El pulso de Garrigues

Garrigues Abogados y Asesores Tributarios es la ¨²nica pieza espa?ola de la antigua Andersen que a¨²n no tiene claro su futuro. El primer despacho espa?ol, con una facturaci¨®n de casi 142,9 millones de euros, negocia desde hace m¨¢s de un mes con Deloitte, pero el acuerdo no acaba de cuajar. Su apuesta por la independencia puede hacer inviable la uni¨®n a una gran firma.

El despacho necesita un acuerdo con una gran firma internacional para que sus fiscalistas, que generan el 40% de las ventas, sigan trabajando

Los profesionales de Garrigues fueron los primeros en Espa?a en abandonar el barco de Andersen a ra¨ªz del esc¨¢ndalo Enron. Mientras sus colegas de auditor¨ªa, consultor¨ªa y banca de empresas (corporate finance) permanec¨ªan juntos y decid¨ªan unirse a Deloitte & Touche el 1 de abril, el despacho, que emplea a 1.069 abogados y tiene 23 oficinas repartidas por toda Espa?a, ampl¨ªa lazos con la red internacional, se borraba Andersen del nombre y volv¨ªa a caminar en solitario, tras cinco a?os al lado de los arturos.

La independencia absoluta sigue siendo la apuesta m¨¢s clara de los 111 socios de la firma. Esta opci¨®n contrasta con la negociaci¨®n -una decena de reuniones y un borrador de acuerdo que hoy est¨¢ parado- que desde hace m¨¢s de un mes mantienen con Deloitte & Touche. La negociaci¨®n, que ten¨ªa por objetivo un modelo de colaboraci¨®n basado en compartir costes, infraestructuras y clientes, ha encallado por el momento, en parte porque la pretensi¨®n del despacho es mantener las manos libres para llegar a otros acuerdos, por ejemplo, con un despacho de abogados en las grandes plazas financieras, como Londres.

El acuerdo con Deloitte o con cualquiera de las otras grandes -KPMG, Ernst & Young o PricewaterhouseCoopers- es una necesidad para una parte importante de Garrigues, coinciden todas las fuentes del sector consultadas. Los fiscalistas de la firma, que generan el 40% de la facturaci¨®n del bufete, necesitan una potente red internacional para servir a sus clientes, as¨ª como los medios que s¨®lo puede ofrecer una de las llamadas cinco grandes, hoy reducidas a cuatro tras la desintegraci¨®n de Andersen.

De hecho, es un modelo de crecimiento que ha funcionado espectacularmente en el caso de este despacho de abogados. En 1996, el a?o anterior a su uni¨®n con Andersen, la firma que preside Antonio Garrigues Walker, que fue fundada en 1941, factur¨® menos de 23 millones de euros. Un a?o despu¨¦s, sus ventas ascendieron a 61,96 millones de euros y han seguido increment¨¢ndose por encima del 20% anual hasta el a?o pasado. Esas cifras explican en parte por qu¨¦ los socios del bufete se mantienen unidos, a pesar de que provienen de culturas diferentes -Garrigues y Andersen-, as¨ª como que no hayan aparecido tensiones entre los expertos en tributos, que podr¨ªan buscar un acuerdo por su cuenta, y el resto de abogados del despacho (mercantilistas, de laboral, procesal y todas las ramas del derecho relacionadas con la empresa).

Esa uni¨®n convirti¨® adem¨¢s al despacho en un ejemplo original, a medio camino entre el gran bufete nacional, tipo Cuatrecasas o Ur¨ªa & Men¨¦ndez, que tienen mejores ratios de facturaci¨®n por abogado, las firmas extranjeras, que han aterrizado con fuerza en el mercado espa?ol en los ¨²ltimos a?os -Clifford Chance, Linklater- y las divisiones legales de las auditoras -Landwell PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young y KPMG abogados-.

La pregunta a responder ahora es qu¨¦ ganar¨ªa Deloitte, cuya divisi¨®n legal ronda los 200 abogados, con un acuerdo de colaboraci¨®n como el que pretenden los socios de Garrigues. Al fin y al cabo, el gran salto de la firma que preside Miguel Zorita ha sido el acuerdo de integraci¨®n de los auditores de Andersen, que tienen entre sus clientes a 23 de las 35 empresas del Ibex. Aunque este negocio crece menos que la consultor¨ªa y el asesoramiento legal, el grado de fidelizaci¨®n de los clientes es mayor. A pesar de ello, Garrigues sigue siendo el primer despacho de Espa?a.

Tal vez por eso las negociaciones contin¨²an, aunque su fin parece m¨¢s lejano que hace una semana. Esta misma semana, los equipos de ambas partes volver¨¢n a sentarse.