Regreso a los 'a?os salvajes'
Los ¨²ltimos casos de dopaje componen un retrato desolador del mundo del ciclismo
A comienzos del a?o pasado, los ciclistas del equipo italiano Mapei se reunieron en asamblea para debatir y aceptar libremente la propuesta de su patr¨®n. 'Nos importan poco los resultados ', les dijeron; 'es m¨¢s importante para nosotros, es prioritario, no sufrir ning¨²n positivo'.
Los corredores, muchos de ellos grandes campeones -el Mapei es el m¨¢s grande y mejor equipo del mundo-, hablaron y dieron su acuerdo. El equipo estableci¨® incluso un sistema de controles internos e inopinados: cualquiera que diera positivo en ellos sufrir¨ªa una sanci¨®n interna y dejar¨ªa el equipo al final del a?o. El 2001 no pasar¨¢ a la historia como un gran a?o del equipo de Squinzi, pero la falta de triunfos estaba justificada.
Este a?o empez¨® distinto: grandes veteranos (Tafi, Bettini) del Mapei empezaron a ganar carreras importantes (Flandes, Lieja); otro mapei, el t¨ªmido Stefano Garzelli empez¨® arrasando en el Giro. Hace cuatro d¨ªas, el Mapei anunci¨® que Garzelli hab¨ªa resultado positivo en un control en el Giro. ?Qu¨¦ ha pasado? ?Ha cambiado la pol¨ªtica del Mapei? ?Han cambiado los corredores?
El caso Garzelli es un s¨ªntoma m¨¢s de una enfermedad que ha alarmado, esta primavera m¨¢s que nunca, al mundo del ciclismo. Directores, corredores, federativos y m¨¦dicos, todos en privado, no dejan de expresar su miedo, su pavor casi. Una frase se repite: 'Estamos peor que nunca'.
Cuatro a?os despu¨¦s de que el caso Festina introdujera al ciclismo en la cr¨®nica policiaca, cuatro a?os despu¨¦s de que la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) y los grandes equipos decidieran que la lucha contra el dopaje era una de las grandes prioridades, cuatro a?os despu¨¦s de esfuerzos de todo tipo -protagonizados, de todas maneras, por los mismos dirigentes que lo hab¨ªan llevado a la deriva-, lo ¨²nico que se ha conseguido es que el ciclismo regrese a los a?os salvajes, a la ¨¦poca del dopaje individual y ca¨®tico, fuera del control de m¨¦dicos y cient¨ªficos.
El ciclismo es el ¨²nico deporte sometido a investigaciones policiales como la que se lleva a cabo ahora en Brescia (Italia), con corredores detenidos por los carabinieri, y los hallazgos conseguidos las han justificado. Las sustancias que se manejan ahora -Nesp, autotransfusiones, hormona del crecimiento, anabolizantes...-, algunas de ellas indetectables, la mayor¨ªa f¨¢cilmente accesibles a trav¨¦s de Internet o de peque?os camellos locales que se anuncian impunemente en revistas y gimnasios, hacen parecer inocentes las de los a?os 70, las centraminas y otros estimulantes.
El ciclismo actual est¨¢ compuesto de 30 equipos de primera divisi¨®n, muy controlados, muy conscientes, y de 40 de segunda, el caos. En lo que va de a?o, la UCI ha efectuado 740 an¨¢lisis de sangre: casi 550 han estado dirigidos a 29 equipos de primera -s¨®lo el BigMat no ha sido analizado- y menos de 200 a 20 equipos de segunda. Hay pa¨ªses, como Portugal, Alemania y Polonia, los para¨ªsos de los equipos de segunda -12 equipos entre los tres pa¨ªses-, en los que la UCI no ha hecho ning¨²n an¨¢lisis de sangre. 'Y si los ha hecho, se los calla, horrorizada por los hechos all¨ª descubiertos', dice un director espa?ol. S¨®lo el pasado d¨ªa 13 ha sido capaz la UCI de recordar a los equipos de segunda que pod¨ªan ser sometidos a los an¨¢lisis por sorpresa llevados a cabo a medias con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Algunos ya han recibido una amonestaci¨®n, ninguna suspensi¨®n, de la UCI y han reducido las dosis: adi¨®s a las victorias.
El efecto ha sido perverso. En las carreras, los ciclistas de los equipos grandes, buenos corredores, se han visto superados, incluso ridiculizados, asombrados, por corredores modestos, desconocidos, de equipos desconocidos, dispuestos a hacerse una carrera cueste lo que cueste, por encima de su salud incluso, que llegan a alardear de su 'preparaci¨®n biol¨®gica' y proclaman con orgullo el nombre del superm¨¦dico, car¨ªsimo, que los lleva.
Por la noche, el corredor de primera llega llorando a su director con el mensaje de su impotencia: 'Es que si yo no me meto nada, me ganan los malos y entonces no me renuevas y me quedo sin trabajo...' Y as¨ª logra que el equipo mire para otro lado. 'Haz lo que quieras, pero si das positivo el equipo no tienen nada que ver', le responden. El c¨ªrculo se ensancha.
Mientras tanto, los organizadores de las grandes vueltas, beneficiarios de todo el sistema -el dopaje, no se olvide, est¨¢ hecho para mejorar el rendimiento y aumentar el espect¨¢culo-, s¨®lo piden una cosa, que ning¨²n esc¨¢ndalo turbe su carrera. Terminar¨¢ el Giro, que no se ha podido librar de la peste, seg¨²n desean sus organizadores, pero el problema continuar¨¢. Hasta que los patrocinadores decidan que el ciclismo, el deporte publicitario por excelencia, s¨®lo sirve para anunciar lo indeseable.
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