M¨¢s listas, m¨¢s trabajadoras
En la televisi¨®n, las mujeres son criaturas j¨®venes y bellas que suelen andar desnudas (o casi). No trabajan fuera de casa, y lo que quieren es un hogar reluciente, una familia bien atendida y un cuerpo perfecto. En la vida real, las mujeres son otra cosa. Y de esto trata un estudio dirigido por Anna Freixas, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la Educaci¨®n de C¨®rdoba, que muestra la enorme distancia que media entre los modelos propuestos por la publicidad televisiva y las aspiraciones vitales y profesionales de los adolescentes.
El proyecto tiene dos partes. Una analiza los planes que los j¨®venes tienen para s¨ª mismos; la otra se centra en los anuncios. Para la primera, se pasaron 3.800 cuestionarios a otros tantos chicos y chicas de C¨®rdoba y provincia, en centros de ense?anza p¨²blicos, concertados y privados. Se fijaron dos grupos, uno entre 13 y 14 a?os y otro entre 16 y 17. 'Los peque?os, m¨¢s que ideas sobre el futuro, tienen imaginaciones', explica Freixas. 'Los mayores est¨¢n a un a?o de empezar una carrera, han de tomar decisiones y su imaginario es m¨¢s completo'.
'No les dirig¨ªamos', aclara la investigadora. 'Les pregunt¨¢bamos por sus aspiraciones, y ellos nos contaban las profesionales y tambi¨¦n las afectivas y relacionales'. Descubrieron que mientras los chicos de 13 a 14 a?os no pensaban en amores, sino en 'fantas¨ªas deportivas, de dinero, casas y motos', las chicas s¨ª lo hac¨ªan. Ya a los 16 y 17, unos y otras introduc¨ªan el tema del amor en la misma medida.
'Ve¨ªamos sus prioridades', relata Freixas. 'Si les interesaba m¨¢s casarse y tener hijos o trabajar y ser ingenieros'. Hallaron un dato, para la investigadora, 'esperanzador': las chicas de todas las edades antepon¨ªan el trabajo a las relaciones de pareja. 'Son generaciones completas de mujeres que saben que antes que en el amor tienen que pensar en comer', dice. 'Eso refleja lo que ocurre en la Universidad: hay m¨¢s chicas, que terminan m¨¢s carreras y con mejores notas'. Pero esta realidad recibe el desmentido diario de la publicidad. Y aqu¨ª llega la segunda parte de la investigaci¨®n, la que analiz¨® 4.329 anuncios emitidos por TVE 1 y Canal Sur durante una semana y seleccion¨® los 362 en los que aparec¨ªan hombres y mujeres en edad laboral. Lo que suced¨ªa, en resumen, es que los hombres aparec¨ªan como profesionales de ¨¦xito, compraban coches, usaban tel¨¦fonos m¨®viles y eran dados al riesgo y a la aventura. Ten¨ªan, adem¨¢s, derecho a cumplir m¨¢s de 30 a?os, algo vedado a las mujeres, que adem¨¢s de ser invariablemente guapas y amables, estaban siempre en casa, guisando o usando cremas, maquillajes, tintes y ceras.
'A los adolescentes, los anuncios les dicen c¨®mo pueden ser, c¨®mo estar en el mundo', asegura Anna Freixas. 'Y las chicas quieren ser profesionales, tienen modelos cercanos en los que inspirarse, como madres trabajadoras, empresarias, pol¨ªticas... Pero la publicidad les da una imagen muy distinta'.
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