El 'superh¨¦roe' regresa a tiempo

El superh¨¦roe ha llegado a tiempo. Justo para jugar el domingo ante Suecia. Inglaterra amaneci¨® ayer euf¨®rica por haber recuperado al futbolista al que, en los ¨²ltimos meses, ha convertido en su gran icono. David Beckham, de 27 a?os, le ha recortado siete d¨ªas a la medicina, que le exig¨ªa ocho semanas para curarse el hueso metatarso roto del pie izquierdo tras aquella entrada de Duscher, del Deportivo, el pasado 10 de abril. Pero ha trabajado duro: horas y horas en el gimnasio. El capit¨¢n de Inglaterra, especialmente comprometido con su selecci¨®n, se ha sentido el centro del universo. 'Conf¨ªo en este equipo: es joven y fresco', ha declarado un Beckham maduro y convencido.

'Todo el mundo ha estado pendiente de este pie izquierdo', dijo ayer el seleccionador del equipo, el sueco Sven Goran Eriksson; 'est¨¢ claro que es un futbolista especial: s¨®lo tienes que verlo lanzar las faltas. Y [en este tiempo parado] no ha olvidado c¨®mo hacerlo'.

En efecto, ayer Beck, como le llaman sus compa?eros, sprint¨®, salt¨® vallas y ensay¨® tiros libres, todo ello con su pie derecho, pero sin que se resintiera la zurda, con la que se limit¨® a practicar los pases. Eriksson expres¨® su entusiasmo: 'A veces, sientes que todo lo que pasa es bueno; que est¨¢s en el lugar adecuado en el momento justo, tomando las decisiones correctas'. 'Es fabuloso', a?adi¨® el central Campbell, del Arsenal. 'Cuando lo vi entrenarse hoy [por ayer], me puse muy contento. David corr¨ªa y sonre¨ªa. Volvimos al hotel, los jugadores me preguntaron por ¨¦l y todos estaban muy felices', agreg¨® Eriksson.

Hasta sir Bobby Charlton, el mejor futbolista ingl¨¦s de todos los tiempos, se ha rendido al culto a Beckham, que cobra m¨¢s de 20.000 euros diarios: 'Es fundamental para la selecci¨®n. Es el ¨²nico que se parece a m¨ª: por la precisi¨®n en el golpeo del bal¨®n, por su energ¨ªa y por su liderazgo, aunque yo ocupaba m¨¢s campo'.

Falta por ver ahora c¨®mo responde Beckham a las primeras tarascadas de los rivales. Los ingleses conf¨ªan en que Eriksson persuada a sus compatriotas suecos de no cargar en exceso contra el famoso pie izquierdo. M¨¢s preocupados est¨¢n los ingleses con el siguiente partido, el del viernes d¨ªa 7 frente al archirrival, Argentina.

Porque la historia de Beckham est¨¢ ¨ªntimamente ligada a Argentina. O a aquella inocente patadita que propin¨® a Simeone en el Mundial de Francia 98 y que le cost¨® la expulsi¨®n y la posterior eliminaci¨®n de Inglaterra. Es decir, el origen del descenso de Beckham a los infiernos, en los que ha estado en los ¨²ltimos tres a?os, maltratado por gran parte de la prensa y la hinchada. As¨ª, el diario sensacionalista The Mirror, que ahora describe en un c¨®mic las aventuras del superh¨¦roe Beckham, es el mismo que en junio de 1998 invit¨® a sus lectores a desahogarse lanzando dardos a una imagen del centrocampista del Manchester.

Tras una temporada en la que sufri¨® todo tipo de ataques y humillaciones, la suerte le empez¨® a cambiar en marzo de 1999, cuando naci¨® su hijo Brooklyn, llamado as¨ª por el barrio neoyorkino en el que fue concebido. En mayo de ese a?o gan¨® el triplete con el Manchester: la Liga y la Copa inglesas y la Copa de Europa.

'Desde que hemos tenido a Brooklyn he madurado. Las cosas que me parec¨ªan muy importantes ya no me lo parecen'. David se tatu¨® en la espalda el nombre del hijo y, poco despu¨¦s, en un partido frente al Inter, intercambi¨® la camiseta con Simeone: no se guardaban rencor.

En febrero de 2000, sir Alex Ferguson, el t¨¦cnico del Manchester, insinu¨® que su estrella pasaba m¨¢s tiempo en su mansi¨®n de Beckhingham Palace, como la denomin¨® maliciosamente la prensa, que en los campos de entrenamiento. Y en la Eurocopa de B¨¦lgica y Holanda de ese a?o su actuaci¨®n fue discreta y, tras caer ante Portugal (3-2), hizo un gesto obsceno a los aficionados en respuesta a la bater¨ªa de insultos y amenazas que le hab¨ªan llovido desde la grada.

Pero el seleccionador Peter Taylor le dio la capitan¨ªa de Inglaterra en noviembre de 2000, lo que result¨® clave en la recuperaci¨®n de su prestigio. '?l siempre quiere jugar desesperadamente y merece la capitan¨ªa', explic¨® Taylor. Una decisi¨®n que no s¨®lo respet¨® Eriksson, sino que increment¨® su protagonismo. 'Estoy sorprendido sobre cu¨¢ntas opiniones genera el corte de pelo de Beckham', dijo el sueco. Mientras tanto, el Manchester gan¨® otra Liga.

Pero el verdadero lanzamiento del capit¨¢n se produjo a finales de 2001: Inglaterra bati¨® 1-5 a Alemania en septiembre. M¨¢s tarde, en octubre, Beckham marc¨® ese fant¨¢stico gol de falta por encima de la defensa griega que encamin¨® la clasificaci¨®n inglesa (2-2). Despu¨¦s del partido, los periodistas prorrumpieron en un espont¨¢neo aplauso cuando entr¨® en la sala de prensa. Los elogios fueron tan extravagantes y exagerados como antes las cr¨ªticas. Pero el superh¨¦roe est¨¢ acostumbrado a estos excesos. Todo cambia en un momento.