Virus que lo aguantan todo

Las gentes mueren no s¨®lo por falta de medicinas, sino por no haberse abusado de ellas. A las epidemias de las enfermedades tradicionales que devastan el Tercer Mundo se ha unido la epidemia global de la resistencia a los f¨¢rmacos. Todos los a?os se invierten millones de d¨®lares en medicamentos incapaces de vencer los males que antes curaban. Desde los enfermos de sida hasta los tuberculosos, desde los afectados por la malaria hasta los pacientes de hepatitis, centenares de miles de personas mueren cada a?o por las mutaciones de virus hasta hace poco f¨¢ciles de combatir. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) calcul¨® el a?o pasado que los 17.000 millones de d¨®lares gastados en la investigaci¨®n de nuevos preparados a lo largo del ¨²ltimo lustro podr¨ªan perderse sin una acci¨®n global que estudiara el problema de la llamada drug resistance.

La OMS calcul¨® que el dinero gastado en la investigaci¨®n de nuevos preparados en el ¨²ltimo lustro podr¨ªa perderse sin una acci¨®n global que estudiara el problema de la 'drug resistance'

Los estudios de Lee B. Reichman demuestran que la tuberculosis ha regresado por v¨ªa del sida y gracias a su f¨¢cil propagaci¨®n a trav¨¦s del aire est¨¢ preocupando al mundo

Las circunstancias de la situaci¨®n son tan graves que una enfermedad como la tuberculosis -erradicada en los a?os sesenta y setenta del pasado siglo- causa hoy m¨¢s muertes que en ninguna otra ¨¦poca de la humanidad. Los estudios de Lee B. Reichman en Timebomb, The Global Epidemic of Multi-Drug-Resistant Tuberculisis demuestran que la tuberculosis ha regresado por v¨ªa del sida y gracias a su f¨¢cil propagaci¨®n a trav¨¦s del aire -por causa de una tos, un estornudo, una conversaci¨®n- est¨¢ preocupando al mundo. En Rusia, dentro de las c¨¢rceles, uno de cada 10 internos sufre una infecci¨®n activa que contagia con facilidad antes o despu¨¦s de salir a la calle. Pero adem¨¢s un 9% de los rusos son ya multirresistentes a los medicamentos. El porcentaje es del 15% en algunas regiones de la India y del 10% en la Rep¨²blica Dominicana.

Las zonas calientes

Seg¨²n un estudio parcial que dirigi¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en 1997, se consideraban zonas calientes aquellas m¨¢s expuestas al turismo regional, la emigraci¨®n internacional y la actividad mercantil, y el an¨¢lisis de las causas que actualmente contribuyen a aumentar la resistencia antimicrobiana distingu¨ªa al menos cuatro grupos de factores: un primer grupo era el relacionado con la urbanizaci¨®n creciente, la poluci¨®n y deterioro ambiental, la evoluci¨®n demogr¨¢fica y el aumento de personas mayores con necesidad de cuidados hospitalarios en centros hacinados.

Un segundo grupo era el proveniente del uso de antibi¨®ticos en las producciones agropecuarias porque hasta un 50% de los productos antimicrobianos en Estados Unidos y en Europa son destinados a los animales, bien con fines profil¨¢cticos o para favorecer el crecimiento.

Un tercer apartado lo constitu¨ªa el incremento del comercio mundial y de los viajes con la consiguiente comunicaci¨®n de las enfermedades infecciosas y la propagaci¨®n de microorganismos resistentes entre poblaciones de diferentes puntos del mundo.

Un cuarto grupo, por fin, casi consecuencia de los anteriores, es la dificultad para responder adecuadamente, sobre todo en las zonas menos dotadas, a la creciente magnitud del problema drogorresistente.

Un estudio reciente de Sally Blower, profesor biomatem¨¢tico de la Universidad de California Los ?ngeles, predec¨ªa que incluso en 2005 el 16% de las nuevas infecciones de sida ser¨¢ invulnerable a los medicamentos. La raz¨®n, explica, no es la mayor proliferaci¨®n sexual, sino el incremento de la variedad de los tratamientos, algunos de los cuales han favorecido con su fracaso, total o relativo, la mutaci¨®n v¨ªrica y su resistencia a otros f¨¢rmacos. En Estados Unidos, donde el problema se presentaba hace 12 a?os en 10 Estados, afecta actualmente a 43.

Pero adem¨¢s, ?qu¨¦ decir de la corrupci¨®n subyacente? Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, los veterinarios de determinados pa¨ªses obtienen el 40% de sus ingresos, o incluso m¨¢s, de prescribir determinados medicamentos para el ganado.

Supermedicalizado mundo

Igualmente, en los pa¨ªses donde los m¨¦dicos no se sienten bien pagados -dice la OMS, pero ?d¨®nde se sienten bien pagados?- suelen aceptarse comisiones por la prescripci¨®n de f¨¢rmacos m¨¢s recientes y onerosos en lugar de otros antiguos, menos caros, que por sus novedosas particularidades establecen desconocidas clases de interrelaciones. La medicina hospitalaria, a su vez, sin las debidas condiciones higi¨¦nicas y con infecciones cruzadas (m¨¢s tratamientos prolongados e intensivos), culmina un cuadro de elementos que requiere una respuesta global, organizada y decidida a una de las menos previsibles plagas que se esperaban del supermedicalizado siglo XXI.

En esa direcci¨®n, existe actualmente un programa titulado DOT (directly observed therapy), mediante el cual profesionales sanitarios directamente implicados en la curaci¨®n examinan las terapias seguidas por miles de pacientes. Esta estrategia, aceptada actualmente por unos 130 pa¨ªses para combatir la resistencia a los medicamentos antituberculosos, ofrece una se?al de la creciente importancia del problema y tambi¨¦n, de paso, de la escasa atenci¨®n en recursos y campa?as internacionales que hasta ahora ha despertado la gravedad de esta global epidemia.