momento en que una empresa crea su web, se internacionaliza porque abre el mercado al resto del mundo'.

Boeddeker ha conseguido poner en marcha 250 nuevas empresas en cuatro a?os de direcci¨®n del TEN (The Enterprise Network), el programa de creaci¨®n de empresas de la Nasa, financiado por la propia instituci¨®n, la Casa Blanca y universidades. Un proyecto que The New York Times describi¨® como la incubadora prima de la naci¨®n. Este ejemplo a seguir mereci¨® otros premios para su director: t¨ªtulo de honor de Emprendedor del A?o y miembro del Hall of Fame de los Emprendedores de Estados Unidos. 'Podemos estar satisfechos del TEN porque es una excelente respuesta al problema de la mortalidad de empresas j¨®venes, la incubaci¨®n de las empresas ha probado que se pueden revertir los resultados. El 80% sobrevive los tres primeros a?os, cuando las estad¨ªsticas reflejan que la mortalidad de empresas j¨®venes es verdaderamente impresionante: el 70% muere antes de los dos a?os de su nacimiento'. El TEN recibe una financiaci¨®n anual que oscila entre los 2 y 3 millones de d¨®lares. 'La financiaci¨®n es muy importante. No basta con una buena idea, pero lo cierto es que el dinero tampoco es la clave de todo', matiza. Sin entrar a concretar cu¨¢l es el porcentaje de industrias tecnol¨®gicas en su pa¨ªs, porque lo ignora, avanza que muchas de las creadas en el seno del TEN tienen capital extranjero, ahondando en la necesidad de la alianza.

En cuanto a la repercusi¨®n del 11 de septiembre, mantiene que tras la conmoci¨®n en EE UU y la paralizaci¨®n de la inversi¨®n, se abrieron nuevos nichos de mercado enfocados a la seguridad y aprovechando la tecnolog¨ªa. Boeddeker, que inici¨® su carrera como militar en la Academia Naval de EE UU, est¨¢ interesado en crear una incubadora sobre seguridad con Los ?lamos, laboratorio de la Energ¨ªa (GAMA) manejado por la Universidad de California. De la trayectoria militar aprendi¨® 'la disciplina f¨¦rrea que debe tener el emprendedor', al que recomienda 'equilibrio entre la pasi¨®n y el control'. Tras 22 a?os de polifac¨¦tica carrera profesional, que le ha llevado a fundar cuatro compa?¨ªas y a adquirir una amplia experiencia en una empresa californiana con un fulminante crecimiento: de 38 millones de d¨®lares a m¨¢s de un bill¨®n, espera volver a Espa?a. 'Ahora que me dedico a viajar para contrastar las perspectivas de iniciar un negocio, he aprendido que las diferencias son m¨ªnimas y que la colaboraci¨®n es indispensable'.