Objetivo de Aznar: despido m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s barato
Con el decretazo, Aznar y su Gobierno pretenden evitar el debate social y pol¨ªtico que comporta la tramitaci¨®n parlamentaria de una ley. Y no es ninguna sorpresa porque desde el principio el Gobierno ha intentado maquillar los recortes de derechos sociales, confundiendo a la opini¨®n p¨²blica al presentar sus medidas como favorecedoras del empleo, hasta el punto de negar reiteradamente que existan recortes de derechos. Para que su estrategia de confundir a la opini¨®n p¨²blica tenga ¨¦xito ha evitado cualquier debate serio en los medios de comunicaci¨®n y en cambio utiliza sin ning¨²n tipo de escr¨²pulos a su divisi¨®n acorazada medi¨¢tica, que estos d¨ªas est¨¢ desempe?ando el papel de vanguardia de los que jalean la Raz¨®n -as¨ª en may¨²sculas- de Aznar, aunque ello comporte mentir descaradamente.
Uno de los casos m¨¢s evidentes de falsedad se produce en la explicaci¨®n gubernamental de la desaparici¨®n de los salarios de tramitaci¨®n. No creo que haya nadie que despu¨¦s de leer el decretazo pueda negar que esta medida facilita el despido, abarata su coste e incentiva el uso fraudulento de la contrataci¨®n temporal. La modificaci¨®n del Estatuto de los Trabajadores incentiva el despido y penaliza el empleo, en la medida que establece que s¨®lo deber¨¢n pagar los salarios de tr¨¢mite las empresas que readmitan al trabajador despu¨¦s de la sentencia de nulidad o improcedencia dictada por los tribunales. Las empresas que opten por la no readmisi¨®n del trabajador y s¨ª por la indemnizaci¨®n, ser¨¢n premiadas: no deber¨¢n pagar salarios de tramitaci¨®n. O, dicho m¨¢s clarito, a las empresas les saldr¨¢ m¨¢s barato mantener el despido despu¨¦s de una sentencia de despido improcedente que readmitir al trabajador. Y luego dicen que el objetivo del Gobierno es incentivar el empleo. Menuda desfachatez.
Pero la medida tiene m¨¢s consecuencias en t¨¦rminos de precariedad y p¨¦rdida de derechos. As¨ª, durante el periodo de tramitaci¨®n de la demanda, los trabajadores ir¨¢n consumiendo el periodo de desempleo al que tienen derecho, de manera que en muchos casos cuando llegue la sentencia ya habr¨¢n agotado el derecho a prestaciones. Por supuesto, durante este periodo no cobrar¨¢n su salario ¨ªntegro como hasta ahora, sino ¨²nicamente una prestaci¨®n del 70% de su salario y siempre con un tope muy r¨ªgido que establece la ley de seguridad social. O sea, que los trabajadores despedidos tambi¨¦n pierden salario. Durante los meses de tramitaci¨®n la empresa no deber¨¢ cotizar a la seguridad social ni al Inem, cosa que s¨ª sucede ahora, con lo que los trabajadores despedidos improcedentemente pierden cotizaciones a efectos de acceder al desempleo. Quienes conocen las relaciones laborales saben que el impacto que esta medida puede tener en el caso de los contratos temporales, especialmente los de corta duraci¨®n, es importante, dado que la falta de cotizaci¨®n durante este periodo puede suponer que no perciban las prestaciones por desempleo.
Por supuesto, si las acciones legales ante los tribunales no tienen ninguna consecuencia para las empresas en t¨¦rminos de salarios de tr¨¢mite, ello llevar¨¤ a los empresarios que optan por la precariedad a abusar a¨²n m¨¢s de la contrataci¨®n fraudulenta. Y en sentido contrario desincentivar¨¢ el ejercicio de las acciones legales de los trabajadores frente a los contratos en fraude, que no se olvide que son cerca del 48% de los controlados por la Inspecci¨®n de Trabajo.
Dos ¨²ltimas consideraciones de car¨¢cter econ¨®mico. Afirmar como hace el Gobierno que la desaparici¨®n de los salarios de tramitaci¨®n supone reducir costes inde
bidos a las empresas s¨®lo puede hacerse desde la ignorancia o la mala fe. Desde 1994, las empresas s¨®lo pagan un m¨¤ximo de dos meses de salarios de tr¨¢mite sea cual sea la duraci¨®n del proceso. Por supuesto, s¨®lo est¨¢n obligados a pagarlo previa declaraci¨®n judicial de improcedencia del despido, y que no le quepa duda a nadie de que estas medidas no incentivan el empleo, sino la cultura de la precariedad. No hay ning¨²n empresario serio y solvente que deje de contratar por el coste de los salarios de tramitaci¨®n en los despidos improcedentes. Los ¨²nicos empresarios que van a salir ganando son los que abusan del fraude y la precariedad, y ¨¦stos no nos interesan ni a los trabajadores ni a la econom¨ªa de este pa¨ªs.
Entender¨¢n ustedes que en estas condiciones la explicaci¨®n sindical de la huelga del 20 de junio vaya precedida de una advertencia: que no te enga?en.
Joan Coscubiela es secretario general de CC OO de Catalu?a.
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