Elvira Lindo reivindica la frivolidad al presentar su segundo 'Tinto de verano'

Convoc¨® a sus amigos y a sus personajes, que andan, se mueven y son de verdad, para que asistieran a la presentaci¨®n del libro: 'Es que pens¨¦ que no iba a venir nadie', dijo Elvira Lindo (C¨¢diz, 1962) con la segunda entrega de Tinto de verano (Aguilar) delante. Fue ayer, en una librer¨ªa madrile?a. La autora reivindic¨® cosas mal vistas: 'Sin mi lado fr¨ªvolo, me morir¨ªa', dijo.

Este Tinto de verano, recopilaci¨®n de los textos publicados el pasado agosto en EL PA?S, se bebe fresco y lo sirve una persona descarada que para re¨ªrse del mundo, primero, se cachondea de s¨ª misma y de todo lo que la rodea. Ella es as¨ª, y a quien no le guste, que arree. Pero lo reconoce. 'A veces digo cosas un poco fuertes', comenta. Pero no est¨¢ tampoco para pedir permiso. 'Yo no voy a ir llamando uno por uno a los que saco en mis art¨ªculos a ver si les parece bien o no'. Lleg¨® vestida de color crema, con una flor verde en la solapa y algo escotada, sabiendo bien que por ah¨ª no iba a aparecer Evelio, el alba?il ese que en vez de mirarle a los ojos cuando habla le mira el pecho, seg¨²n cuenta ella en sus p¨¢ginas.

Entr¨® con su santo (Antonio Mu?oz Molina) del brazo y se sent¨® entre Juan Cruz -que apag¨® el m¨®vil-; Ana Rosa Sempr¨²n, editora de Aguilar; Antonio Mart¨ªnez, su vecino de columna los domingos en EL PA?S, y ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, colega de escritura para el cine. Juan Cruz estaba empe?ado en que se proclamaran los piropos que le hab¨ªan lanzado a la escritora Rafael Azcona y Juan Cueto por tel¨¦fono. 'Azcona dice que los art¨ªculos de Elvira son pura ficci¨®n, como cuentos; y Juan Cueto, que ella ha introducido el lenguaje del nuevo pop, la mirada fresca, y que cumple con el I+D del periodismo moderno: informaci¨®n m¨¢s diversi¨®n'.

Heredera de Azcona

El autor del gui¨®n de, entre otras, El verdugo tambi¨¦n estuvo presente en los piropos de Sinde: 'Ella es la heredera de la corona de Azcona', dijo la guionista, y Antonio Mart¨ªnez, experto en diseccionar la sociedad espa?ola con el bistur¨ª de los mu?ecos del gui?ol, asegur¨®: 'Hay que tomar Tinto de verano como un manifiesto contra la solemnidad'.

Y de eso, de dar patadas a la solemnidad, a la pedanter¨ªa y a la pomposidad, sigui¨® hablando Lindo. Incluso consciente de que su naturalidad desnuda, muy cabal, pueda confundirse con mala baba. 'Hay poca manga ancha en varios c¨ªrculos para encajar bromas, sobre todo en la pol¨ªtica y en el mundo del espect¨¢culo', asegur¨®. Luego sigui¨® confes¨¢ndose sobre un div¨¢n de c¨¢maras, grabadoras y micr¨®fonos: 'Odio la competencia, huyo de la envidia, no puedo ver a los envidiosos, s¨®lo me rodeo de gente a la que pueda ayudar o que me pueda ayudar a m¨ª. Intento juntarme con personas que tengan muchos defectos, pero no el de la envidia', dijo.

Cont¨® que Tinto de verano se gest¨® como alternativa al encargo de hacer un diario estival de Manolito Gafotas. 'Poco a poco fue saliendo esto, y tengo que dar las gracias a toda la gente cercana a m¨ª que se convirti¨® en mi c¨®mplice, desde Antonio, que ha demostrado tener m¨¢s sentido del humor que yo, a mis amigos, a mis suegros, a mi hijo, a mi padre...'.

Explic¨® que la clave para que se sorprendiera a s¨ª misma con la serie de estos art¨ªculos fue la de empezar a ver el mundo con ojos femeninos. 'Siempre he tenido la sensaci¨®n de que mi sentido del humor es muy masculino, de retranca. En muchas cosas me he sentido un chico. Es algo que hablo con mi terapeuta'. Y, sobre todo, con dos vueltas de frivolidad, aunque le cueste sus enemistades: 'La gente es graciosa cuando no se da cuenta. Hay muchos lectores que me deben odiar por lo que escribo. Deben creer que me gusta el lujo, el dinero, la diversi¨®n. Les dir¨ªa que hay algo de cierto en eso pero me morir¨ªa sin ello, no lo soprtar¨ªa porque tengo tambi¨¦n un lado amargo y pesimista que me vencer¨ªa'.