Virenque se rehace en Navacerrada
El ciclista franc¨¦s pasa tres semanas concentrado en la sierra madrile?a
![Carlos Arribas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe3f9d365-91a0-4554-a5c4-70f3bf1ea029.png?auth=e6426bc0be73ca7a1a032b8f3a5a8f5479303facc987fc5270aa197eb094c06b&width=100&height=100&smart=true)
El aire de la sierra de Madrid, dice el dicho, mata a una vieja y no apaga un candil. A lo que Richard Virenque podr¨ªa a?adir: 'Y tonifica el cuerpo y alimenta la sangre', que para eso el ciclista franc¨¦s se ha pasado 18 d¨ªas en Navacerrada. Casi solo en una residencia. A 2.000 metros, m¨¢s o menos.
'El equipo [el Domo] me ha dado libertad para preparar el Tour a mi gusto', dice el ciclista franc¨¦s, que, a los 32 a?os, es muy distinto al que primero fue el joven m¨¢s querido de la afici¨®n francesa y, luego, uno de los corredores m¨¢s castigados por el caso Festina. 'Mi intenci¨®n es hacer un Tour a lo Jalabert, busco ganar un par de etapas y el maillot de la monta?a, mi sexto jersey de lunares. Y, casi por primera vez en mi carrera, puedo planificar a mi gusto la preparaci¨®n. Por eso me he venido a Espa?a. Estuve unos d¨ªas en M¨¢laga, luego dud¨¦ entre Sierra Nevada y Nevacerrada para la preparaci¨®n en altura, y me decid¨ª por Navacerrada, que la conoc¨ªa de una Vuelta. Me gustaba porque estaba cerca de Madrid'.
La libertad de acci¨®n que su equipo le ha concedido -Virenque ha estado sin competir todo el mes de abril y la mitad de mayo, justo hasta el inicio de la Midi Libre, donde est¨¢ participando- tambi¨¦n la aprovech¨® el franc¨¦s para trabajar cuestiones de aerodinamismo con Patrice Ciprelli, marido de la inoxidable ciclista gala Jeanie Longo.
Las virtudes te¨®ricas de la preparaci¨®n en altitud para deportistas de resistencia son conocidas desde hace d¨¦cadas. Es la ecuaci¨®n de m¨¢s altura, menos presi¨®n del ox¨ªgeno, y la adaptaci¨®n consecuente del organismo, la fabricaci¨®n de m¨¢s gl¨®bulos rojos, m¨¢s ox¨ªgeno en la sangre para compensar. Son las estancias en M¨¦xico, en las Ca?adas del Teide o en Navacerrada; o las c¨¢maras hipob¨¢ricas, que reproducen al nivel de mar las condiciones de ox¨ªgeno a la altura deseada. Una teor¨ªa en la que algunos no creen y que para otros es sagrada.
'Pero las concentraciones en altura son necesarias no s¨®lo por razones fisiol¨®gicas, sino tambi¨¦n por cuestiones de disciplina', explica Manolo Saiz, director del ONCE-Eroski, que cree tanto en las virtudes del trabajo en altitud que todos los a?os organiza varias concentraciones de su equipo. 'Hay que acostumbrarse a entrenamientos duros, muy duros, porque lo que no aguantas entrenando no lo vas a resistir en competici¨®n', subraya Saiz.
La disciplina la dan la soledad y los entrenamientos duros. De los 18 d¨ªas de estancia, el franc¨¦s estuvo sin compa?¨ªa 10 d¨ªas; los dem¨¢s, m¨¢s un fin de semana que baj¨® su mujer a visitarle, lo que le cost¨® una multa de tr¨¢fico cuando la acerc¨® al aeropuerto de vuelta, coincidi¨® con otro grupo de ciclistas profesionales, lo que no le vino nada mal.
'Fue un grupo de vascos del Euskaltel, m¨¢s David Plaza', dice Virenque. Eran parte de los corredores preparados por Jes¨²s Losa, un m¨¦dico que da una importancia fundamental a los entrenamientos en altitud. 'Hay que hacer ciclos de dos o tres semanas por lo menos cada dos meses', explica Losa. 'As¨ª se mejoran de forma natural los par¨¢metros hematol¨®gicos. Navacerrada va muy bien porque est¨¢ a 2.000 metros y a esa altura hay un circuito de 10 kil¨®metros que es perfecto. Y si se quiere entrenar m¨¢s bajo, siguiendo la teor¨ªa de dormir arriba y entrenar abajo, est¨¢ muy cerca la zona de Segovia, y tambi¨¦n hay muchos puertos. Y no hay tantas distracciones como en Sierra Nevada'.
A Virenque, que le cost¨® aguantar la soledad, le fue de perlas la coincidencia con los chicos del Euskaltel. 'Enseguida se puso de acuerdo con nosotros para salir a entrenar', dice Igor Flores, uno de los navarros del equipo. 'Sal¨ªa con nosotros y hac¨ªa lo que nosotros hac¨ªamos: tres, cuatro horas, las que fueran. Y por las tardes tambi¨¦n se ven¨ªa con nosotros, de compras, al centro comercial, o de visita a casa de David Plaza'.
Virenque dice que espera que la concentraci¨®n le d¨¦ suerte y felicidad. Tambi¨¦n cree en los beneficios de la altitud, aunque, la verdad, lleg¨® a dudar de todo, hasta de su capacidad. Fue s¨®lo un momento. Fue cuando, el ¨²ltimo d¨ªa, subiendo Navacerrada, se peg¨® a su rueda un aficionado, o un juvenil, no sabe muy bien, que luego arranc¨® y le dej¨® clavado.
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