La derecha avanza en la UE
Los l¨ªderes conservadores ya son mayor¨ªa en el Consejo mientras rebrota la ultraderecha
Los resultados de las elecciones en Holanda e Irlanda han confirmado el imparable ascenso de la derecha europea. En el primer caso, con la derrota del ex primer ministro socialdem¨®crata Wim Kok, y en el segundo, con un rotundo refuerzo del centrista Bertie Ahern. Pero lo sucedido en Holanda ha tenido mayor trascendencia para la Uni¨®n Europea porque da la mayor¨ªa a los l¨ªderes conservadores en el Consejo de la UE, el principal ¨®rgano de poder de los Quince, y porque confirma la reaparici¨®n de grupos de tintes xen¨®fobos opuestos a la construcci¨®n europea.
El triunfo del democristiano holand¨¦s Jan Peter Balkenende supone que, ya en la pr¨®xima Cumbre de Sevilla del mes que viene, ser¨¢n ocho los primeros ministros de derechas. Hace cuatro a?os, s¨®lo eran dos: Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker. Si el triunfo de Aznar en 1996 pudo ser el primer aviso para la izquierda europea, lo ocurrido despu¨¦s en Austria (1999) e Italia (mayo de 2001) confirm¨® la tendencia. Pero debieron ser los ataques del 11 de septiembre los que la dispararon.
Las primeras elecciones europeas tras esos atentados se registraron en Dinamarca, donde, por primera vez en casi ochenta a?os, los liberales destronaron a los socialdem¨®cratas y pusieron fin a los nueve a?os en el poder de Poul Nyrup Rasmussen, el decano entonces de los l¨ªderes europeos. Portugal (marzo pasado), Francia (en las presidenciales), Holanda e Irlanda han sido despu¨¦s los ejemplos que confirmaban la regla.
Aunque en la UE priman casi siempre m¨¢s los intereses nacionales que los ideol¨®gicos, la nueva composici¨®n del Consejo Europeo cobra mayor trascendencia porque ser¨¢ una mayor¨ªa de l¨ªderes conservadores la que lleve adelante todo el proceso de reforma abierto con la Convenci¨®n sobre el futuro de Europa y, sobre todo, la ampliaci¨®n a 10 Estados m¨¢s prevista para 2004. Y es m¨¢s relevante ese hecho cuando la vocaci¨®n europe¨ªsta de algunos de esos l¨ªderes, como Berlusconi o Rasmussen, y en ocasiones incluso la de Aznar, son puestas en entredicho en Bruselas. Por eso, ser¨¢n realmente clave las elecciones de septiembre en Alemania, la locomotora de la UE, porque un posible triunfo del conservador Edmund Stoiber dejar¨ªa totalmente mermado el peso de los socialistas en la Uni¨®n.
Con todo, mucho m¨¢s preocupante que la aparici¨®n en escena de dirigentes menos europe¨ªstas es el rebrote de la ultraderecha. Desde J?rg Haider en Austria, pasando por Umberto Bossi en Italia, Pia Kjaersgaard en Dinamarca, Jean-Marie Le Pen en Francia, el asesinado Pym Fortuyn en Holanda o Frank Vanhecke en B¨¦lgica, han logrado buena parte de sus ¨¦xitos electorales con demag¨®gicos mensajes sobre la criminalidad, la inmigraci¨®n, la seguridad o la p¨¦rdida de identidad nacional ante la burocracia de Bruselas o el todopoderoso Banco Central Europeo (BCE).
La ¨²nica excepci¨®n a esa derechizaci¨®n europea ha sido el Reino Unido, donde el laborista Tony Blair repiti¨® triunfo sin problemas en junio del a?o pasado. Y quiz¨¢s la clave la dio Peter Mandelson, ide¨®logo de la tercera v¨ªa lanzada por Blair, cuando a la vista de lo ocurrido con Le Pen en Francia coment¨® que 'cuando los responsables pol¨ªticos no responden a las inquietudes de los ciudadanos, surgen gentes como Le Pen'. Es decir, cuando los pol¨ªticos tradicionales no hablan de lo que interesa a la gente.
La izquierda europea asume estar en crisis y por eso el eurodiputado franc¨¦s Daniel Cohn-Bendit clama por 'refundar pol¨ªtica y culturalmente la izquierda social y ecologista', mientras Enrique Bar¨®n, l¨ªder de los socialistas europeos en la Euroc¨¢mara, advierte a los Quince que tienen bloqueadas desde hace meses cinco directivas europeas sobre inmigraci¨®n.
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