Quique Seti¨¦n, el bien aparecido

Cuando la plantilla racinguista, desde ayer con etiqueta de Primera, visite estos d¨ªas el santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria desde 1905, m¨¢s de uno mirar¨¢ de reojo a Quique Seti¨¦n. El mejor jugador de la historia del Racing, seg¨²n una encuesta hecha en El Sardinero a finales de la pasada temporada, ha sido toda una revelaci¨®n. Milagroso.

Sin experiencia en los banquillos, Seti¨¦n se meti¨® en el fango el 5 de octubre. Eran tiempos de zozobra en el Racing, 17? en la clasificaci¨®n y con un vestuario agrietado por las rencillas. El hasta entonces director de las secciones inferiores, baj¨® a la caseta y se alarm¨®: 'Encontr¨¦ un equipo roto en todos los sentidos. Los jugadores estaban al 30% de su rendimiento y hab¨ªa muchas divisiones en un plantel que mentalmente no hab¨ªa tenido vacaciones desde que baj¨® a Segunda'.

'Reun¨ª a los jugadores, cada uno dijo lo que pensaba y todos sellamos un compromiso'

Ya con Seti¨¦n al frente, el Racing perdi¨® en Ferrol y se clav¨® en la zona del descenso. Tres d¨ªas despu¨¦s, la Leonesa le elimin¨® de la Copa. El nuevo t¨¦cnico, que como jugador ya se hab¨ªa distinguido por su extraordinaria agilidad mental, convoc¨® unos d¨ªas de ejercicios espirituales: 'Reun¨ª a todos y met¨ª el bistur¨ª. Salieron a relucir los trapos sucios, cada uno dijo lo que pensaba y todos sellamos un compromiso para cambiar el rumbo de las cosas'.

Pero las cosas tardaron en enderezarse. Por distintas circunstancias, la guardia pretoriana del equipo fue poco a poco desterrada. Arzeno, que tuvo un feo altercado con el entrenador, perdi¨® el sitio tras una apendicitis; Txema tuvo molestias en un tobillo, e Ismael tambi¨¦n se lesion¨®. El ¨²nico que perdi¨® el puesto sin percances de por medio fue el eterno guardameta, Ceballos. Traumatizado a¨²n por el descenso de la temporada anterior, el capit¨¢n estaba muy afectado por la desuni¨®n de la plantilla. 'Con los veteranos tuve momentos dif¨ªciles, pero todos han mantenido el ritmo adecuado, salvo Mena', dice Seti¨¦n.

Visto el panorama, Seti¨¦n perfil¨® una alineaci¨®n con alfileres, con chicos tan inexpertos que en muchos partidos el Racing ha jugado con una media de edad de 23,5 a?os. Del grueso del equipo, s¨®lo Sietes y Lemmens pueden contar batallitas de Primera. Nafti, Pablo Sierra y Mora hab¨ªan descendido a Tercera con el Racing B un curso antes. Txiqui, otro fijo, hab¨ªa llegado en el invierno de la Segunda B, del Leonesa.

Sin mucho pedigr¨ª, Seti¨¦n arm¨® un bloque tan consistente que en diez jornadas el equipo c¨¢ntabro pas¨® de ser el cuarto por la cola a ser el cuarto por la cabeza. Pero en Santander, una plaza siempre volc¨¢nica y dif¨ªcil, el Cant¨¢brico segu¨ªa azotando: 'En un partido contra el Ferrol, en El Sardinero, nos metieron un gol y la grada comenz¨® a abuchear a los chavales. Me gir¨¦ sometido hacia el p¨²blico para pedir ¨¢nimo y unos 200 me dieron la bronca'. Por entonces, Seti¨¦n ya rumiaba su desdicha como t¨¦cnico. Los ¨¦xitos deportivos no aliviaban sus malas sensaciones: 'Poco a poco, me iba dando cuenta de la debilidad del entrenador, al que todo el mundo discute'. El sufrimiento pod¨ªa con ¨¦l. Le costaba en exceso soportar 'ciertas cosas'. Por ejemplo, el d¨ªa que explic¨® en rueda de prensa su idea del juego, su devoci¨®n por el f¨²tbol bien trenzado y las consecuencias positivas de dar velocidad al bal¨®n: 'Quise profundizar en estas cuestiones y me dijeron que de qu¨¦ iba hablando as¨ª'.

Puede que ese mismo d¨ªa Seti¨¦n tomara una decisi¨®n crucial. Es muy probable que no siga en el banquillo: 'El sufrimiento me echa para atr¨¢s'. Basta con ver alguna cana en su bosque y ciertas arrugas de m¨¢s en un rostro de s¨®lo 43 a?os. Seti¨¦n regresar¨¢ a los despachos -'si perdiera tres partidos en Primera, me tendr¨ªa que ir de Santander'- y su relevo lo tiene subrayado: Manuel Preciado, ex compa?ero en el barro del viejo Sardinero y ahora t¨¦cnico del B en Tercera, o Sarabia, ex colega en el Logro?¨¦s y en el f¨²tbol-playa.

Seti¨¦n quiere cerrar la metamorfosis que vive la instituci¨®n. Del paraguayo Gustavo Ben¨ªtez y sus tres ayudantes suramericanos se ha pasado a una escuadr¨®n de la casa: Seti¨¦n, Yosu, Esteban Torre, t¨¦cnico de porteros, y Luis Felipe Lucio, preparador f¨ªsico. Hasta la marca de ropa deportiva ahora es genuina: Racing, sin m¨¢s. Para cimentar el proyecto, desde diciembre, el m¨¢ximo accionista, Santiago D¨ªaz, forma parte por primera vez del consejo de administraci¨®n, presidido por ?ngel Guti¨¦rrez Coterillo. Con la tutela de Seti¨¦n, el bien aparecido, todo es posible.