El principal testigo de cargo denuncia torturas en el juicio de Guinea
'Cuando mientes, te dejan de pegar', afirma Ond¨® en el proceso contra 144 opositores
'Cuando dices la verdad tienes problemas; cuando mientes, te dejan de pegar', afirm¨® ayer C¨¦sar El¨¢ Ond¨®, principal testigo de cargo. Como los cuatro interrogados del d¨ªa anterior, Ond¨® no ratific¨® su declaraci¨®n policial por haber sido obtenida bajo torturas, evidentes en muchos casos. Un desconcertado ministerio fiscal admiti¨® que el testimonio de C¨¦sar era 'la pieza fundamental¨ªsima en la causa' que se sigue en Malabo contra 144 personas acusadas de un intento de golpe de Estado contra Teodoro Obiang Nguema.
'Empec¨¦ a hablar y a contar todas esas mentiras que tienen all¨ª para que me dejaran de golpear', musit¨® C¨¦sar, que es adem¨¢s el ¨²nico que incrimina en ese supuesto compl¨® a Pl¨¢cido Mic¨®, l¨ªder de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), partido que se quiere ilegalizar antes de las elecciones presidenciales del a?o 2003. El caso de Mic¨® es, para la delegaci¨®n espa?ola -compuesta por el portavoz del PSOE en el Senado, Juan Jos¨¦ Laborda; el abogado del Colegio de Madrid Fernando Ledesma y Adolfo Fern¨¢ndez Marugan-, y para los diplom¨¢ticos presentes en la capital de Guinea Ecuatorial, la clave que determinar¨¢ la dureza de la reacci¨®n internacional.
Sin pruebas materiales, sin declaraciones, sin caso, en definitiva, la Fiscal¨ªa del Estado navega tratando de demostrar que alguno de los hoy procesados tramaron un golpe de Estado en 1997 en Gab¨®n, en una reuni¨®n que contaba con el apoyo de Severo Moto, exiliado en Espa?a. Los abogados defensores argumentan que ese asunto fue juzgado en su d¨ªa y amnistiado despu¨¦s, pero el tribunal, cada vez m¨¢s agitado, puntualiz¨® ayer que ese caso fue s¨®lo por injurias al jefe de Estado.
?sta podr¨ªa convertirse en la ¨²nica salida, ante la falta clamorosa de pruebas en la supuesta conspiraci¨®n actual, para un r¨¦gimen que se ha metido en un lodazal jur¨ªdico. Una absoluci¨®n de los acusados representar¨ªa una debilidad; su condena, en estas condiciones, un esc¨¢ndalo.
Los dos jefes de la supuesta asonada, Felipe Ond¨®, ex presidente del Parlamento, y Guillermo Nguema El¨¢, ex ministro de Econom¨ªa, subieron ayer al escenario del atestado cine Marfil de Malabo. El primero tuvo que declarar sentado, pues los golpes recibidos lo han reducido a un gui?apo. Ambos aseguraron no haber participado en la conjura, aunque admitieron que en Gab¨®n, en 1997, se habl¨® de la posibilidad de un golpe, opci¨®n que qued¨® descartada.
Clan del presidente
Guillermo Nguema dijo que toda la persecuci¨®n contra su persona se deb¨ªa a la formaci¨®n del partido Fuerza Republicana Democr¨¢tica (FDR), a¨²n no legalizada. ?ste narr¨® que durante su detenci¨®n en marzo el capit¨¢n que la dirig¨ªa le espet¨®: 'Nos hab¨¦is traicionado y lo vais a pagar muy caro'. Esa traici¨®n se refiere a la creaci¨®n del FDR, que comenz¨® a ganar adeptos en Mongomo, localidad de la parte continental de Guinea Ecuatorial, de la que es originario el presidente y todo el clan gobernante en Guinea. Ese FDR de Mongomo, aliado con el CPDS, representa el mayor peligro electoral a corto plazo para Obiang
Ante la marcha del proceso, los abogados defensores parecen m¨¢s optimistas cada d¨ªa que pasa. Sin embargo, uno de ellos declar¨® a este peri¨®dico: 'Nada est¨¢ ganado; estoy seguro que van a intentar algo para poder dictar condenas muy severas'. El tribunal levant¨® la sesi¨®n hasta el pr¨®ximo lunes. El jefe de la Seguridad, Manuel Nguema, responsable de las detenciones, se qued¨® cariacontecido, sentado de lado en su banco, observando la marcha lenta de los presos hacia el penal de Black Beach, uno de los m¨¢s terribles de ?frica. Su juicio no marcha seg¨²n el gui¨®n previsto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.