Blatter niega la palabra a la oposici¨®n
Surrealista congreso financiero de una FIFA rota ante las elecciones presidenciales de hoy
Rocambolesco, delirante y surrealista. As¨ª fue ayer, en Se¨²l, el congreso extraordinario de la FIFA sobre sus finanzas, reclamado por 54 federaciones, en guardia por las acusaciones de corrupci¨®n lanzadas contra su presidente, Joseph Blatter, por algunos de sus colaboradores. En las cinco horas de una sesi¨®n orquestada por el propio Blatter, que neg¨® la palabra a sus cr¨ªticos ante el estupor general, result¨® evidente la fractura del organismo a la espera de las elecciones presidenciales de hoy, en las que el suizo se enfrenta al camerun¨¦s Issa Hayatou, al que tambi¨¦n dej¨® mudo. En cambio, s¨ª cedi¨® la palabra a los representantes de Jamaica, Caim¨¢n, Seychelles, Pap¨²a-Nueva Guinea, Libia, Ir¨¢n o Per¨², todas con subvenciones FIFA.
Blatter, contra el que once de sus altos cargos se han querellado por malversaci¨®n de fondos en un tribunal de Z¨²rich, su sede, abri¨® la asamblea recordando que en la FIFA prevalece la 'democracia', la 'transparencia' y la 'solidaridad'. Si recientemente decidi¨® de forma unilateral suspender una auditor¨ªa interna, ayer divulg¨® un informe de la comisi¨®n de finanzas y la auditora internacional KPMG. Seg¨²n sus papeles, la FIFA ten¨ªa a finales de abril unas reservas en caja de 913 millones de francos suizos (625,7 millones de euros). Pero las cuentas de la oposici¨®n son otras: un d¨¦ficit de 570 (390,6).
A Blatter muy pronto se le torci¨® el gesto. Michael Zen-Ruffinen, un ex ¨¢rbitro helv¨¦tico al que nombr¨® en su d¨ªa secretario general, le puso la primera zancadilla. 'Soy el responsable de las cuentas y me han limitado la informaci¨®n. Me he enterado de este informe hace dos d¨ªas y, desde luego, las cifras no son reales, sino que est¨¢n maquilladas. Si se aprueban, no me hago responsable y diez federaciones ir¨¢n a los tribunales'.
A la primera banderilla, Blatter apunt¨® su 'sorpresa' por las declaraciones de Zen-Ruffinen: 'No era lo pactado hace unos d¨ªas'. Luego, hizo un sucinto repaso de las ¨²ltimas vicisitudes -la bancarrota de ISL-ISMM, la empresa que gestionaba la mercadotecnia de la FIFA; la quiebra del grupo audiovisual Kirch...-. La primera cat¨¢strofe ha supuesto un agujero de 36,9 millones de francos suizos (25,3 millones de euros). Todas las vicisitudes, seg¨²n Blatter, se han superado al convertir valores, como los derechos de marca y anticipos de ingresos del pr¨®ximo cuatrienio, en t¨ªtulos negociables.
Concluidos los discursos de Blatter y sus asesores, y tras un tentempi¨¦ con representantes de 202 pa¨ªses, lleg¨® el gran alboroto en el turno de preguntas. De las numerosas manos alzadas, Blatter fue dando paso a unos s¨ª y otros no. Empez¨® el delegado de Jamaica, que le agradeci¨® 'lo mucho que ha hecho por los pobres'. En una rueda de prensa posterior se supo que este dirigente ya hab¨ªa abierto el ¨²ltimo congreso y de forma, al igual que ayer, elogiosa hacia el presidente. Blatter se justific¨®: 'Es muy alto y se le ve enseguida la mano'. Al caribe?o le sigui¨® el libio, un hijo de Gadafi, que dio las gracias, no se supo por qu¨¦, 'a Dios y al profeta'. ?l se llev¨® los primeros abucheos. Lo mismo que le pas¨® al enviado de Pap¨²a-Guinea, preocupado por si la crisis anunciaba recortes para ellos.
Pero lo mejor estaba por llegar. Tom¨® la palabra el emisario de Caim¨¢n: 'En mi pa¨ªs somos m¨¢s famosos por las finanzas -tenemos 600.000 d¨®lares (657.000 euros) en dep¨®sito- que por el f¨²tbol'. Blatter pidi¨® calma de nuevo mientras los silbatos tronaban y el delegado somal¨ª, que hace unos meses denunci¨® que le hab¨ªan comprado el voto en 1998, se desga?itaba para que le dieran el testigo. No tuvo suerte porque recay¨® en Seychelles, un socio de KPMG, la auditora: 'Si los auditores est¨¢n haciendo su trabajo, para qu¨¦ una comisi¨®n interna'. Y para pacificador el indio, que pidi¨® el Premio Nobel de la Paz para el brasile?o Jo?o Havelange, presidente honorario de la FIFA. Por cierto, todos iban aludiendo a las cartas, de Blatter y otros, que durante la noche se hab¨ªan colado bajo la puerta de sus habitaciones.
La noruega Karen Espelund, la ¨²nica mujer que intervino, pidi¨® a Blatter que dejara expresarse a la oposici¨®n. Pero ni por ¨¦sas. Tampoco lo consigui¨® Chung Mong-Joon, presidente del comit¨¦ organizador surcoreano, a quien Blatter replic¨® haci¨¦ndose el sueco: 'Doy por clausurado el congreso'.
Ya en los pasillos, Zen-Ruffinen ironiz¨®: 'Se ha demostrado la transparencia y la democracia de la FIFA. ?Por qu¨¦ no decir la verdad si se ha perdido dinero, m¨¢xime si quiz¨¢ no sea culpa de nadie, sino de la coyuntura'. Y Blatter puntualiz¨®: 'Dije que pondr¨ªa unas condiciones al convocar el congreso. Adem¨¢s, no se pod¨ªa dar la palabra a todos'. Hoy se medir¨¢ a Hayatou, que no Honolul¨² como le llam¨® el delegado peruano en otra secuencia del esperpento.
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