Polanski, Kaurism?ki y Leigh, favoritos a la Palma de Oro
Termina el concurso con una bella sorpresa coreana
Tanto en las ¨²ltimas colas ante los accesos al Palacio de La Croisette como en los cuadros de calificaciones de los cr¨ªticos, los t¨ªtulos que m¨¢s suenan como ganadores esta noche de la Palma de Oro son El hombre sin pasado, gran filme del finland¨¦s Aki Kaurism?ki; El pianista, obra cumbre de Roman Polanski, y All or nothing, excepcional ejercicio dram¨¢tico del brit¨¢nico Mike Leigh. Mientras tanto, el concurso se cerr¨® ayer con una sorpresa, la del bello filme coreano Ebrio de mujeres y de pintura, del veterano Im Kwon-Taek.
Daniel Auteil se a?ade a quienes aspiran esta noche a los premios de interpretaci¨®n
Desde los primeros d¨ªas hay unanimidad en considerar a All or nothing una pel¨ªcula que puede dar al brit¨¢nico Mike Leigh -tras su ya hist¨®rica Secretos y mentiras- su segunda Palma de Oro. Menos probable, aunque tambi¨¦n se oye su nombre como candidato a ella, es que vaya a manos del palestino Elia Suleiman, que sorprendi¨® a todos por la originalidad, el buen acabamiento y la solidez de su Intervenci¨®n divina. Pero surgi¨® El hombre sin pasado, una obra de muy alto voltaje moral y humor¨ªstico del finland¨¦s Aki Kaurism?ki, y las candidaturas al gran premio se ensancharon. Y siguieron ensanch¨¢ndose al llegar hace tres d¨ªas El pianista, hermosa y compleja pel¨ªcula en la que el polaco Roman Polanski, despu¨¦s de bastantes a?os de filmar pel¨ªculas por debajo de s¨ª mismo, vuelve a su pa¨ªs y recupera el vigor perdido, alcanzando algo que tiene toda la pinta de convertirse en su obra cumbre.
Pero se mueven por aqu¨ª gustos de lo m¨¢s variopintos, y hay quienes ensanchan todav¨ªa m¨¢s la fila de los aspirantes a ganadores, metiendo en ella a los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne, que aspiran -a la sombra de su Rosetta- a ganar con El hijo su segunda Palma de Oro. No ser¨ªa un triunfo del todo justo, pero habr¨ªa argumentos s¨®lidos para defenderlo, como tambi¨¦n los habr¨ªa si la Palma de Oro fuese a parar, como algunos pretenden, a las manos del brit¨¢nico Ken Loach por su conmovedora Sweet sexteen, en la que traza un vuelo formal de mayor alcance y pulimento que los del ¨²ltimo tramo de su obra.
Y suenan tambi¨¦n La hora de religi¨®n, del italiano Marco Bellocchio, y Spider, del canadiense David Cronenberg. Pero es el jurado internacional, donde dicen que Sharon Stone se muestra sagaz e irresistiblemente elocuente, quien tiene la palabra. Y hay veces que sus decisiones se forjan, qui¨¦n sabe si intencionadamente, a contrapelo con los t¨ªtulos considerados ambientalmente ganadores y sacan de la bocamanga algo que suene a inesperado. Pero lo cierto es que no le quedan a David Lynch, que lo preside, muchas posibilidades de hacer una de sus originalidades surreales, aunque nada le impide empujar a la excelente pel¨ªcula coreana Ebrio de mujeres y de pintura, en la que Im Kwan-Taek recrea la vida del c¨¦lebre pintor de la segunda mitad del siglo XIX Jan Seung-Up, cuyas im¨¢genes est¨¢n hechas con trazos poderosos y viv¨ªsimos, en cuadros -conocidos en todo el mundo- que son prodigios de despojamiento, delicad¨ªsimos y exquisitos. Y el filme se contagia de esta hermosura pl¨¢stica.
Menos inter¨¦s tiene El adversario, una ambiciosa pero tosca recreaci¨®n por la francesa Nicole Garc¨ªa del terrible caso de Claude Romand, que el 9 de enero de 1993 asesin¨® a sus hijos, a su mujer y a sus padres. La instrucci¨®n judicial desvel¨® que Romand no era el m¨¦dico que dec¨ªa ser, ni ten¨ªa ocupaci¨®n alguna, viviendo desde hac¨ªa 20 a?os en un perpetuo deambular y a costa del dinero que sacaba a su familia. Cuando fue descubierto salt¨® el mecanismo de la demencia asesina que albergaba su cerebro y esto dio lugar al atroz suceso que narra Nicole Garc¨ªa. Pero ¨¦sta no llega al fondo de lo que cuenta y da vueltas alrededor del abismo cerebral de ese hombre sin orientarnos en ¨¦l. Las im¨¢genes no logran expresar la negrura que quieren representar y se quedan en una antesala gris de ese infierno ¨ªntimo. Y s¨®lo el gran Daniel Auteil logra dar vigorosos destellos de la mortal perplejidad en que viv¨ªa en perpetua agon¨ªa ese hombre.
Y, efectivamente, Daniel Auteil se a?ade por este trabajo a quienes aspiran esta noche a los premios de interpretaci¨®n. Mujeres con m¨¦ritos para alcanzar este regalo, est¨¢n las brit¨¢nicas Miranda Richardson, por su expert¨ªsimo trabajo en Spider; y Lesley Manville, que hace prodigios en All or nothing. Y hay quienes proclaman merecedora del premio a la italiana Monica Bellucci, por el riesgo moral y f¨ªsico de su trabajo en la obscena y fascista Irreversible. Y parece haber pleno acuerdo en que esto, que es ciertamente veros¨ªmil, ser¨ªa injusto e incluso gravemente err¨®neo. En cambio, ser¨ªa justo que el premio de interpretaci¨®n masculina se lo repartiesen entre Timothy Spall, que hace un trabajo genial en All or nothing, y Jack Nicholson, por su deslumbrante creaci¨®n en About Schmidt. Pero bien podr¨ªa terciar un portentoso chiquillo escoc¨¦s de 16 a?os llamado Martin Compston, protagonista de Sweet sexteen, y seguro que nadie estar¨ªa en desacuerdo con esta, probablemente injusta, pero magn¨ªfica decisi¨®n.
Babelia
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