M¨¢s dise?o y menos servicio

BH and R. Bauz¨¢ Hotel y Restaurante. En la calle, en el lobby, en la biblioteca... El dise?o, la intenci¨®n gr¨¢fica, est¨¢ incluso presente en el nombre. Con estos argumentos, la inmobiliaria catalana Habitat se aventura ahora en el territorio de la gesti¨®n hotelera queriendo aproximar Madrid y Barcelona en su hist¨®rico desfase de modernidad. Y para ello ha adquirido un edificio residencial de la madrile?a calle de Goya -antiguo hotel Pintor Goya- cuya remodelaci¨®n ha sido dedicada a la memoria de Mar¨ªa Bauz¨¢, mecenas de las artes y descendiente de una familia de artistas, exploradores y cient¨ªficos mallorquines emigrados a Uruguay durante el siglo XVIII. Todo lo que ilumina sus interiores responde a esa atribulada vocaci¨®n por la est¨¦tica y el minimalismo de consumo, que sacrifica la exigible insonorizaci¨®n del edificio a favor de un efectismo tan gratuito como el que subraya los acristalamientos decorativos o las delgadas panelaciones de madera.

El hotel presta m¨¢s atenci¨®n a la imagen que al servicio, un lugar com¨²n de la hosteler¨ªa boutique pimpante en ciertos barrios de moda como el Soho neoyorquino, que los empleados del Bauz¨¢ se afanan en imitar con ciertos tics desde?osos.

Obra gr¨¢fica, fotograf¨ªas en blanco y negro y otros objetos de culto se exponen en la primera planta, consagrada a las reuniones, el gimnasio y un acogedor sal¨®n-biblioteca. Semejantes mimos ambientan el com¨²n de los dormitorios, no demasiado amplios, aunque dotados de cuanto pueden imaginar sus inquilinos. Modernos, sin provocaci¨®n. Atrevidos, sin ostentaci¨®n. Todos los detalles del equipamiento han sido tenidos en cuenta, desde la tonalidad de las paredes hasta la calidez de las luces, excepto el cada d¨ªa m¨¢s necesario acceso a Internet. Aqu¨ª lo tecno convive con un mobiliario humilde, en madera de pino, un suelo de parqu¨¦ y dos alfombras cameras de rafia; lo refinado de una carta de almohadas con la chabacaner¨ªa de un televisor colgado de la pared y asegurado a su platina con una vulgar cincha de nailon; el apresto de las camas con alg¨²n roto disimulado en las s¨¢banas. Hay de qu¨¦ sentirse a gusto y tambi¨¦n qu¨¦ deplorar, como en cualquier destello de falsa modernidad.

Menos sorpresas deparan las nueve habitaciones del ¨¢tico, con vistas sobre los tejados burgueses del barrio de Salamanca. Un sitio ideal para tomarse el aperitivo antes de bajar a cenar.