Salom¨®n
Con tal de llegar a ser Salom¨®n, Eduardo Zaplana parece no s¨®lo capaz de ingeniar extremos, sino tambi¨¦n de conducirlos hacia el conflicto, para luego aparecer con su espada y partir por la mitad con un corte de cuajo rectil¨ªneo, estableciendo un veredicto cuyo mayor beneficio recae siempre en la figura del juez, puesto que se arroga el paroxismo de la imparcialidad. Y ¨¦se es ¨¦l, y en realidad, eso debe ser el centro para un liberal sin complejos, acaso porque el pragmatismo no consiste s¨®lo en ejercerlo sino en templar circunstancias que confluyan en ese estado que llev¨® al hijo del rey David a sentenciar que un beb¨¦ fuese partido en dos ante dos madres que lo reclamaban. Lo hizo antes dando p¨¢bulo al secesionismo en v¨ªsperas de proponer al Consell Valenci¨¤ de Cultura que, en su funci¨®n estatutaria y funcional, dictaminara sobre la controversia ling¨¹¨ªstica. Lo ha hecho ahora con motivo del requisito ling¨¹¨ªstico, azuzando a Enma Iranzo, la alcaldesa de Requena y presidenta de la Federaci¨®n Valenciana de Municipios y Provincias, para que saliese en tromba llamando a la rebeli¨®n de las comarcas castellanoparlantes contra el requisito ling¨¹¨ªstico que su propio partido (PP), con la m¨¢xima minimizaci¨®n posible, sac¨® adelante. Y que dicho sea de paso, s¨®lo mantiene la exigencia de la capacitaci¨®n para impartir la ense?anza en cualquiera de las dos lenguas que nos son propias a los valencianos. Zaplana necesita, por una parte, enfriar la presi¨®n que est¨¢ recibiendo desde las universidades valencianas por el veto impuesto a los licenciados en Filolog¨ªa Catalana; y por la otra, que la sociedad visualice dos puntos de tensi¨®n contrapuestos (en los que la oposici¨®n siempre abandera la postura m¨¢s irracional) para poder comparecer con su sable, repelar sobre lo cortado y pasar la boina al electorado. Sin embargo, ahora ha tenido que enfundar ante la salida de ¨®rbita de esta suerte de Vidal Quadras serrana, que instaba a los alcaldes de estas comarcas a 'adoptar medidas de defensa', y ha tenido que mandarle parar antes de que creara un conflicto m¨¢s propio de comunidades con una verdadera pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica para equiparar su lengua aut¨®ctona con el castellano. Y no es el caso.
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