El consumidor tenaz

'Lo que es m¨ªo es m¨ªo, y nadie tiene por qu¨¦ quit¨¢rmelo', dice sencillamente Francisco Mart¨ªnez Claus, un vecino cordob¨¦s que ha conseguido, tras dos a?os de batallas, derrotar a Gas Andaluc¨ªa; ha obligado a la compa?¨ªa a devolverle los 3,61 euros de m¨¢s que le cobr¨® en la factura de junio de 2000. Y es s¨®lo el principio, porque ahora se dispone a reclamar sobre el resto de las facturas, hasta la del mes pasado, y anima a los dem¨¢s consumidores a hacer lo mismo. 'Porque no son s¨®lo mis 3,61 euros', advierte, 'estamos hablando de cerca de un mill¨®n de euros en toda Andaluc¨ªa'.

Todo empez¨® un d¨ªa de verano en el que Francisco Mart¨ªnez, mirando la factura de Gas Andaluc¨ªa, descubri¨® que inclu¨ªa 3,61 euros en concepto de 'cuota de uso de instalaci¨®n comunitaria'. Se dirigi¨® a la compa?¨ªa para preguntar qu¨¦ le estaban cobrando exactamente. Y le contestaron que se trataba de los gastos de mantenimiento de unas conducciones situadas en su vivienda. Mart¨ªnez se ley¨® de cabo a rabo el contrato que hab¨ªa firmado con Gas Andaluc¨ªa y encontr¨® un p¨¢rrafo en el que se estipulaba que cualquier gasto de mantenimiento correr¨ªa por cuenta del cliente. 'Me estaban haciendo pagar un servicio que ni me prestaban ni me iban a prestar', resume.

As¨ª que decidi¨® reclamar. Acudi¨® a la Federaci¨®n de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andaluc¨ªa (FACUA), que tramit¨® su queja. Y como Gas Andaluc¨ªa no contest¨®, y se trata de una empresa adherida a arbitraje de consumo (lo que quiere decir que se ha comprometido a tratar de dirimir los conflictos por esta v¨ªa de di¨¢logo antes de acudir a los tribunales), se dict¨® un laudo que daba la raz¨®n a Francisco Mart¨ªnez. En la resoluci¨®n se manifestaba que esos 3,61 euros se cobraban indebidamente y que la empresa deb¨ªa reintegr¨¢rselos, junto con los intereses (que ascend¨ªan a siete euros m¨¢s).

La compa?¨ªa no pag¨®. Es m¨¢s, impugn¨® el laudo ante la Audiencia Provincial. El juez volvi¨® a dar la raz¨®n a Mart¨ªnez y conden¨® a Gas Andaluc¨ªa a devolver el dinero al consumidor y a hacerse cargo de las costas del proceso. Como la empresa sigui¨® sin pagar, Francisco Mart¨ªnez tom¨® un abogado y acudi¨® al Juzgado, que dict¨® el embargo. 'Era por bienes', explica este tenaz consumidor. 'Entramos en la sede de la empresa; yo me iba a llevar el ordenador del director. Pero al final se avinieron a razones y pagaron'.

'Lo que quiero es defender mis principios', razona Francisco. 'Que sepa la compa?¨ªa que un simple usuario puede ejercer sus derechos. Ellos pueden gastarse mis 3,61 euros en la Bolsa, o en juergas, pero a m¨ª me hacen falta para la cesta de la compra'.

A los 39 a?os, Francisco es pensionista. Antes trabajaba como jefe de sucursal en un supermercado, pero tuvo un accidente laboral que le oblig¨® a retirarse. 'Tengo dos hijos. Y con esos 3,61 euros les compro cuatro litros de leche', concluye.