Ant¨°nia Vicens novela los sue?os y la impotencia de una mujer

'La inseguridad de perder un trabajo, la violencia social, la prepotencia del poder, la servidumbre de la juventud... obedece a un mundo que quiere crear adictos', dice la escritora Ant¨°nia Vicens (Santany¨ª, Mallorca, 1941). De la incomodidad ante esta mezcolanza nace Cec¨ªlia, la protagonista de su ¨²ltima novela, Lluny del tren (Destino). 'Un personaje impotente que se quiere integrar al mundo y no puede', contin¨²a.

Lluny del tren es la cr¨®nica, en primera persona, de la vida de Cec¨ªlia, de su incapacidad para encontrar el placer y de las personas que la rodean: su madre castradora; la prima indolente; el motorista de quien se enamor¨® por primera y ¨²ltima vez; el pintor Sim¨®, cuya obra ya ha pasado de moda; la tiradora de cartas Susanna, que 'juega con la gente insatisfecha vendiendo ilusiones'; el poeta Cinto, que representa 'la ambig¨¹edad de un personaje que ha vivido y muerto a escondidas porque no ha tenido coraje'; la maltratada Rita, y el escritor Thomas, el prototipo de autor engre¨ªdo y tambi¨¦n un ejemplo de 'la indiferencia del p¨²blico y del poco peso social que tienen ahora los escritores'.

Todo junto forma un 'viaje al pasado en el que Cec¨ªlia busca los momentos que la han llenado durante su vida'. Es, tambi¨¦n, una novela de 'obsesiones y sue?os', sobre 'gente que busca la felicidad porque sin quimeras no se llega a ning¨²n lado'. La amalgama de personajes forma una especie de 'juego interactivo' con el lector, explica la autora.

'En esta novela me he arriesgado m¨¢s para buscar la complejidad humana. Me gusta indagar entre lo que no se ve a simple vista, la realidad subterr¨¢nea'. Para ello se ha servido m¨¢s de la imagen que de la descripci¨®n. Como ejemplo de este simbolismo, los ¨¢ngeles que habitan en la cabeza y el cuerpo de Cec¨ªlia, quien a media cr¨®nica descubre que est¨¢ infectada por el virus del sida.

'Todos los s¨ªntomas de Cec¨ªlia son los de una enferma de sida', dice Vicens. Aparte de los efectos f¨ªsicos, el dolor, Cec¨ªlia tiene una fuerte tendencia a desvariar. En consecuencia, la prosa de su cr¨®nica en primera persona es una 'prosa enferma' en muchas ocasiones. A veces delirante y otras ir¨®nica.