El ministro marroqu¨ª de Exteriores censura la actitud de Espa?a
Benaissa resalta la 'similitud' de Gibraltar con Ceuta y Melilla
El di¨¢logo hispano-marroqu¨ª para recomponer la relaci¨®n, anunciado a principios de semana por el ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦, arranca mal. Primero fue, el mi¨¦rcoles, el n¨²mero dos de la diplomacia marroqu¨ª, Taeb Fassi-Fihri, quien arremeti¨® ante el Senado contra el Gobierno espa?ol, y ayer le secund¨® el ministro, Mohamed Benaissa. Resalt¨® la similitud entre la colonia de Gibraltar con Ceuta y Melilla.
Las autoridades de Rabat mantuvieron un prolongado silencio ante el contencioso con Espa?a -la prensa no cej¨®, en cambio, de criticar- desde que, a finales de abril, EE UU se inclin¨® por aplicar en el S¨¢hara una soluci¨®n favorable a los intereses de Marruecos.
'Benaissa se niega a discutir de la crisis entre Marruecos y Espa?a ante el Parlamento', titulaba ayer en primera p¨¢gina el diario de Casablanca As-Sabah recordando que los diputados le hab¨ªan pedido en cuatro ocasiones que compareciese.
El mutismo marroqu¨ª contrast¨® con la profusi¨®n de declaraciones de miembros del Gobierno espa?ol, desde el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hasta el titular de Interior, Mariano Rajoy, pasando por dos secretarios de Estado, Miquel Nadal y Enrique Fern¨¢ndez-Miranda. Denunciaban el escaso control marroqu¨ª sobre la emigraci¨®n clandestina o apoyaban para el S¨¢hara arreglos que crispan a Rabat.
Una vez m¨¢s fue el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, el que interrumpi¨® la cascada de cr¨ªticas espa?olas contra Marruecos anunciando el pasado lunes en Mikonos (Grecia) que ambos pa¨ªses impulsar¨ªan el di¨¢logo para tratar de normalizar una relaci¨®n quebrada hace siete meses, cuando el rey Mohamed VI llam¨® a consultas a su embajador en Madrid. Con tal prop¨®sito se entrevistar¨ªan en breve los numeros dos de la diplomacia espa?ola, Nadal, y marroqu¨ª, Fassi-Fihri.
No hab¨ªan transcurrido 48 horas del anuncio de Piqu¨¦, cuando Fassi-Fihri compareci¨® ante el Senado marroqu¨ª y record¨® la retah¨ªla de agravios espa?oles ampliando un poco la letan¨ªa con nuevas alusiones a Ceuta y Melilla.
El secretario de Estado, al que la diplomacia espa?ola considera como el art¨ªfice de la crisis bilateral, acus¨® al Ejecutivo espa?ol de mantener 'actitudes que perjudican los intereses superiores nacionales del pa¨ªs'. Para entablar el di¨¢logo, Fassi-Fihri puso de hecho como condici¨®n que se elabore una lista de las afrentas espa?olas.
Poco despu¨¦s fue Benaissa qui¨¦n acept¨®, por fin, acudir a la C¨¢mara de Representantes (C¨¢mara baja) para reiterar el 'rechazo categ¨®rico' de Marruecos a la concesi¨®n por el Gobierno espa?ol de permisos de prospecci¨®n petrolera cerca de Canarias, pero a escasa distancia de la costa marroqu¨ª. Exigi¨® a Espa?a que 'suspenda' ese 'acto unilateral (...) y hostil'.
Benaissa aprovech¨® para resaltar las grandes 'similitudes' entre la situaci¨®n de Gibraltar y la de Ceuta y Melilla que Rabat, dijo, continuar¨¢ reivindicando.
M¨¢s que un rev¨¦s para la declaraci¨®n conciliadora de Piqu¨¦, la subida de tono marroqu¨ª pone de relive, seg¨²n se interpreta en Madrid, su preocupaci¨®n por la propuesta que Aznar va a someter a la cumbre europea de junio en Sevilla: recortar las ayudas a los pa¨ªses que no controlen la emigraci¨®n clandestina que exportan a Europa.
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