Descubiertas doce nuevas enanas marrones muy pr¨®ximas a otras estrellas
El primer congreso de la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional sobre enanas marrones (cuerpos celestes sin masa suficiente para que se inicien las reacciones nucleares que hacen brillar a una estrella) acaba, en un punto, igual que como empez¨®: no hay acuerdo sobre c¨®mo llamar a los objetos de tama?o planetario pero que no est¨¢n orbitando ninguna estrella, sino que flotan aislados en el espacio. 'La discusi¨®n fue muy animada', dice Eduardo Mart¨ªn, astrof¨ªsico espa?ol en la Universidad de Hawai y organizador del congreso, celebrado la semana pasada en Hawai. Pero la verdadera patata caliente, seg¨²n explica Mart¨ªn en conversaci¨®n telef¨®nica, es c¨®mo se forman no s¨®lo estos objetos solitarios sino las enanas marrones en general, cuesti¨®n que sigue sin estar nada clara. En el congreso se presentaron varios modelos, y observaciones que contribuyen a comprobarlos, como una docena de enanas marrones que orbitan muy cerca de una estrella compa?era.
Las enanas marrones son estrellas fallidas: son mayores que los planetas gigantes, como J¨²piter, pero su masa, inferior a un 8% de la masa del Sol, no basta para hacerlas brillar como una estrella normal. En parte por eso cuesta mucho detectarlas. Las 12 nuevas enanas marrones en sistemas binarios fueron presentadas por un equipo de la Universidad de Arizona liderado por Laird Close, que hab¨ªa emprendido una b¨²squeda deliberada de estos objetos en 64 estrellas de baja masa que hasta ahora se cre¨ªa que estaban solas.
No es la primera vez que se encuentran sistemas binarios con enanas marrones, pero lo llamativo es que haya tantos. Y tambi¨¦n lo cerca que pueden estar ambos cuerpos. Una de las enanas marrones halladas por Laird dista de la otra estrella s¨®lo el triple de lo que la Tierra del Sol, pero es entre 38 y 70 veces m¨¢s masiva que J¨²piter.
El valor de estos resultados es su implicaci¨®n en lo relativo a c¨®mo se forman las enanas marrones. Las posibilidades para ello son tres. Las enanas marrones podr¨ªan formarse solas, cuando el gas en una regi¨®n de formaci¨®n estelar colapsa. Pero tambi¨¦n puede que en ese colapso se formen siempre muchos objetos, y que algunos -las enanas marrones-, por las interacciones gravitatorias entre ellos mismos, sean expulsados del grupo en un plazo relativamente corto -alrededor de un mill¨®n de a?os-y acaben solos. Y otra teor¨ªa es que las enanas marrones se formen en discos en torno a estrellas. 'Seg¨²n los modelos te¨®ricos, estos tres procesos pueden producir enanas marrones y objetos de masa planetaria', explica Mart¨ªn. 'Los sistemas binarios son un buen test a estas teor¨ªas'. Un n¨²mero muy alto de estos sistemas sugerir¨ªa que las enanas marrones 'son un resultado com¨²n de la formaci¨®n de estrellas, y podr¨ªan tener una influencia importante en la formaci¨®n de sistemas planetarios', se?ala Mart¨ªn. Por ahora lo cierto es que 'necesitamos m¨¢s observaciones, a¨²n no sabemos lo bastante como para distinguir'.
Las nuevas enanas marrones se han descubierto con el telescopio de 8 metros Gemini Norte, en Mauna Kea (Hawai), aplicando una novedosa t¨¦cnica llamada ¨®ptica adaptativa. Consiste en contrarrestar el constante temblor de la atm¨®sfera a base de mover muy r¨¢pidamente el espejo del telescopio. Los autores del trabajo afirman haber logrado im¨¢genes el doble de detalladas de las que podr¨ªa obtener el telescopio espacial Hubble y dicen que el haber podido distinguir la enana marr¨®n de la estrella central, tan cercana, significa que la t¨¦cnica podr¨ªa servir para observar planetas extrasolares.
De planetas, o de objetos de masa apenas superior a planetas que no orbitan ninguna estrella (descubierto el primero de ellos hace apenas dos a?os) vers¨® una de las sesiones m¨¢s animadas del congreso. El asunto de c¨®mo bautizarlos se zanj¨® con una ronda de aplausos para Jim Liebert, editor del Astrophysical Journal, cuando dijo que aceptar¨ªa 'cualquier terminolog¨ªa que los autores quieran usar, ya que no hay consenso, y que ser¨¢ el mayor o menor uso de uno u otro t¨¦rmino en la literatura lo que terminar¨¢ por imponerse. La comunidad no se siente c¨®moda con el t¨¦rmino planetas, que se asocia habitualmente a un cuerpo que gira en torno a una estrella', dijo Mart¨ªn. Este astrof¨ªsico de 37 a?os que lleg¨® a Hawai hace dos a?os desde el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias no ve la posibilidad de volver a Espa?a manteniendo el nivel de su trabajo. Tambi¨¦n participaron en el congreso como conferenciantes invitados tres espa?oles: David Barrado y Navascu¨¦s, y Mar¨ªa Rosa Zapatero Osorio (LAEFF-INTA), y Fernando Comeron (Observatorio Austral Europeo).
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